martes, 30 de enero de 2007

Despersonalización

La despersonalización está psicológicamente catalogada como un trastorno disociativo; un mecanismo psicológico de defensa en el cual la identidad, memoria, ideas, sentimientos o percepciones propias se encuentras separados del conocimiento consciente y no pueden ser recuperadas o experimentadas voluntariamente.

A pesar de la parafenrnalia de terminología psicológica, esto viene a decir que en ocasiones, algo salta en nuestro cerebro y de repente, nuestra conciencia se aleja de la realidad. En el caso de la despersonalización mucha gente comenta que el mundo de repente parece un sueño, que lo que está sucediendo no es real o que se siente como si sólo fuera un observador de su propia vida. En cierta medida, se da cuenta de que actúa, de que está en "esa" situación... pero no le da la impresión de haber llegado hasta allí. Lo ha estado viendo, pero como si otra persona lo guiara todo.

Vamos, que el sentido de la realidad se desvanece bastante.

Por lo visto, este pequeño trastorno que parece resultar tan angustioso, tiende a presentarse en épocas de mucho stress o en relación con otras tantas enfermedades mentales.

En mi opinión tiene más que ver bastante con el stress y el agotambiento. Aunque claro, ¿qué sé yo de psicología? Cuando llegamos a un límite, por alguna parte hay que explotar, digo yo. Si en un periodo lleno de stress notamos que nos vamos desgastando y además no comemos bien, no dormimos y básicamente acabamos agotados, no me parecería tan raro que la consciencia cayera ligeramente dormida por haber llegado a una especie de límite. Es como si se dedicara a dormir mientras seguimos despiertos... y en su defecto, el subconsciente guía un poco más todas las funciones, todo lo que somos. De ahí, tal vez, la impresión de que estamos viviendo X, pero que otra persona mueve los hilos. De ahí que veamos la realidad a través de un extraño velo.

Pero lo dicho, yo en psicología, nula. Me gusta demasiado conjeturar, me temo. Y creerme lo que más me apetezca en cada momento.

lunes, 29 de enero de 2007

La traducción es un trabajo donde (en la mayoría de los casos) todo funciona con encargos. Hay alguien que tiene algo que traducir, y recurre a ti. Le haces el presupuesto de lo que le costará, una facturita, pagar y trabajo finalizado. La otra variante es pertenecer a los fondos de traductores de unos servicios lingüísticos, empresa o editorial. Estas entidades se dedican a ofrecer servicios de traducción en grandes volúmenes de trabajo, así que los van distribuyendo entre los traductores de su fondo. Lo bueno es que cuando estás ocupada, generalmente puedes regular tu flujo de trabajo... y si el negocio en cuestión va bien, pues sabes que seguramente no faltarán encargos.

Sin embargo nunca se estará en plantilla. Al menos es muy complicado. Te usarán como una caja de pañuelos de papel. Recurren a ti, sacan la traducción que quieren y luego volverán coger otro kleenex si les interesa. Y así, así, así, continuamente. Sólo espero ser una caja de dimensiones industriales.

Por otra parte está la cuestión de darte de alta como autónomo, por supuesto. Y por supuesto también, el absoluto desconocimiento de todos los que acabamos de terminar la carrera y que no sabemos ni lo que ser un autónomo implica. Pero eso será otra historia.

Todo esto es lo que he dilucidado hasta el momento, de lo que me comentaron el viernes para mi primer trabajo. La buena noticia es que me cogieron y lo que yo pensaba que era una entrevista de trabajo, se convirtió en una charla para informarme de cómo tenía que traducir (metodología y terminología) los dos capítulos de anime que me endosaron en el bolso. A mí... que de traducción audiovisual no tengo ni idea.

Y mira que se nota la falta de experiencia... la traducción en sí del japonés a castellano tampoco cuesta tanto, pero las marcas de aparición en pantalla y de desaparición, los gritos, las marcas al hablar de espaldas, las pausas dentro de una misma frase, los llantos, las risas. y sobre todo hacer cuadrar el tiempo y ser consciente de poner todo eso en una traducción exige (espero que sólo al principio) ver la serie una y otra vez...

Si es que te cambian la metodología y es como si te desordenaran la cocina. Igual de perdida.

domingo, 28 de enero de 2007

El trencanous: Cuentos sin palabras

Hoy he ido al ballet por primera vez y he vuelto a casa emocionada. Lo cierto es que no sabía qué estaba esperando ver... supongo que había decidido ir por curiosidad: por ver en directo eso que ves en los zapping de la tele, que no parece tener mucho sentido, ser repetitivo y a lo que la gente sólo acude para decir "he ido al ballet". Pues yo quería ir porque nunca había ido.

