jueves, 4 de diciembre de 2014
La afición por los Live Room Escape, al igual que la afición a los conciertos, es la excusa perfecta para salir de turismo exprés en fin de semana después de pasar algún tiempo ahorrando. Hace unas semanas me desplacé con mi grupo de Escape a Valencia para hacer un intensivo: dos días, cuatro niveles.
Si el amable lector resulta ser habitante de Barcelona o Madrid, o planea viaja a alguna de estas ciudades, tal vez le resulte más interesante la siguiente entrada:
Clue Hunter (Valencia) www.cluehunter.es
Nada más entrar por la puerta ya decía yo que este sitio tenía que ser chulo. Si miras a la izquierda del local desde la entrada, podrás encontrar unas adorables taquillas que podrás usar para dejar todos tus trastos. Si no recuerdo mal, son grises, muy normales, pero con un dibujo de los mejores detectives de todos los tiempos para que puedas guardar tu abrigo y tu bolso junto al que más te guste. Adivinad quién se lanzó de cabeza hacia la de Sherlock Holmes.
a) El despacho del profesor Waichosky
El profesor Waichosky ha desaparecido. Entrad en sus despacho, indagad entre sus cosas y descubrid qué es lo que este misterioso personaje se trae entre manos. La cuenta atrás comienza.
Debo decir que, junto a Roomin, este es uno de los niveles que más ha trabajado la diversidad de enigmas. Después de cuatro o cinco locales, ya sabes más o menos por dónde tiran los acertijos del mundo Escape. Es precisamente por eso que resulta tan refrescante encontrar incógnitas que requieren de tu pensamiento lateral porque los recursos habituales no funcionan. Además, estando en el despacho del profesor Waichosky tuve la oportunidad de hacer realidad algo que llevaba esperando tras una vida de tragarme series y películas de detectives. La página oficial describe la dificultad del nivel como 7/10, pero en cuanto a diseño de enigmas lo situaría en el segundo puesto de mi podio particular.
b) Atrapados en el sótano
¿Es que no has visto películas de terror? Si el coche se te avería en medio del bosque y encuentras una casa vieja, es mala idea llamar a la puerta pidiendo ayuda. Está claro que el dueño es un maníaco asesino que te encierra en el sótano y se va a hacer la compra antes de volver a jugar contigo.
Antes de nada: a nivel de ambientación este juego ofrece algo que, al menos yo, no he visto hasta la fecha en ninguna parte. Ya solo por el entorno merece la pena explorar el nivel que los amables amigos de Clue Hunter han diseñado. Como ese día no me encontraba del todo bien, me perdí un par de acertijos y me concentré en las labores de registro, que exigen una cierta meticulosidad. La página oficial le da un 8/10 de dificultad al juego, y puedo asegurar que a nivel de rastreo y búsqueda de pistas encaja con la descripción. En cuanto a los enigmas, por lo que han comentado mis compañeros, siguen la línea de profesor Waichosky, ¡así que tenemos otro ganador!
The X Door (Valencia) www.thexdoor.com/inicio
Como nos personamos en el establecimiento el mismo fin de semana de Halloween, pudimos disfrutar de la elaborada decoración, un esqueleto con el que nos sacamos la obligatoria foto post-nivel y galletas gratis al salir. Con forma de murciélago y muy ricas, por cierto.
a) White & Black
Una habitación chapada a la antigua en la que todo parece estar bajo llave. ¿Podrás liberar todos sus secretos antes de que acabe la hora?
Al entrar en el local ya te advierten que, en lugar de centrarse en crear una historia, The X Door hace énfasis en los enigmas y en salir de la habitación sin ingredientes añadidos. La página describe la dificultad del nivel como intermedia, lo que creo que se ajusta bastante a mi experiencia. Fue precisamente aquí donde casi superamos el récord del local, pero finalmente no hubo suerte por culpa de una pantalla. La ambientación, por definirla de algún modo, tira a la antigua y con colores muy neutros, lo que tiene su gracia si acto seguido entras en el segundo nivel del local: Colours.
b) Colours
Colorín, colorado, ¿este cuento se ha acabado?
