jueves, 14 de mayo de 2009

Inocencia

La vida es muy perra. Se encarga de irte robando la inocencia golpe a golpe, Por supuesto que te haces fuerte como las espadas en la forja: a martillazos. Necesario en la vida, cierto... ¿Pero dónde queda la inocencia? Podría decir muchas más cosas que me salen a veces, justo después de decir que no entiendo el mundo e inmediatamente antes de que me llamen utópica. Pero se me cierran los ojos del sueño. La cuestión es que si tienes que ser fuerte no te permiten ser inocente. Te comen como hienas hambrientas. Así que no puedes permitírtelo si tienes que sobrevivir y nadie te procura alimento.

Es injusto pero c'est la vie.

Hasta que entonces quedas con una amiga muerta de sueño, sin ducharte (por el baño) y doblada como un 7 porque eres "muy mujer" y te dice: Toma, es un regalo muy tonto pero me ha recordado a ti. Mariposas para el pelo. Dos ganchos para el pelo con forma de mariposas blancas. Preciosas. Y es un consuelo saber que incluso cuando creías que habías sacrificado la inocencia, la dulzura y la femidad más clásica por sobrevivir... hay alguien a quien le sigues recordando a una puñetera mariposa.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Quizás, quizás, quizás el truco sea en la colocación de varias personalidades parecidas... una la sacas a la calle y la otra la dejas en casa...

Ladrón de mandarinas dijo...

Hace tiempo me enamoré de un personaje ficticio. La chica, bastante candorosa, tenía tatuada una mariposa a un lado del vientre. Simbolizaba esto la belleza efímera, pues su papel en la historia era el de un amor perdido e irrecuperable.

La cuestión es que, en fin, era prostituta. Y resulta que la palabra mariposa, en el idioma original de la obra -japonés- venía a significar algo parecido a señora de la noche -seguro que tú lo sabes mejor que yo.

Me resultó bastante irónico el doble sentido del bichejo, y al final no supe si las mariposas me parecían seres angelicales dignas de ser admiradas o algo por lo que sentir pena.

Addictive Epicurean dijo...

1.- Si tienes razón... y lo sé... Lo que no entiendo es por qué no lo asimilo de manera tan obvia y nunca me sale. Supongo que con los palos iré aprendiendo... Necesitas la barrera ahí para defender lo que hay dentro, claro.

2.- O probablemente las dos cosas... A mí me gusta porque han mutado. Entre los colores y la forma, perfectamente podrían ser flores voladoras. Son bonitas, pero parecen demasido frágiles... Yo no puedo ser así y a estas alturas tampoco valgo. Pero me gusta pensar que ideas como mariposas anidan en mi pelo. Daré uso a los ganchos.

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