La obra que he elegido ver era "El Trencanous" (El Cascanueces). Conocía el cuento por encima y como sabía que era un ballet famoso... pues ale, a verlo. Sin embargo esta versión, representada por el ballet de Santa Coloma, difiere bastante del original. Se podría decir que es una actualización del mismo... pero más bien lo llamaría yo atemporalización. Estéticamente irreal, mezcla de diversos estilos históricos, podría estar basado en cualquier tiempo y en cualquier lugar.

Los escenarios, las luces, maquillaje, vestidos... todo contribuía a la creación de una realidad que se extendía en su mundo propio, hasta los límites del escenario. Una irrealidad muy bien construida, por cierto. Aunque ligera, modernizada y colorista, poseía todas las características del cuento de hadas.

Entre ellas, me gustaría hacer especial énfasis en los personajes (desde los principales a los personajs secundarios que bailan una sola vez). Su marcada arquetipología (como la de los trajes) hace que con sólo verlos se rellenen en nuestra mente un gran número de connotaciones y asociaciones que ayudan a dar densidad a esa sensación de irrealidad.

Por otra parte, ha sido también una buena exploración de un universo fantástico... a través de diferentes decorados, escenarios, personajes y canciones de ritmos y colores divergente que nos han permitido hacer gozar de una amplia gama de sensaciones irreales: de las más graciosas a las más elegantes, un poco de grotesco, un baile en blanco, otro bajo las estrellas, un banco con ruedas, muñecos, ratones, laberintos, trocitos de película con guiños al cine de los años 20, un poco de baile oriental etc... Como si cada uno de esos elementos nos mostrara un aspecto diferente de cierto mundo. Y al final, de la complementación de todos ellos se extrae la imagen general.

Finalmente querría comentar también la cercanía de la representación. Tal vez solo sea yo y mis opiniones extrañas, pero el ballet (al verlo por la tele, al menos) siempre parece muy frío, muy distante, una estética de hielo sin más valor que decir: "He ido al ballet". Sin embargo, entre las sonrisas y expresiones de todos los bailarines y las sentidas melodías, todo el espectáulo se ha acercado al público con sinceridad, sin ninguna fachada... y adquirido esa verdadera simplicidad de los cuentos. Como un cuento sin palabras.
Argumento: Hay quien es capaz de controlar a los demás, de convertirlos en juguetes, y de dar vida a estos últimos como si de humanos se trataran. Un día decide regalar un cascanueces a una niña y lo hace bailar para ella. Sin embargo, el muñeco no tardará en volver a su forma original y volver a caer en los brazos de la joven. Esa noche la niña duerme con él y a través de los sueños de aquella noche, vive un idio con el cascanueces humano, mientras recorre un mundo irreal poblado de seres fantástico.

Y ahora imagínense ustedes todo eso sobre un escenario. La creación de una verdadera atmósfera de cuento. Y por si eso fuera poco, narrado sin palabras.

jueves, 25 de enero de 2007

Sobre la traducción

Hoy en día parece que todo el mundo sabe traducir, que con coger un diccionario todo está solucionado. Y por supuesto, todo el mundo puede criticar tus traducciones - bueno, esto es verdad - y decirte: ¿por qué has traducido ladrón cuando en el original pone manos largas? Y tú le intentas explicar la historia de la traducción literal y la respuesta unánime suele ser: pero si en el original lo pone, tú también tienes que ponerlo.

Los profesores se quejan de esto, los buenos traductores se quejan de esto. No quiero decir lo que mi profesor fan de House dice al respecto... porque si empiezo con frases míticas no paro. La cuestión es que no se dan cuenta de que parte de la culpa se debe a la imagen que la carrera está dando de la traducción.

Tradicionalmente siempre se ha dicho que la traducción tiene un pie en el ámbito del arte. Pero ahora ya no. Ahora parece que sólo se usa para traducir textos científicos, técnicos y jurídicos de la manera más exacta posible. Consecuencia: para que pase a ser ciencia, tiene que alejarse del arte. Y si decimos tantas veces que es ciencia, que es ciencia, que es ciencia, y que no tiene nada de humanísitico pues todo esto nos acaba remitiendo, por cuestión de asociaciones generalizadas, a una serie de fórmulas y sistemas que ofrecen un resultado fijo, cuando lo único de lo que dispone el traductor en muchos, muchos casos, es de su creatividad.

