viernes, 25 de junio de 2010

Giovanni Boldini

Giovanni Boldini es un señor que nació en 1842, murió en 1931 y se dedicó a pintar. Bueno, no sólo se dedicó a pintar sino que era bastante bueno en lo que hacía. Así, a grandes rasgos, su obra tenía un cierto toque impresionista y era un pintor urbanita que retrataba escenas costumbristas de las clases más altas de la sociedad. Aunque, principalmente se dedicaba a hacer retratos.

Hasta aquí el rollo macabeo, una descripción del montón que podría servir para la mitad de los pintores de la época (imagino). Nunca me ha parecido que estas introducciones sirvan para explicar a la gente lo que esconde la obra de un artista. A ver cómo lo hago.

Hay algo en los cuadros de Boldini que los hace diferentes. Mis pintores favoritos (Waterhouse, Alma Tadema, Millais, etc.) retratan una belleza calmada y estética, cuyo encanto radica en el hecho de ser sosegada y pausada. Boldini es todo lo contrario, los personajes de sus cuadros son perturbadores e inquietantes en sus miradas y actitud. No hay relax al mirarlos. Como si estuvieran a un paso de empezar a perder la cordura, pero nunca lo hacen: ese límite de la locura contenida es con el que juega. Esta sensación se consigue en gran parte mediante el sciabolate, las pinceladas rápidas y violentas con las que el autor terminaba la parte inferior de muchos de sus cuadros. Servían para dar vida y movimiento y a los cuadros, pero también un mal rollito del copón.

En cuanto a su temática, Boldini fue sobre todo retratista de mujeres y a mí me gusta pensar en este conjunto de cuadros como en una galería con diferentes tipos de feminidad; eso sí, siempre con unos elementos muy comunes. En una época donde las damas todavía vivían entre baras de hueso de ballena, las modelos de Boldini se muestran sensuales y desinhibidas, con una elegancia viva, no-enconsertada y felina. Es como si en cierto modo este señor hubiera puesto un anuncio en el periódico bajo el lema: "Encuentra la femme fatale que llevas dentro".

Consuelo Duquesa de Marlborough con su hijo Ivor Spencer Churchill


Retrato de Gladys Deacon


Retrato de Madame Pages con vestido de noche


El fajín negro


Retrato de Madame Juillard vestia de rojo


En contraposición con estos ejemplos, los retratos masculinos que realizó son mucho más clásicos. Su técnica como pintor queda en relieve, pero su personalidad desaparece del lienzo.


Retrato de un joven


Conde Robert de Montesquiou


Retrato de Guiseppe Verdi


Boldini también realizó algunos desnudos a lo largo de su obra. En estos casos, se aprecia claramente toda la sensualidad y los primeros atisbos de locura que quedaban velados en sus retratos.

Mujer desnuda en gris (Sinfonía en gris)


Mujer desnuda reclinada sobre cojines amarillos

Mujer desnuda reclinada III


Finalmente, me gustaría hablar del aspecto más decadente de Boldini. Esta locura que se aprecia en los desnudos no es la única, sino que estalló en toda una serie de cuadros que fueron los que me atrajeron a su obra. La locura se apodera del lienzo con pinceladas violentas, imágenes retorcidas y composiciones difusas. La realidad que se plasmaba en sus retratos da paso a algo que en su monstruosidad resulta inquietante, atrayente y bello. Ya no pertenece al universo de lo que vemos.

Mujer desnuda reclinada II

Retrato de Emiliana Concha De Ossa


De paseo


Mujer con gato


Bailarina española en el Moulin Rouge

Y para terminar (esta vez de verdad de la buena) el que posiblemente sea mi cuadro favorito de Boldini: el retrato de la Marquesa Luisa Casati. Todo un personaje de su época, vamos. Una joven heredera italiana, forradísima de pasta, excéntrica con ella sola, que se declaraba abiertamente bisexual y paseaba llevando a un guepardo con correa. Musa de las artes y la moda, su influencia sigue perdurando entre los diseñadores de alta costura. Y sí, tengo un corte de pelo parecido al suyo. Ju, ju.

Retrato de la Marquesa Luisa Casati con un galgo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Sobre su época de locura no opino mucho, donde ves locura yo veo "decadencia snob" y "proto-diseño publicitario moderno" (o quizas sea justo al revés, que parte del diseño publicitario se inspira en la locura de esa época), pero respecto a sus primeras obras, lo que se hubieran divertido éste y a los impresionistas con una reflex digital XDDD (sobre todo en nº 2, 5 y 6)

Addictive Epicurean dijo...

¡Drizzt! No sé cómo he podido sobrevivir tanto tiempo sin que me lleves la contraria. Ja, ja, ja, ja. En serio, lo echaba de menos. :P

Ay, mon ami, es que la decadencia es locura. Y la locura es decadente. Y lo raro es que no haya hablado más extensamente de esto en alguna entrada sobre categorías estéticas... Hum...

Lo de la Reflex Digital yo no lo había pensado, pero ahora que lo dices estoy de acuerdo. XD
Qué quieres que te diga... Ju, a mí me hubiera gustado que este hombre me retratara, la verdad.

Me encanta estar dispersa y difusa... Pero ya vuelvo como siempre, hoy es el primer día que he podído salir de casa a pasear!

WODEHOUSE dijo...

Me gusta mucho cómo lo has expuesto. El retrato de la Duquesa de Moulbrough con su hijo es soberbio. La madre toda lozana y sonrosada y el niño todo dengÜe y paliducho como el papel y con los deditos com huesitos, como si fuera un tanto delicado y falto de salud.La psicología de sus cuadros es tremenda. Y los modelos de ropa los reproducía a la perfección, era un experto en moda y sabía a qué modisto pertenecía cada traje que dibujaba...era un poco el precursor de los fotógrafos de moda como fue Meyer el primero que empezó para Vogue. Un saludo.

Addictive Epicurean dijo...

¡Vaya, muchas gracias! No entiendo mucho de arte... Por no decir que nada, nuncahe recibido formación ni he leído demasiado sobre la materia. Pero me gusta mirar bien lo que veo y sacar mis propias conclusiones. Creo que eso es exactamente lo que significa ver el "encanto" de una obra o un artista.

No había reparado en el tema de la ropa, pero ahora que lo dices creo que tienes toda la razón. Y es muy lógico, de hecho. Viendo la obra se aprecia el cuidado con el que trataba a la idea de "mujer", cómo la reproducía con toda su feminidad, cómo (seguro que) en ocasiones extraía hasta un encanto que de normal estaba velado. En este contexto es normal esa apreciación de la ropa y el cuidado al retratarlo... de lo contrario sus mujeres no estarían "completas".

¡Muchas gracias por pasarte!

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