viernes, 3 de febrero de 2012
Estoy de escapada en Nimes. Hace casi dos años y medio que no me daba por hacer algo así y parecía buena idea. Una idea maravillosa hasta que a la ola de frío siberiana le dio por aparecer.
Ahora estamos con una sensación térmica de -12ºC y ráfagas de viento de 85km/h. He tenido que volver al hotel a las 6 porque no había tu tía de aguantar más este tiempo y ahora estoy con unos calcetines de ski, unos leotardos de polar, el pijama y una chaqueta de lana metida en la cama. Empiezo a pensar que soy un poco gafe.
Lo primero que he hecho al llegar, como siempre, ha sido coger un plano en el hotel y localizar la oficina de turismo para arramblar con todo tipo de folletos y enterarme de qué hay por aquí. Por lo que parece, en Nimes hay dos núcleos principales de interés. Uno de ellos es el casco antiguo, de forma triangular y callejuelas laberínticas donde te vas encontrando cosas, y el otro son los jardines de la Fontaine.
Como tampoco tenía mucho tiempo, me he dedicado a dar vueltas por el centro. Cerca de mi hotel me he encontrado la explanada Charles de Gaulle, una especie de plaza muy grande con espacios verdes y una fuente. En verano tiene que ser un sitio precioso, con su césped y su solecillo. Yo me la he tenido que encontrar así, claro:
No iba a ser menos que las cámaras de televisión ni los niños que salían de la escuela: yo también le he hecho fotos. Eso sí, maldito móvil de pantalla táctil. Me he tenido que quitar el guante para sacar las fotos y los dedos se me han quedado de un color que no quiero recordar hasta estar en casita con mi estufa.
La explanada es algo así como el acceso a la parte vieja de la ciudad. Mientras vas paseando por ahí te encuentras con monumentos romanos muy bien conservados y alguna otra cosa que parece medieval. Al lado de la oficina de turismo, por ejemplo, está la Maison Carrée, un templo romano del siglo I que Augusto dedicó a sus nietos. Se ha restaurado hace poco y a mí por lo menos me ha parecido muy impactante. No he entrado (money, money, money), pero verla aparecer de repente en medio de una ciudad moderna... Es curioso. Daba la sensación de que eso no debería estar ahí en medio.
No te haces una idea de la inmensidad del edificio hasta que estás delante de él, es la lástima de las fotos. Pero también hay otro efecto curioso... Cuando subes las escaleras parece que estés sobre una plataforma flotante en medio de la plaza. Las escaleras no se ven hasta que no estás al borde mismo y puedo asegurar que tienen una altura considerable. No sé, ha sido como una superposición espacio-temporal o algo así.
Por lo demás, solo me ha dado tiempo a patear un poco el centro y encontrarme con uno de los iconos de la ciudad: un cocodrilo en medio de una plaza. Me ha picado la curiosidad y he tenido que mirar de dónde venía. Está sacado de una antigua moneda llamada As, en la que salía un cocodrilo encadenado a una palmera en representación de la sumisión de Egipto a Roma. Ajá, ajá... En fin, la cuestión es que es muy gracioso.
Mientras paseaba por las calles he intentado buscar algún sitio donde tomarme un café con leche o cualquier cosa calentita. Ha sido curioso... Yo pensaba que con esa rasca las cafeterías estarían hasta arriba. Pero qué va, nada. Todo estaba desierto. De hecho, hasta me sabía mal entrar en una y molestar a los camareros.
Mañana quería visitar los jardines de la Fontaine y sacarle algunas fotos al anfiteatro, que me pilla de paso. Pero con el frío que hace y el viento que sopla, vete a saber. Hoy ya ha salido volando una valla de las que se usan en las obras y unas diez personas hemos tenido que salir corriendo de la plaza porque igual se nos venía encima. Y mañana va a ser peor... Ya me veo visitando el templo de Diana con un cascote que sale volando y me da en la cabeza. Me va a dar rabia no ver esto con mejor tiempo, pero siempre puedo volver en alguna otra ocasión. De momento, al margen del frío, me lo estoy pasando en grande.
¡Y tengo por aquí una mouse de chocolate de postre!
Ahora estamos con una sensación térmica de -12ºC y ráfagas de viento de 85km/h. He tenido que volver al hotel a las 6 porque no había tu tía de aguantar más este tiempo y ahora estoy con unos calcetines de ski, unos leotardos de polar, el pijama y una chaqueta de lana metida en la cama. Empiezo a pensar que soy un poco gafe.
