martes, 1 de octubre de 2013
Hoy lo he visto claro. Hago el transbordo en el mismo lugar donde lo hacía para ir a trabajar. La diferencia es que ahora cojo el camino de la derecha en lugar del de la izquierda, algo que no es precisamente santo de mi devoción. Pero ¿qué le voy a hacer? La dirección es la opuesta: antes iba a trabajar a una oficina de Joanic, ahora a estudiar un máster en el campus de la Ciudadela.
Estudios comparativos de arte, literatura y pensamiento. Así se llama el engendro. Engendro con cariño, como el pozo de monstruitos que había debajo de la torre de Palanthas. Bueno, con más cariño. Bastante más cariño.
Estudio elaboraciones del mito, Fausto, técnicas de investigación para doctorado, hermenéutica, procesos creativos, literatura comparada y filosofía. Más o menos lo mismo que hacía por mi cuenta, pero con un sistema académico de por medio y clases magistrales de profesores que me pasaría oyendo todo el día aunque no siempre esté de acuerdo con ellos.
Quería catar el ambiente universitario, ver si la investigación podía ser una vía de salida de cara al futuro. Una semana y creo que ya lo he catado. No es camino para mí, aunque pienso aprovechar hasta el último céntimo de la beca que me han concedido. Hay algo que no encaja. Bueno, siempre hay algo. Es que siempre lo hay.
Podría decir que algo golpea la puerta entre la parte consciente y la parte inconsciente de mi cerebro. Se asoma una patita arácnida de metal por el ojo de la cerradura y me dice que disfrute del año que me ha concedido. ¿Por qué? Porque, como el Fausto literario y Mefistófeles, sigo pensando que le vendí el alma a la reina araña antes de que fuera consciente de haberlo hecho. Si me ofreciera el mismo trato ahora, volvería a firmar. Por supuesto.
Supongo que cuando se cumpla el plazo me entregaré a ella. Siempre tuvo la razón, la historia es interminable y el camino propio hay que buscarlo en primera persona y sobre la marcha. ¿O no? Creo que algo de esto también dijo Machado.
P.D. No sé si alguna vez he dicho que cuando era pequeña mi padre me hizo una cinta (de las de cassette de antes) con varias canciones. Esta era una de las que salía. Nostalgia, vamos.
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