Por supuesto que en traducción hay un gran número de recuersos sistematizados con base científica, y de términos equivalentes que casi siempre funcionan, etc. pero sin la creatividad humana nada de eso sirve.

Y así, hay una cosa muy bonita y muy artística que se llama traducción literaria y que consiste en leer, ver una imagen, absorver todos los matices, asociaciones y connotaciones y después reexpresarlo con palabras en otra lengua de modo que cree la misma imagen con los mismos colores. Y algo asi de bonito, se convierte en la mente de muchos, por las asociaciones que generalmente tenemos de los recursos científicos y su sistematización, en coger un diccionario y anotar una equivalencia que nunca se equivoca.


Para muestra, una cancioncilla que resuena por aquí:
Kimi no nageta shiroi hanataba wo, osanai shoujo ga hirotta. Sono shoujo ni yasashiku yo katte ne, nante ienai
El ramo de rosas blancas que lanzaste al aire, lo recogio una niña. No sé por qué, pero no puedo decirle que lo guarde con cariño.
El ramo blanco que lanzaste fue recogido por una chica infantil. A esa chica no le puedo decir, no sé por qué, que lo crie como si fuera importante

martes, 23 de enero de 2007

Cuando los cuentos salpican

"I can resist anything except temptation" Can you?
Y junto a la nota, la llave de una taquilla del supermercado de al lado. En la taquilla del supermercado, otra nota anónima, más instrucciones y otra llave que llevaba de cabeza a las taquillas de la universidad. Y allí otra taquilla cerrada, otra nota, otra llave sin ninguna marca. Y en la última taquilla (nº9), una caja de chocolate, un último mensaje y las obras completas de Oscar Wilde. Todo anónimo.

La gente está que se tira de los pelos, deseando saber quién lo ha preparado. Yo tampoco lo sé (al menos no a ciencia cierta), pero tampoco me importa saber quién es el causante del alboroto. Tal vez porque si no lo sé, puede sé cualquier persona, y bajo cualquier circunstancias.

Supongo que el simple hecho de que alguien rompa para mí la realidad en miles de trocitos es más que suficiente. Y yo que pensaba que era la única que pintaba paranoias en el aire.

Siempre he tenido un cierto interés por lo ambigüo. Lo que no es ni una cosa, ni la otra. Lo que está en los límites. Como esas situaciones entre la realidad y la ficción... cuando yo mismo dejo de ser real en una realidad real. Y paso a verme desde otra perspectiva... que generalmente acompaña a cualquier cosa que no Es. Mientras contaba lo que pasaba por la facultad me lo dijeron ¡Como en Amelie! - Tengo que volver a ver esa película - . Lo cierto es que los colores sí que cambiaron.

Por fortuna, de vez en cuando la irrealidad de los cuentos nos acaba salpicando. A veces sucede de vuelta a casa, de madrugada. Y otras veces en conciertos en los que directamente se te ofrece el príncipe azul. Otras veces son sesiones de fotos en las que te ofrecen ser una muerta del siglo XIX para un trabajo fotográfico. O una eterna Ophelia. Y otras veces son noches perfectas. Perfectas sin más en el tejado mirando la ciudad. A veces se debe a coincidencias inexplicables. O a sentir a alguien tan cerca de uno que parece que diga las palabras que tú piensas. O cuando el mundo se reduce a una persona tumbada en la cama y la voz de otra al teléfono.

Sea como fuera, sigue habiendo momentos en los que los cuentos salpican. La lástima es que sean pocos. No, perdón. Eso es el encanto. La lástima es que hay gente que no los quiera ver.

lunes, 22 de enero de 2007

Curiosidades

Tengo una duda... ¿por qué las heridas que más molestan son las más tontas?
Los cortes en los dedos con las hojas de papel
La lengua quemada por beber sopa demasiado caliente
Las consecuencias de las tiras de cera tibia para depilar

Hoy me he quemado con el arroz, debe de ser eso.

The Beach Bride

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De vez en cuando se encuentran cosas que están en esa línea entre la realidad y la ficción. A veces salpican y te acaban contagiando. Y otras veces, no llegan a tanto. Así que solamente te queda seguir envidiando esa ambigüedad, que parece imposible de existir más allá de la puerta de la habitación. Una ambigüedad que resulta más hermosa que ninguna otra cosa, pero que a la vez se vuelve igualmente distante.

En fin, a veces las fotos también cuentan toda una historia: El eterno prometido muerto y la novia abandonada. Y seguirá siendo la eterna novia.