El segundo nivel de The X Door sigue un patrón bastante similar al de White & Black, pero en este caso la habitación está decorada con colores alegres, hay acertijos más elaborados y es necesario registrar a fondo los lugares más insospechados. Algunos de estos enigmas requieren su tiempo para solucionarlos y, si te quedas atascado en un punto, tienes la impresión de haber llegado a un callejón sin salida. En comparación con otros niveles que habíamos probado, Colours sigue una mecánica lineal en la que solo puedes tirar de un hilo en lugar de enfrentarte a varios acertijos a la vez.
Creo que estos dos posts resumen de manera bastante fidedigna mi experiencia con los Escapes hasta el momento. Próxima parada, ¡Budapest!
miércoles, 3 de diciembre de 2014
Free Time: Room Escape! (Barcelona, Madrid)
2 comentarios Publicado por Addictive Epicurean en 17:48
El mundo del ocio y el mundo de la cultura son dos grandes pasiones que crean una combinación perfecta para, al menos en mi caso, extraer de la cotidianidad una narración más interesante que la derivada de las rutinas. En el caso del primero comienzan a surgir propuestas cada vez más inmersivas que tratan de introducir al sujeto en entornos controlados que rompen las reglas de la realidad y lo transportan a la vivencia de una experiencia en primera persona a la que jamás tendría acceso en su vida normal. Este es el caso del tema al que dedico la tarde de hoy: Live Room Escape!
El Live Room Escape es un nuevo formato de juego en el que grupos de 2-5 jugadores entran en una habitación con un misterio a resolver. Puede consistir en hallar planos, encontrar las pruebas que incriminen a un mafioso, descubrir el secreto tras una serie de experimentos, localizar a un profesor desaparecido o simplemente dar con la manera de salir de la habitación.
Una vez planteado el contexto del juego, el anfitrión del establecimiento conduce a los clientes hacia una puerta que no tardarán en atravesar y les informa de que cuentan con 60 minutos para cumplir la misión que se les ha encomendado. Una vez cruzado ese umbral, comienza la cuenta atrás y los jugadores descubren una estancia perfectamente ambientada: un pasillo, la entrada a una casa, el subterráneo de un maniaco asesino, una sala de estar, un laboratorio, un despacho o lo que se tercie. Y sí, antes de que alguien lo pregunte, parecen casas, laboratorios y despachos de verdad, con sus cojines, sus adornos, sus libros, sus cajones, muebles, frigoríficos... y, por regla general, muchos candados.
Una vez recibido el choque inicial a causa de la ambientación y el realismo del entorno, comienza el juego. Busca pistas, encuentra dobles fondos en los cajones, hojas de papel en la papelera, cartas detrás de los cuadros, llaves en la americana colgada en el armario... Todo lo que puedas imaginar con tal de encontrar el código final que se exige para volver a salir de la habitación en menos de una hora. Subidón de adrenalina garantizado, damas y caballeros. Comienzas tranquilo, pero cuando quieres darte cuenta estás mirando la parte trasera de los relojes y te arrastras por el suelo en busca de una llave bajo la mesa. División de tareas, el montón de los objetos usados, el montón de los objetos sin usar (y que no sabes si usarás) y papeles desperdigados por la mesa con los posibles códigos y pistas.
Experiencia única, en primera persona y tan divertida como suena. Si hay alguien interesado en probarlo, dejo aquí una lista de los locales con sede en Barcelona y Madrid que he probado hasta el momento. Esperemos que la lista crezca, que aún me quedan unos cuantos por probar.
Si el amable lector resulta ser habitante de Valencia o
planea viajar a esta ciudad, tal vez le resulte más
interesante la siguiente entrada:
Parapark (Barcelona, Madrid, Vigo) http://parapark.es/
a) Habitación 113 (Barcelona, Gran Canaria)
Un recibidor, dos buzones, dos apartamentos. Un misterio une a las mujeres que habitan en ellos.
Sin duda, la mejor elección para empezar. La ambientación está conseguida, hay una pequeña historia de fondo y equilibra bastante bien distintos tipos de puzle. Es posible que con el tiempo encuentres otros niveles que te gusten más, pero Habitación 113 ofrece una buena muestra de lo que te vas a encontrar en el mundo del Live Room Escape.
b) Experimento Nr. 5 (Barcelona, Madrid)
¿Qué le ha pasado al pobre perrito?