Lo primero que he hecho al llegar, como siempre, ha sido coger un plano en el hotel y localizar la oficina de turismo para arramblar con todo tipo de folletos y enterarme de qué hay por aquí. Por lo que parece, en Nimes hay dos núcleos principales de interés. Uno de ellos es el casco antiguo, de forma triangular y callejuelas laberínticas donde te vas encontrando cosas, y el otro son los jardines de la Fontaine.
Como tampoco tenía mucho tiempo, me he dedicado a dar vueltas por el centro. Cerca de mi hotel me he encontrado la explanada Charles de Gaulle, una especie de plaza muy grande con espacios verdes y una fuente. En verano tiene que ser un sitio precioso, con su césped y su solecillo. Yo me la he tenido que encontrar así, claro:
No iba a ser menos que las cámaras de televisión ni los niños que salían de la escuela: yo también le he hecho fotos. Eso sí, maldito móvil de pantalla táctil. Me he tenido que quitar el guante para sacar las fotos y los dedos se me han quedado de un color que no quiero recordar hasta estar en casita con mi estufa.
La explanada es algo así como el acceso a la parte vieja de la ciudad. Mientras vas paseando por ahí te encuentras con monumentos romanos muy bien conservados y alguna otra cosa que parece medieval. Al lado de la oficina de turismo, por ejemplo, está la Maison Carrée, un templo romano del siglo I que Augusto dedicó a sus nietos. Se ha restaurado hace poco y a mí por lo menos me ha parecido muy impactante. No he entrado (money, money, money), pero verla aparecer de repente en medio de una ciudad moderna... Es curioso. Daba la sensación de que eso no debería estar ahí en medio.
No te haces una idea de la inmensidad del edificio hasta que estás delante de él, es la lástima de las fotos. Pero también hay otro efecto curioso... Cuando subes las escaleras parece que estés sobre una plataforma flotante en medio de la plaza. Las escaleras no se ven hasta que no estás al borde mismo y puedo asegurar que tienen una altura considerable. No sé, ha sido como una superposición espacio-temporal o algo así.
Por lo demás, solo me ha dado tiempo a patear un poco el centro y encontrarme con uno de los iconos de la ciudad: un cocodrilo en medio de una plaza. Me ha picado la curiosidad y he tenido que mirar de dónde venía. Está sacado de una antigua moneda llamada As, en la que salía un cocodrilo encadenado a una palmera en representación de la sumisión de Egipto a Roma. Ajá, ajá... En fin, la cuestión es que es muy gracioso.
Mientras paseaba por las calles he intentado buscar algún sitio donde tomarme un café con leche o cualquier cosa calentita. Ha sido curioso... Yo pensaba que con esa rasca las cafeterías estarían hasta arriba. Pero qué va, nada. Todo estaba desierto. De hecho, hasta me sabía mal entrar en una y molestar a los camareros.
Mañana quería visitar los jardines de la Fontaine y sacarle algunas fotos al anfiteatro, que me pilla de paso. Pero con el frío que hace y el viento que sopla, vete a saber. Hoy ya ha salido volando una valla de las que se usan en las obras y unas diez personas hemos tenido que salir corriendo de la plaza porque igual se nos venía encima. Y mañana va a ser peor... Ya me veo visitando el templo de Diana con un cascote que sale volando y me da en la cabeza. Me va a dar rabia no ver esto con mejor tiempo, pero siempre puedo volver en alguna otra ocasión. De momento, al margen del frío, me lo estoy pasando en grande.
¡Y tengo por aquí una mouse de chocolate de postre!
Etiquetas: Cultura y viajes
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3 comentarios:
¿Pero usted no era una srta del Norte? (vale, vale, no me pegues con la sombrilla!)
A ver si hay suerte y puedes llegar a ver algo sin viento al menos, que el ()·$)(·")= es un especialista en lesiones aleatorias.
Pd. Los móviles táctiles se pueden usar con guantes si se les hace una modificación o si se compran unos guantes especiales.. Pero creo que al final mejor sacar un momento la mano :S
A esta hola de frio le falta una horda de huargos o similares migrando al mismo paso que las masas de aire, como en la Segunda Edad... en los viejos tiempos XD
Desde hace una semana que no me deja comentar blogger con myopenid v_v. ¡Pero se sabe que soy yo por las paridas que digo! XD
FYI, lo acabo de ver en un blós:
¡Camisetas de Lizzie Siddal!
http://preraphaelitesisterhood.com/t-shirts/
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