Planteamiento del problema
En japonés hay una gran cantidad de sufijos que se añaden a los nombres de persona para designar cierto "estatus", "distancia" y "respto" hacia la persona con o de la que hablamos. Por ejemplo XXX-san sería la marca educada para hablar de quien sea. XXX-sama es una expresión elevada y poco coloquial, XXX-kun el típico sufijo aplicado a chicos con los que se tiene confianza, XXX-chan el típico sufijo aplicado a chicas con las que se tiene confianza, XXX-sensei es usado para profesores, XXX-dono es un rango aún más elevado que (que yo sepa ^^U) aparece en contextos de samurais y lenguaje antiguo y así un largo etcétera.
Estas marcas se añaden al nombre y como se puede ver designan cierto tipo de información.
El problema en sí
Cuando vas a traducirlas, en castellano no existe un equivalente. Lo más cercano que tenemos son los diminutivos ocasionales para indicar confianza o cariño y esas cositas. ¿Cómo se soluciona esto?
Las dos posturas
El sector traductológico y las editoriales optan por eliminar todas estas marcas al no ser consideradas parte del castellano. No aparecen en la RAE, por lo tanto un texto en castellano (aunque se trate de un manga) resultará antinatural en castellano. La pérdida de información, en cuanto a temas de confianza, distancia o respeto se intenta suplir en la propia reformulación de las frases. Es decir, el grado de confianza se manifiesta en la manera de hablar de los personajes, et.
En el sector aficionado por su parte, existe una marcada división. Algunos seguidores de la cultura manga y anime comparten la postura traductológica en tanto que otra parte del mismo sector se opone radicalmente a ella. Opinan que esa información es vital para entender las relaciones interpersonales de cualquier personaje y haciéndolas desaparecer se pierden ciertos rasgos que se deberían mantener. Por otra parte, estos elementos también podrían aprovecharse para mejorar el conocimiento de la cultura japonesa.
Mi opinión
Si bien es cierto que entiendo la postura del aficionado porque tiene lógica, me decanto por la opinión traductológica. Al traducir, lo que creas es un producto propio y natural en castellano... En el sentido de que supone un texto "en castellano". Si el autor en su obra usa "-chan" "-kun" "-san" o "-sama", lo hace porque ésa es la manera en la que habla la gente en Japón. Si eso mismo se aplica a una versión en castellano, se pierde todo ese toque de naturalidad, aumentando el exotismo en varios puntos. Algo que la obra original no tenía.
En cuanto a la alegación de que así se comprende la cultura japonesa... No termino de estar del todo de acuerdo. Al eliminar un "-chan" no se elimina un rasgo de la cultura japonesa, sino un elemento de su idioma. La labor de una traducción (en teoría) es la de convertir unos signos lingüísticos de un idioma en signos lingüísticos de otro, manteniendo el significado. En la medida en la que el lenguaje refleja una cultura y una manera de pensar esto puede resultar complicado y muchas veces los límites no son claros... Pero si hay que respetar un "chan" porque los japoneses usan "chan", entonces nunca podrían decir "No hables así a mi hermano" porque tendrían que decir "no hables así a mi hermano mayor (o menor)", ya que el término "hermano" tal cual no existe en japonés. Si seguimos así, más rasgos lingüísticos (que no culturales) del japonés se siguen colando y colando en las traducciones y el texto termina siendo algo carente de naturalidad. No sería comparable al original porque en parte el eje naturalidad / exotismo (incluyendo, por supuesto, una manera forzada de hablar) difiere entre la versión original y la traducida.
También hay quienes dicen que eso no importa, que prefieren usar una traducción más literal para entender palabra por palabra lo que dice el autor. Y también tienen toda la razón de quererlo. Para ello existen las traducciones anotadas, donde las palabras se traducen muy pegadas al original y después mediante asteriscos prácticamente en cada frase se explica el contenido y lo que quiere decir. Por ejemplo:
-Te ga hayai desu ne => Tienes las manos rápidas, ¿eh?
*N. del T: Dicho japonés mediante el que se indica que cierta persona tiene manos largas en sentido de que roba con facilidad.
En fin, que en este campo la discusión está servida y los ánimos tienden a calentarse bastante a menudo. Es una lástima porque yo opino que es un problema traductológico bastante interesante y se podría aprender mucho de la visión de ambos campos.


