Yo lo probé en Madrid en un viaje relámpago. Sigue la estela de Habitación Nr. 5, con una leve historia de fondo y pistas diseminadas a lo largo de diferentes habitaciones. Nos lo presentaron como de mayor dificultad, pero yo no lo definiría así. Más bien creo que el equilibrio de acertijos/inspección es diferente en comparación con el primer nivel.
c) Pasaje número 9 (Madrid, Vigo)
Trucos, trucos y más trucos (madre mía, qué difícil es dar alguna pista sin hacer spoilers de ningún tipo).
Otro de los que hice en Madrid con mi grupo de Escape, así de sopetón, uno detrás del otro. Aunque no recuerdo que contuviera historia, incluye algún elemento de lo que hemos llegado a calificar de "efectos especiales" que resulta muy atrayente.
Cronologic (Barcelona) http://www.cronologic.es
Viaja atrás en el tiempo, consigue los planos y encuentra la manera de regresar a tu época para cambiar el destino.
Tras el primer nivel del Parapark, ya tienes una idea clara de lo que son los juegos de Escape. Ahora bien, a medida que vas probando, comienzas a conocer las variantes y los elementos en los que hace énfasis cada establecimiento. El Cronologic destaca por su cuidadísima decoración que me dejó con la boca abierta y sus varios acertijos manuales. Por lo visto, han introducido mejoras desde mi visita y han corregido algunos desequilibrios en el flujo de las pruebas. Si alguien va, que por favor informe me cotillee cómo está ahora.
Escapa si puedes (Barcelona) http://www.escapasipuedes.com/
a) Apartamento 97
Poco después de encontrar el virus V-13, el prestigioso arqueólogo Zacarías Viruel (UB) desaparece sin dejar rastro. Veamos si una visita a su apartamento os permite encontrar alguna pista sobre su paradero.
El dueño del establecimiento fue tan amable de invitarnos a probar el nivel y pasó un buen rato hablando con nosotros después de superarlo. Ese fue el momento en el que nos dimos cuenta de que nos estábamos convirtiendo profesionales... O viciados sin remedio, mejor dicho. Escapa si puedes presenta un nivel de decorado muy cercano al de Cronologic, puzles variados y un par de efectos especiales que nos robaron el corazoncito.
b) ¡Proximamente, inauguración de nuevo nivel!
Roomin (Barcelona) http://www.roomin.es/es/
Atención, agentes. Cuentan con una hora para encontrar las pruebas que incriminen al capo de la mafia antes de que el delincuente regrese a su guarida. ¡Sean rápidos y no pasen nada por alto!
Sin duda alguna, el MEJOR Room Escape que he probado hasta la fecha. Aun ahora pienso en ello y se me pone la piel de gallina. Una ambientación logradísima, un tema original e interesante, una variedad de acertijos impresionante y pocos candados. Este último no es un tema baladí, ya que a menudo te topas con que las habitaciones cuentan con un número infinito de candados con códigos de 3 o 4 combinaciones (así que a menudo la cosa se acaba convirtiendo en código-candado-código-candado). En este caso los candados se sustituyen por mecanismos más elaborados para hilar el juego, lo que a su vez contribuye a acentuar la sensación de ambiente e inmersión. Me encantaría conocer al diseñador. Sinceramente, el equilibrio de este juego me dejó impresionada.
¡ATENCIÓN! El nivel de este juego es superior al de los anteriores. Yo recomendaría probarlo después de haber hecho al menos un par, ya que de lo contrario puede resultar complicado.
lunes, 1 de diciembre de 2014
Este fin de semana, después de mucho tiempo, por fin me he animado a ver Maléfica (2014). Creo que lo más rentable a este respecto es guardarme la mayoría de mis comentarios y decir simplemente que Angelina Jolie estaba muy guapa y que yo también quiero tener un cuervo.
Una vez dicho esto a modo de introducción obligatoria, me gustaría detenerme en un par de escenas en las que se puede ver cómo la naturaleza queda modificada según el estado anímico de la protagonista. Aparte de su valor puramente estético, hay algo relacionado con la heroína de la historia que me llamó poderosamente la atención y que creo haber identificado.
