viernes, 27 de marzo de 2009

Resumen


Este es el resumen del día de ayer. Una flor blanca chuchurría recuperada a base de aspirina en el agua y otras dos de color violeta más vivas.

jueves, 26 de marzo de 2009

Somos

Y no lo digo por toda la gente que últimamente hay en mi cabeza (Estela dice hola). Me refiero a la tendencia indiscutiblemente humana de la categorización. No importa la complejidad que entrañe el ser humano, siempre existirá alguna etiqueta que lo simplifique y ayude a entenderlo por medio de clichés. Luego está la gente que no encaja ni en eso, que es la que recibe por la calle los gritos de: ¡Monstruo! o bien ¿¡De dónde has salido!?

Pero esto ya está muy oído me parece a mí... Yo al menos lo veo como un mecanismo mental lógico y para el que la mente humana está diseñada. Abstrae y generaliza. Hay que poner orden en el caos.

No me refería exactamente a esto...

Si no a otro tipo de categorizaciones que van con el verbo ser. Por ejemplo, hay gente que se define por un rasgo de su carácter (por ejemplo ser políticamente liberal o conservador) o por pertenecer a una asociación (cultural, ecológica, política o de libre albedrío, yo qué sé). Pasa a convertirse en "liberal" o "conservador" o "ecologista", "gótico", "punk" o "psychobilly" y bajo ese prisma engloba casi toda su personalidad, o deja gran parte en un segundo plano. No quejamos por los clichés que nos ponen cuando gran parte de nosotros lucha por aferrarse a un estereotipo y ser el mejor dentro de ello.

Luego hay otro tipo de identificación con el verbo "SER". No sé por qué, para los camareros de varias cafeterías (incluido el Starbucks de Urquinaona) SOY ALBANESA. Para otra gente de mi curro y a mistades de nivel medio SOY GÓTICA o DIRECTAMENTE RARA. Y luego está la gente que no te conoce en absoluto. Hoy me han dicho que soy... Espera, ¿cómo era? UNA PIJA BUSCONA. Me ha hecho gracia... y me he dado cuenta de cómo una impresión te hace generalizar y denominar a una persona bajo una etiqueta sin saber absolutamente nada. Así que somos, somos, somos etiquetas. Y entre ser una cosa y la otra a veces me pierdo y ya no recuerdo quién soy. En fins, otra noche más.

viernes, 13 de marzo de 2009

Diferenciando

Con el tiempo los "momentos" cambian. Me refiero a esos instanes de certeza absoluta en los que dices: Soy, al margen de todo.

A la salida del trabajo, he ido a echar un café con la señorita Saturnal hasta que el Starbucks ha cerrado. De vuelta a casa, comiendo un sándwich por el camino, me he parado para cruzar una calle. El semáforo estaba en rojo para los peatones y docenas de personas han comenzado a cruzar de un lado a otro aprovechando que no venían coches. En medio de esa marea (o llamémosla miasma) me he quedado quieta viéndolos: a unos de frente, y a otros de pasada por el rabillo del ojo. Y en el centro del huracán, en la quietud en el núcleo del frenesí me he descubierto como entidad ajena a todos ellos y todo ello (una Barcelona nocturna, mareada, grotesca y deforme). Impermutable. Yo ante el resto.

Lo he agradecido, pero el mareo no me lo ha quitado.


jueves, 12 de marzo de 2009

Meteoros

Tengo una duda...

¿Cómo pasas por la vida como un meteoro cuando el día a día no te deja ni un solo momento para volar? Quiero estallar ahí arriba, pero no encuentro la oportunidad.

viernes, 6 de marzo de 2009

Reformulamos



Reach for higher ground
About the way you look,
The way you scream out loud.


Mi pequeño compañero de viaje, un meteoro para toda la vida.

jueves, 5 de marzo de 2009

Hipótesis de Sapir-Whorf

El clásico de los clásicos de la lingüística, damas y caballeros. Creo que no hay hipótesis más repetida en los cursos de traducción que la de Sapir-Whorf y aún a día de hoy me la voy encontrando aquí y allá con ejemplo de lo más "curiosos" (por suscitar un "Bleeeergh" por parte de cierto lector de este sitio).

Hoy he ido a la universidad para arreglar un problema con unas convalidaciones y he aprovechado el trayecto en ferrocarril para seguir leyendo Decir casi lo mismo, un libro sobre experiencias traductológicas de Umberto Eco que puedo poner muy a caldo. La cuestión es que, en efecto, menciona la omnipresente Hipótesis de Sapir-Whorf.

Según estos señores (Sapir y Whorf) el idioma que hablamos condiciona nuestra mente y el entendimiento del mundo. Es decir que si una tribu perdida del Amazonas no tiene una palabra para el color "rosa", eso significa que no podrá entender la idea de "rosa" y probablemente ni lo diferencien ni lo vean. La hipótesis se cae por su propio peso, cierto. (Pero sin embargo reaparece una y otra vez de la manera más peculiar. ¿Alguien recuerda ciertas declaraciones en las que se defendía que el bilingüismo es un tipo de esquizofrenía? Evidentemente, como dos sistemas para entender la realidad conviven juntos....

Hay ejemplos a patadas... Pero creo que esta mañana he leídoel más gracioso con el que jamás me he topado. Muy bien, la cuestión es la siguiente: ¿Por qué costó tanto cristianizar al pueblo vasco? Porque como no tenían un término para designar a "Dios", no entendían el concepto de "Dios". La palabra con que finalmente se refirieron al Todopoderoso fue "Jaungoikoa" (El señor de arriba).

Muy bien... Entonces que alguien me explique ahora por qué los angloparlantes se refieren a él como "Lord", pero no pasa nada. O en castellano está tan extendido el uso de "señor".

Aunque la hipótesis Sapir-Whorfiana se tambalea hasta en la parte más etimologica. La mitología vasca gira entorno a una diosa principal (que no diosa madre) y es plenamente ctónica. Muy bien, el genio principal de sus creencia una "Jainkosa", femenino de "Jainkoa" que a su vez proviene de "Jaungoikoa". Ahora bien... Si el termino "Jaungoikoa" se adoptó a raíz de la entrada del cristianismo... ¿Cómo denominarían hasta entonces a Mari, la diosa vasca? Tal vez solo fuera un genio de las profundidades sin estatus de Dios, como el resto de sus amigüitos. Sí, es lo más probable... Pero tiene inri que se empeñan los señores cristianos en introducir a Dios, y lo que crean es simultáneamente a La Diosa. La única, porque nadie más en todo el panteón ostenta ese título.

¿A qué viene esto? Pues no tengo la menor idea... Yo quería hablar de mi momento surreal en secretaría tratando de explicar que me faltaban unos créditos por convalidar, cuando la señora que me atendía me dice: "¡Yo te he visto por la tele! ¡Sabía que eras tú! ¿¡Veis cómo era ella!?" Juas, juas, juas... Si es que hay gente adorable que te alegra el día.

;;

Template by:
Free Blog Templates