Adoro los personajes de este tipo, con una carga a las espaldas y con la cabezonería de seguir hacia delante aunque sepan que no queda nada por venir que sea mejor de lo que ha habido antes. Y ya no buscan, sólo siguen. De hecho, se quedan congelados en lo que fueron en ese momento. Se vuelven eternos y ¡pum! de repente un arquetipo.

Lo dicho. Que hay fotos con historia.

viernes, 19 de enero de 2007

Su descubrimiento fue accidental, pero desde entonces se ha convertido en uno de mis cuentos favoritos. Aunque como siempre, supongo que muy poca gente lo llamaría así.
Con una estética entre libro de ilustraciones y cuento oscuro, esta pequeña historia es el producto de un colaboración entre el grupo francés Acwl y Nicola Sirkis, cantante y líder de Indochine (otro grupito francés).
Sólo un par de cositas.
1. El diseño de personajes es simplemente precioso. Ambos protagonistas tienen su encanto ambigüo y dual. Sin ser humanos, pero sin dejar de serlos. Si es que *sigh* los recursos que tiene la ambigüedad y lo poco explotados que están.
2. La técnica narrativa al más puro estilo de los cuentos ilustrados para niños, en contraste con la oscuridad dominante.
3. El eterno Él, la eterna Ella y la eterna historia. Pero muy dulce sin llegar a ñoño. Tal vez porque tampoco aspira a ser "gran historia"... sino solo cuento. A mí al menos me parece bonito.
Quand viendra l'heure.

jueves, 18 de enero de 2007

El legado de Sherlock Holmes

Me gusta diferenciar dos tipos de cuentos. En unos, los personajes son estereotipos desgastados que ya conoces (el principe, la princesa, el héroe, la chica) y sabes cómo actuarán. Por lo tanto, el interés del cuento está en la trama en sí... en lo que pasa.

En otros cuentos, sin embargo, el foco se dirige al personaje. Generalmente se trata de arquetipos, de personajes completos. El encanto de estos cuentos no está en "lo que pasa", sino en el personaje en sí. Cualquier historia, cualquier situación está bien, porque lo que queremos ver es cómo se desenvuelve el personaje en ese escenario.

A mi al menos, eso es lo que me pasa con el señor Sherlock Holmes (otro amor platónico frustrado, principalmente porque no existió). Las historias no tienen gran cosa a excepción de las vueltas y recovecos de las deducciones y esa maravillosa sensación de "me siento tonta". Pero me encanta ver cómo se mueve Holmes. Me encanta el principio y el final de cada cuento, cuando lo veo actuar en la vida cotidiana.

La lástima es que Conan Doyle falleció hace ya unos cuantos años y no me queda nada que leer sobre el detective cocainómano. Pero eso sí, en ocasiones surge algún fan del escritor que copiando fielmente el estilo autor inglés intentá escribir una nueva aventura. Y ese es precisamente el caso de "Los Años Perdidos de Sherlock Holmes" (de Jamyang Norbu), con una muy buena traducción de R. Vilagrassa.

El libro abarca los dos años entre la desaparición de Holmes y Moriarti en las cataratas de Reichenbach (o como se escriba) hasta su reaparición en el cuento de "La casa vacía", si no recuerdo mal.

La primera parte de la novel es excelente. Un caso de Holmes en toda regla, copia perfecta del estilo narrativo y los trucos de Doyle. Para mí ver a Sherlock paseando por las calles de la India fue causa de más de una sonrisa de esas tontas a más no poder. Un poco como: "Cuando pensaba que ya no podría ver nada más sobre él... un poquito más de vida".

Sin embargo, la segunda parte... uy la segunda parte. Primero y ante todo: No aguanto al nuevo Watson (demasiadas ansias de protagnismo). A ver Holmes, siempre ha sido Holmes y es lo que le ha gustado a la gente. Es injusto, pues sí... muy injusto que siempre tenga razón y el foco recaiga sobre él, pero es que precisamente la gente lee las novelas por leerLE.

Y segundo... en mi casa lo llamamos IDA DE OLLA. Veo muy bien que Holmes llegue hasta el Tibet, que se haga pasar por un nativo de la zona, que aprenda el idioma en 5 meses (hasta estoy de acuerdo), pero ¡que sea la reencarnación de un antiguo lama que luchó contra un lama malvado que resultó ser una vida anterior de Moriarti! Por ahí sí que no paso. Y de repente ves a Moriarti haciendo levitar objetos y lanzando prácticamente cimitarras voladoras y Holmes haciendo campos de fuerza y... LÁGRIMAS EN MIS OJOS. Eso es lo que había, lágrimas en mis ojos.

*sigh* Y yo que tenía esperanzas que en esos dos años Holmes se reencontrara con Irene Adler...