Mientras preparaba mi tesina hace unos meses encontré con una aproximación a la figura literaria del héroe desarrollada por el crítico literario Northrop Frye. A día de hoy parece haber cierto consenso en definir al héroe como una figura que engloba los valores imperantes en una situación concreta. Como consecuencia, la imagen y los rasgos que definen al héroe irán cambiando según el tiempo y la cultura en la que lo ubiquemos. En un contexto religioso los mártires o santos pueden considerarse héroes, mientras que por ejemplo el Satán de Milton puede ostentar estas misma calificación en ámbitos revolucionarios. Por poner el primer ejemplo que se me ha ocurrido y que, todo sea dicho, no sé hasta qué punto es válido.
Ahora bien, el señor Frye parece haber refinado esta teoría ideando una escala en la que se muestra como la figura del héroe ha ido descendiendo peldaños desde el cielo hasta la más común humanidad. Si no lo he interpretado mal y mi documentación del verano no me engaña, Frye divide esta escala en los siguientes peldaños.
1. EL HÉROE MITICO
Criatura divina, superior en naturaleza a los hombres y al entorno humano. Es por lo tanto una criatura sobrenatural, lo que lo sitúa a distancia del hombre mortal y su manera de comprender la vida y el universo. Tenemos aquí, por ejemplo, al dios Dioniso y a la TARDIS (para fans de Dr. Who). Ambas son criaturas superiores al ser humano, con una concepción distinta de la existencia, el espacio-tiempo y un poder sobrenatural en cierto sentido.
2. EL HÉROE DE LOS ROMANCES
El héroe se identifica ya con un ser humano, pero sus acciones siguen siendo maravillosas. Este es el mundo del héroe de la leyenda, el folclore, sus espadas mágicas y sus animales parlanchines. La realidad del mundo del folclore no es exactamente la misma que la que nos rodea, sino una realidad un tanto distorsionada. Prodigios que en nuestras circunstancias resultarían imposibles pueden acontecer en el mundo de la leyenda tradicional. Como ejemplo he optado por Sir Galahad (cuya pureza de corazón le permitió conseguir el Grial) y Bilbo Bolson (cuya pureza de corazón le permitió no sucumbir ante las tentaciones del Único).
3. EL HÉROE SUPRAMIMÉTICO
Más cositas. El héroe supramimético entra directamente en el espectro de la realidad. Es un ser human normal y corriente, sin capacidad para realizar hazañas milagrosas ni milagros sobrenaturales. No obstante, aunque supeditado al orden social y natural, ocupa una situación de liderazgo y el conjunto de sus aptitudes son superiores a las del normal de los mortales. En esta tipología se suele poner de ejemplo al Rey Lear de Shakespeare, aunque yo prefiero verlo como un Rhaegar Targaryien son su súper-melancolía, su súper carisma, su súper-arpa y su súper armadura de rubíes que han repetido hasta la saciedad (omitiendo la resistencia al fuego de algunos Targaryen, claro está).
4. EL HÉROE INFRAMIMÉTICO
Y ya va faltando poquito. El héroe inframimético es el que no está ni por encima ni por debajo del ser humano, sino que comparte con él toda su humanidad. Al moverse en nuestro mismo espectro de existencia, se le exige a su creador que también le aplique las mismas normas que estarían vigentes para un humano en esas mismas circunstancias.
Aun así, como el héroe suele representar aspectos positivos del ideario de una cultura, a mí me gusta pensar que cuando se habla de la "humanidad" del héroe inframimético... nos referimos a las características que se aplican a cualquier ser humano y que nos definen como tales: el temor a la muerte, la alegría, la tristeza, el amor, la inquietud. Si nos atuviéramos simplemente a los personajes normales y corrientes (media absoluta), la inmensa mayoría de los personajes de ficción no entrarían en esta categoría: si no es por ser demasiado guapos, por ser demasiado inteligentes, por ser demasiado valientes o por tener demasiado buena suerte. Yo creo que la mayoría de héroes que conocemos encajan en esta categoría, así que he optado por Elizabeth Bennet (Orgullo y prejuicio) y Ron Weasley (Harry Potter). Sí, sí, este último es mago, pero se pasa siete libros enteros enfrentándose al hecho de ser un segundón, demasiado normal y pasar desapercibido. Así que creo que puede contar.
