jueves, 6 de marzo de 2008

Fragmentos

Siempre ha sido tu perfil
Y mis manos dibujando la silueta de tu nariz.
Lo sé.
Aún lo recuerdo.
¿Era un secreto?

Son las doce y aún demudas
Las danzas y los solsticios en caricias de dolor.
Son las doce.
Da el reloj.

Cuando duermes
Cuando sueñas
¿Aún me espias?
Eso creo
(En la distancia)

Oh, fragmentos repartidos
Por espacios infinitos que acuden
Al grito de tus entrañas
De tus manos y palabras.

Son hermosas.
Y son puras.
Eso creo.
Veo
Y siento.
Sigo siendo.
Déjame bordar tus dedos otra vez más.

El anular izquierdo
El corazón cortado
Cercenazo aquel invierno bajo el sol.
Sobre la hierba.
Era la nieve. Era la niebla.

Oh, fragmentos esparcidos
Por espacios de metal y adoquines de madrugada.

Otra historia entre callejones de cemento
De ciudad mientras tú duermes.

¿Esperando?
Eso espero.

Lo siento. No hay tiempo. No hay días. Hacía tiempo que no había un toc, toc, toc, toc en mi cabeza. Déjame entrar.

Me alegra saber que aunque dormida y peleando con los pies en la tierra, ese algo sigue durmiento en su letargo. Y a las tres de la mañana despierta un momento, susurra, se esconde y vuelve a dormir.

Sigo siendo. Eso está bien.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Claro que sí

Anónimo dijo...

Bajé del volcán y paso por aquí apenas para saludarte... Reinicio mi libro abierto... un beso... Pau Llanes

Anónimo dijo...

sigue siendo!

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