En fin. Que cada uno es libre de hacer lo que quiera con lo que escriba (y para muestra este blog de aquí) pero... vamos. Que eso no, por favor.

martes, 16 de enero de 2007

Estáis a las puertas de...

Será que hoy he tenido seminario de traducción jurídica y me he puesto a pensar en las frases míticas de mi profesor fan de House. Entre ellas: "Ya estáis en cuarto, acabando la carrera y a las puertas de... bueno, a las puertas de algo". Sí... ese algo es precisamente lo que me inquieta.

Hasta 4º de carrera todo el recorrido está marcado... "sigue el camino de baldosas amarillas". Pero después, y lo pregunto con toda franqueza, "¿qué viene?".

Lo único que sé es que tengo que encontrar trabajo. Muy bien hasta ahí... ahora la duda es ¿cómo se encuentra? ¿cómo te contrata alguien? ¡Ay! Que soy traductora, que soy autónoma... bueno, da igual ¿cómo se encuentran clientes? Si nisiquiera me han explicado cuánto tengo que cobrar por palabra, ni a hacer un presupuesto.

En fin, así están las cosas. En cuatro años de carrera, con algunas asignaturas ciertamente inútiles, sólo algunos profesores se han dignado a explicarnos los misterios arcanos de la profesión en sí. La situación de explotación de "tradúceme esto para dentro de una semana" o "como cobras por página te lo he puesto todo con letra 6 y espaciado simple". Pero ¿cuáles son nuestros derechos? ¿Hay algún convenio? ¿Algunas directrices? ¿Foros en los que buscar trabajo? ¿Qué herramientas te exigen conocer (¿memorias? ¿programas para localización de software?)

Y sobre todo... ¿qué narices se hace para buscar trabajo?

Si a esto le comparamos las actividades que se llevan a cabo en todas las universidades de Japón para que los alumnos que se graduen encuentren trabajo... yo ya me deprimo. Según la facultad y la carrera, hay ciertas empresas o clientes que acuden a la universidad en cuestión, dan charlas sobre sus empresas, sobre los puestos vacantes, los candidatos que buscan, etc.

Y mientras tanto yo aquí, que el otro día recibí mi primer encargo de traducción japonés-castellano y no sé cuánto tengo que cobrar por palabra.

domingo, 14 de enero de 2007

Telefónica

Pero qué bonitas son las entradas y los posts sobre Telefónica. Estos sí que parecen cuentos de hadas por lo imposible y ridículo de las situaciones.

Toda la historia comenzó en el santo momento en el que en el piso decidimos contratar el duo de telefónica, con tarifa plana de ADSL y llamadas nacionales a fijos. El primer intento fue via internet y en 10 días no hubo respuesta... así que a continuación fui a una sucursal de telefónica a contratarlo directamente. A ver si de esa manera funcionaba.

Y bien que funcionó. Solicitamos el alta de línea gratis y el pack dúo ése. Y perfecto; creo que en unas 48 horas teníamos llamando a la puerta al señor que debía traernos el material necesario para las instalaciones de rigor. El buen hombre entró como Pedro por su casa- tipi tapa tipi tapa - y configuró el portátil y los ordenadores de sobremesa para poder acceder a Internet sin cable, mediante wi-fi.

Y mientras tanto, yo sin ordenador y sin conexión porque todavía estaba pensando que había posibilidades de resucitar mi viejo portátil.

Ahora viene lo bueno.

Primera Factura:
A pesar de solicitar el alta de línea gratis, etc. Telefónica nos sabló 167 euros, en lo que nosotras pensábamos que era la instalación y el pago por el rúter. Así que no dije nada y me mordí la lengua aún a costa del peligro de envenenarme si mordía muy fuerte - las pestes que quería soltar yo sobre la compañía.

Segunda Factura:
Y esto ya es el chiste. Nos clavaron 350 euros por la instalación. Lo curioso de todo es que nosotros nunca solicitamos el servicio, sino que el hombre se personó en el piso e hizo su trabajo como si nada. Y para colmonunca nos comentaron el precio de los dispositivos que nos instaban instalando para no necesitar cables de conexión en las torres, ni siquiera la tarifa de la instalación.
Lo más bonito de todo fue el momento de: "Pero esto sólo son 40 al mes, verdad? No hay sorpresas" "No, no claro que no... sólo la tasa de 40 + el mantenimiento de línea"

Sí vamos, ya veo. Como para fiarte, que lo preguntas directamente y no te dicen cuánto cuesta el servicio. Que la gente te añade los servicios y dispositivos que quiere sin consultarte si te interesan o no, como si ya vinieran en el pack. Si no te informan ni preguntando ni sin preguntar, cómo se supone que se puede saber lo que te está costando de verdad?

viernes, 12 de enero de 2007

Me da la sensación de que ya he mencionado en alguna ocasión mi afición por los cuentos. Al contrario de lo que opina mucha gente, como cuento yo no solo entiendo los típicos relatos infantiles de Andersen o Grimm, sino que hay muchas otras variedades de pequeñas historias que pertenecen a este género.