5. EL HÉROE IRÓNICO
Quitando algunas obras clásicas de carácter irónico, me atrevería a decir que este tipo de héroe puede apreciarse sobre todo en obras de carácter contemporáneo. El héroe irónico es el que es percibido como por debajo del lector y el espectador, lo que genera una perspectiva extraña de la historia y sus gestas heroicas. Actualmente no sé hasta qué punto estos héroes mantienen su naturaleza irónica (como para reírnos de nosotros mismos) o se han convertido en algún tipo de crítica social, ya que pueden hablar con la franqueza del bufón que a veces está vedada a los mortales que pretenden ser más comunes. ¿Ejemplos? Muchos. Desde Torrente hasta Homer Simpson, pero si hay alguien que no puede faltar en esta sección es el bueno de Rincewin y su equipaje de peral sabio.
Si alguien ha conseguido leer hasta aquí, se lo agradezco de corazón. Considero de la teoría literaria, la filosofía, las artes, etc. no están hechas para permanecer a la sombra de una torre de marfil y que pueden actualizarse para aproximarlos a la vida real fuera del academicismo. He estado pensando en los héroes de Frye desde el pasado verano, pero tampoco termino de estar segura de mi interpretación. Si algún académico más versado que yo en estos temas pasa por aquí, estaré encantada de intercambiar opiniones con él y corregir mis errores. Mientras tanto consideraré que mi lectura puede contener un par de granos de verdad y que aún quedan muchas cuestiones por discutir, sobre todo en cuando a "héroes" modernos que no encajan plenamente en ninguna de estas categorías. ¿Sherlock Holmes? ¿¡Qué hago con Sherlock Holmes?
P.D. Dios, la maquetación del Blogger es un infierno.
viernes, 21 de noviembre de 2014
La crisis de la modernidad es algo en lo que pienso con frecuencia, principalmente porque mi tesis doctoral gira a su alrededor. El martes tengo que reunirme con mi director para dejar las cartas sobre la mesa y explicar sin tapujos ni palabras demasiado esdrújulas lo que quiero hacer. Es curioso como a veces los fenómenos más corrientes son los más difíciles de explicar y se escudan tras extrañas nomenclaturas que solo sirven para liar las cosas. Aún está por comprobarse, pero creo que se debe a que dichos fenómenos existen para vivirlos o sentirlos... por eso es tan difícil trasladarlos al ámbito del lenguaje, que lo queramos o no sigue estando dominado por la mente lógica del ser humano.
Tal vez se deba a que mi aproximación al tema fue gracias a él, pero opino que Fausto es una buena vía de entrada a la crisis de la modernidad. El personaje, que puede verse rehuyendo la mirada de observador en la imagen de arriba, no es que me genere gran simpatía. Tras vivir encerrado entre estudios y libros, un buen día el pobre Fausto descubre que en realidad está vacío y que no ha conocido nada de verdad. Vamos, que no ha vivido. Aprovechando la crisis se le aparece Mefistófeles, un simpático diablo que le ofrece todo lo que pueda desear hasta encontrar el instante supremos en el que Fausto se sienta pleno. De este planteamiento surgen una serie de aventuras y desventuras (más bien tragedias, con todas las letras) y cientos de temas de conversación.
Fausto es la insatisfacción, el querer más de la vida, el perseguir ese momento tan intenso que se tiñe de colores más vivos que la propia existencia. Esa parte me gusta, sí, lo acepto. Considero que es la sal de la vida y lo que te hace reír a carcajadas por la calle. Sin embargo, su manera de aproximarse a esa sensación me parece poco efectiva... incluso inmadura hasta cierto punto a causa de a) el tratamiento del primer amor y b) la asimilación vida = orden que trata de hacer Goethe. Yo soy más partidaria de la vida = caos. Es un medio líquido, por lo que hay que saber nadar más que construir.