Una de estas variedades son los relatos de mitología clásica. Por supuesto se pueden enfocar de mil maneras diferentes, desde la perspectiva académica de las Bodas de Cadmo y Armonia, hasta el más típico cuento - como es el caso.

La trilogía que compone el "Breviario de mitología clásica" de Michael Köhlmeier es un precioso ejemplo de mitología y relatos vivos, narrados como si de cuentos de hadas se trataran. Los dioses y héroes más variados del panteón griego se dehsacen de esa sensación de austeridad y alejamiento y se convierten en los personajes de (si no calculo mal) unos 50 cuentos. Toman una forma cercana al lector, como personajes con su psicología y caprichos expuestos llanamente.

La narración se desarrolla de una manera ágil y fácil de leer y la distribución del los libros en breves capítulos, cada uno a cargo de un mito diferente al anterior, alenta al lector a continuar con otro cuentecito más. Muy muy fácil de leer.

En lo que al contenido se refiere, vale la pena mencionar que no sólo se tratan los mitos y personajes standard que todos conocer, con los datos e información standard. De hecho, parece ser un estudio bastante más profundo. La información, los detalles, el simbolismo, los lazos genealógicos que se ponen de relieve una y otra vez, nos permiten disfrutar de historias más allá del nivel inicial de "Yo sé quienes son los Olímpicos y que Zeus se tiraba a todo bicho viviente".

Podemos encontrar presente la misma información que en muchos ensayos serios; la diferencia es la manera de presentarlo. En tanto que los ensayos cuentan "lo que sabemos" y presentan un mito fosilizado "aunque sabemos esto del mito", el breviario de mitología clásica nos ofrece "una historia contada". Recibimos la misma información pero de una manera más amena que nos atrae más hacia esos castillos en las nubes.

En cuanto a la temática que abarca: desde las grandes sagas de la Odisea y la guerra de Troya a héreoes como Belerofonte, Teseo, Perseo, Heracles, Edipo, guiños a la mitología minoica y egipcia, misterios dionisiacos, metamórfosis, el rapto de Koré, odios entre hermanos varios, etc.

En resumen:
Mitos griegos contados, tal y como se cuentan los cuentos.

sábado, 6 de enero de 2007

El fenómeno House

¿Hoy por hoy quién no conoce al doctor House?

Cuando volví, después de un año en Japón me encontré con que todo el mundo estaba hablando de dicha serie de Cuatro (y valga decir que yo ni siquiera conocía la cadena). Ilusa de mí, que me parecía que había pasado otra vez lo que pasó con la fiebre por Urgencias de hace unos años. Pero vamos, que alguna pequeña diferencia sí que había XD

Una de las principales críticas que está recibiendo la serie es que los capítulos se parecen en exceso entre sí. Y bueno, yo no puedo negarlo. Se presenta un caso, piensan que es A, el paciente empeora, piensa que es B, el paciente empeora, House dice que C, House hace algo éticamente reprobable, el equpo se queja, el paciente sana.

De ser cualquier otro médico con cualquier otra personalidad, la serie no habría alcanzado las cotas de audiencia de las que disfruta semana tras semana. Así que está clarito que la gente ve esa serie porque simplemente quiere ver a House. Y la verdad es que me incluyo... soy una de esas fans histéricas que cuando sale grito "guapooooo" con acento pueblerino en el salón. ¿Y quién va a negar que es ese personaje concretamente el que tira de la serie? Si la mayoría de la gente no entiende nada de los misterios científicos que presentan...

Así que a quien le guste House como personaje sigue la serie, a quien no, pues no. Y no hay demasiada vuelta de hoja. Sin embargo, a nivel de arquetipos, yo diría que House es un personaje muy muy bueno y coherente. Yo diría que ha emanado directamente del arquetipo de Sherlock Holmes y que sólo han hecho variar la personalidad y área de especialidad a la que se dedica. Lo principal: la deshumanización del cliente/paciente que pasa a ser un simple caso. No hay condicionantes humanos tan sólo una esfera en la que aplicar la fría lógica. Por lo demás, ambos son prácticamente incapaces de procesar las emociones, padecen algún tipo de adicción a sustancias químicas y hay que reconocerlo: siempre tienen razón. Yo lo reconozco, adoro a ambos personajes y precisamente por eso me trago House semana tras semana e incluso grabo los capítulos para ver cómo se comporta el personaje.

Ahora bien... esta House-manía me parece excesiva. Gente, médicos que se levantan de la cama y dicen: "Yo quiero ser como House y decirle al paciente las cosas a la cara". Bueno, bien lo podrían haber hecho antes de la serie, pero ni se les había ocurrido. Pero como ahora lo ven en House y es guay, pues ale, ellos también quieren.

A ver, en House queda bien porque a) Es un personaje de ficción y porque b) Es coherente con el resto del personaje. Un médico que es un condenado hipócrita con su familia y amigos, que va pregonando las maravillosas vacaciones que se pegó y el maravilloso cochazo que se ha comprado no encaja mucho con esa vena de sinceridad absoluta. Lo primero que tendría que reconocer es su prepotencia. Y bueno, ya que quieren ser como House, que al menos en los servicios de sanidad pública se tomen también en serio los casos y no te manden a casa con el diagnóstico equivocado y ni te hagan caso cuando vuelves a las dos semanas habiendo empeorado. Que recordemos que House es de lo más desagradable, pero cura a todos XD

Si es que no hay que asimilar sin reserva todo lo que hecha la televisión: que luego la gente quiere ser desagradable como House así porqe sí y se creen a pies juntillas el gran descubrimiento que hizo Dan Brown con el código Da Vinci XDDDDDDDDDDDDD

viernes, 5 de enero de 2007

Vuelvo a estar desfasada, y es que nunca se me habría ocurrido ponerme a hablar del libro ni de la película por lo malos que me parecen ambos. Pero mira por donde, ayer la alquilé porque mi madre no la tenía vista y dije: "Ale, pues yo también la veo".

Y... bueno... sí... en fin. Primero y ante todo... sigue habiendo gente maravilla y embelesada por la trama de la historia. ¿Cómo es posible que Dan Brown investigara y descubriera una historia semejante? Pues muy fácil. Leyendo cualquier libro de catarismo. El maravilloso descubrimiento que ha hecho que todo el mundo se lleve las manos a la cabeza, llevaba constando en libros desde al menos la edad media y son varias las colecciones de libros modernos (véase en Círculo de Lectores) que hablan exactamente de lo mismo, pero con rigor histórico.

Y literariamente hablando pues... el lenguaje y sintaxis que usa el original es para niños angloparlantes de 15 años como mucho. De literatura no tiene nada, es ya un guión orientado a la gran pantalla.

Que esa es otra... la estuve viendo ayer con subtítulos y a la vez doblada en castellano y por Dios esas traducciones!!!! La línea de la rosa pasó a ser la línea rosa, el siglo XIV a ser el siglo XVI, y una y otra vez aparecía una cierta "llave de bóveda" como para referirse a una "piedra angular". Y eso por no comentar la antinaturaleza de la manera de hablar y como en ocasiones iba a trompicones. Por supuesto esto no lo nota, excepto los desgraciados que llevamos 4 años de carrera de traducción y luego nos llaman tiquismiquis y obsesionados. Defecto de profesión.

Y respecto a la historia en sí... nada nuevo desde el ámbito de los personajes. El héroe al que todo le sale bien, la heroína a la que todo le sale bien, los malos muy malos sin ningún tipo de escrúpulo. Tal vez se salve el profesor obsesionado con su trabajo, que pierde el sentido de la ética y el asesino al que siempre han llamado monstruo y mata precisamente por la única persona que le ha llamado ángel. Poco más.

Novela llena de personajes típicos, con una historia ya mareada hasta la saciedad, previsible hasta el final si es que se sabe algo del tema y que hace como si tuviera un conocimiento mucho superior que el que tiene en simbolismo e historia. Pero con las erratas simbológicas ya me meteré cualquier otro día... Podría haber pasado sin mi odio (XDDDD) y como novela de intriga histórica normalita si no le hubieran dado tanto bombo... pero ese aire de "hemos descubierto el mayor secreto de la humanidad que puede hacer tambalear los cimientos de lo que conocemos"... pues como que no. Anda que no se llevaba ya tiempo sabiéndose eso... y que salga a la corriente general de esta manera...
Ya para el caso podría haber pasado lo mismo con El Ocho de Catherine Neville, pero a diferencia del Código etc. la trama es impresionante.

jueves, 4 de enero de 2007

La sabiduría de los cuentos

Los cuentos están infravalorados hoy en día. Ya casi nadie los lee, y casi nadie piensa que sirvan para algo. A no ser que sea un cuento crítico, cínico, de protesta o que grite mucho, nadie le presta atención. Es curioso, son los únicos cuentos que siguen existiendo y son demasiado amargos como para catalogarlos como tales.

La característica principal del cuento es que... básicamente te abduce. Te arranca de la realidad y durante 5-8 páginas te lleva a cualquier castillo en las nubes, sin que nada te devuelva al suelo. Esos cuentos tan amargos, tan críticos, solamente hablan en 5-8 páginas de algo que ya ves en el mundo y te quejas de ello. No digo que sean malos... es sólo que no cumplen la función del cuento. Te recuerdan lo mal que van las cosas en lugar de llevarte a un sitio en el que se te olviden.

No estoy aquí defendiendo los cuentos de los hermanos Grimm, Andersen y cualquier otro sucedáneo especialmente indicado para niños o mentes infantiles (entre las que me incluyo). Estoy hablando más bien de los cuentos urbanos que aparecen en la música, los cuentos oscuros de Poe, los que de vez en cuando aparecen colados entre las páginas de Baudelaire, los mitológicos, los que echaban en el Cuentacuentos, o los que te hablan de vendedoras de flores desaparecidas a manos de una Madame Tarántula con una araña tatuada en la base del cuello.

Los cuentos tienen de por sí algo extraño que da consuelo. Supongo que será el hecho de coger cualquier tipo de conflico y abstraerlo hasta que queda muy fuera. De tal manera que aunque sea nuestro, llegamos a ver el reflejo en las páginas, en lugar de rumiarlo dentro. Lo bueno es la simplicidad con que se expone... se omiten todos los factores ajenos al conflicto en sí y queda el problema en el puro estado. Por eso se alejan de la realidad, de las circunstancias... y sólo existen en su pequeño espectro: "Van desde aquí hasta allá y punto. No hay más" Y en esa simplicidad y sinceridad está su encanto.

Y nosotros de repente así vemos el conflicto de dentro bien clarito y nos damos cuenta de que alguien lo ha clavado en el cuento. Y además ha dejado fuera todos los factores que no nos hacían darnos cuenta de dónde estaba el problema. Creo que ahí radica el consuelo. Y para cualquier ejemplo sobre las pasiones humanas, remítanse ustedes a todas las historias descritas por los mitos griegos. Es como analizar una por una y de manera aislada todas esas emociones que se pueden generar.

Sin embargo, sigo pensando que el mayor consuelo que generan los cuentos son el llevarnos lejos muy lejos de todo esto. Y aprender una pequeña mentira o verdad de cada cuento... poco aplicable más alla de la propia historia, pero válida. Una pequeña burbuja perfecta en su simplicidad, casi tangible. Y lo mejor de todo, por muy urbano que sea, un cuento pinta mentiras sobre la realidad. Si sigue aprentando ser real... no es cuento.

Todo eso no pasan de teorías mías, pero me gusta darles vueltas.

martes, 2 de enero de 2007

Por fin una buena noticia, Loreena McKennitt ha retomado su actividad musical con la publicación de su nuevo trabajo: An Ancient Muse. Una preciosa obra (seguro, que todavía no la he escuchado pero tengo fe), y una excusa aún mejor para volver a recorrer en primavera algunas de las más importantes ciudades europeas.

11-03-07 Stuttgardt (Alemania)
12-03-07 Francfort (Alemania)
14-03-07 Amsterdam (Países Bajos)
15-03-07 Paris (Francia)
17-03-07 Murcia (España)
18-03-07 Barcelona (España)
20-03-07 Roma (Italia)
22-03-07 Milán (Italia)
23-03-07 Florencia (Italia)
25-03-07 Zurich (Suiza)
26-03-07 Munich (Alemania)
27-03-07 Dusseldorf (Alemania)
28-03-07 Berlín (Alemania)
31-03-07 Harmburgo (Alemanía)
01-04-07 Copenhague (Dinamarca)
03-04-07 Londres (Reino Unido)
4-04-07 Bruselas (Bélgica)

Por lo que sé, las entradas de Barcelona ya han salido a la venta y se están agotando con rapidez. Así que si alguien está interesado, ya se puede ir dando prisa. El precio de éstas oscila entre los 25 del 5ºpino a los 58 de la platea.

Proximamente a ver si pongo por aquí una review del último disco. El adelanto... exploración de ambientes bizantinos.

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