Tras esta introducción completa y absolutamente subjetiva a la obra, quiero decir que este es planteamiento de la crisis de la modernidad: la insatisfacción y la carencia ante una vida que se nos antoja carente de sentido. Eso es lo que nos hace buscar, buscar, buscar. Lo verdaderamente fáustico es, a mi entender, el problema de querer hacerlo todo, conocerlo todo, sentirlo todo para dotar de sentido a la propia vida. En lo que no coincido es en el modo en el que él pretendió hacerlo (no por el pacto maléfico, que Mefistófeles es lo mejor de la obra), ya que a la larga se desvincula demasiado de la vida del común de los mortales.
Pero es un buen planteamiento para empezar y a mí me sirve para volver a entrenar mis dotes de escritura. Juo, juo, juo.
jueves, 20 de noviembre de 2014
Sí, la calidad de la imagen da más pena que otra cosa. Sí, lo que parece verse es la mesa de la cafetería. Y sí, esto es a lo que dedico parte de mi tiempo libre. Al menos el domingo pasado, aprovechando el soleado tiempo otoñal... mientras dure.
Lo que puede verse en la foto es un jueguecito de 20 minutos para dos jugadores. Uno de ellos encarna a Amundsen y el otro a Scott en una implacable carrera por alcanzar el Polo Sur allá por 1911. Para ello tiene que llegar de la esquina izquierda del tablero hasta la esquina derecha. ¿Cómo? Jugando cartas del mismo color que la siguiente casilla de su recorrido. Como esto así, a secas, sería tirando a aburridote, hay caballos/perritos (cada uno con su nombre) a modo de comodín, cartas de buen tiempo que te permiten avanzar más rápido y pequeñas desgracias que puedes lanzar contra tu rival para entorpecerle el paso: grietas, ventiscas, perdidas de equipaje... Todas esas cositas que generan pequeñas venganzas a largo plazo en las relaciones.
Básicamente, en eso consiste el juego, en gestionar las cartas de tu mano y la manera de jugarlas para incordiar al rival mientras te concentras en avanzar por tu propio camino. Rapidito, sencillito y feliz. Bueno, no tanto. Amundsen se comió a los perros en la vida real (comprensible, pero pobrecillos) y en la imagen puede verse a mi ficha azul muerta de congelación tras perder la partida. Lloraba agarrado a sus caballos mongoles, tratando de encontrar calor, pero no hubo manera. Descanse en paz.
Si se amplía la imagen puede verse la dedicatoria del autor del juego, que aquí una tiene nivel.
lunes, 17 de noviembre de 2014
Life is life (na, na, na-na-na), o al menos así lo cantaba Opus con su música ochentera. Hoy en día ya no se estilan esas canciones de melodía simple y optimista que, sin grandes aspiraciones, cuentan la historia de una época donde todo parecía mirarse con mejores ojos. O con menos maquillaje. Aunque las sombras y el rimel de los ochenta también tenían lo suyo. En fin, que bonitos recuerdos.
He llegado a la conclusión de que, males mayores aparte, lo peor que te puede ocurrir en este mundo es encontrarte inmerso en una vida que no está hecha para ti. La experiencia es opresiva y todo se tiñe de colores muy feos. No diría que de gris (que con el rollo postapocalíptico encaja bien), sino más bien tirando a ala de mosca o caca de oca. Yo un día tuve un ataque de vértigo de tantas moscas y tantas ocas, me di media vuelta y fui corriendo sin parar hasta la encrucijada con sacrificios de sangre en la que me había equivocado de camino. Así acabé estudiando un máster en Humanidades, trabajando una jornada completa como autónoma, durmiendo como los benditos cuando me tumbaba en la cama y graduándome con una nota media aceptable y todo.
¿Adónde lleva un máster en Humanidades? Sí, es buena pregunta. Todo el mundo dice que mucha salida no tiene, así que he decidido llevarle la contraria al sentido común y empezar un doctorado sobre la crisis de la modernidad. Mientras tanto, soy feliz y me desespero buscando trabajo tras haber perdido a mi cliente principal porque ha vendido la empresa. Pero de buen rollito, ¿eh?
Ahora estoy embarcada en esa maravillosa aventura que es saber-qué-narices-quieres-hacer-y-conseguirlo, y por ahora estoy disfrutando mucho de la ajetreada travesía en barco. Recibo encargos esporádicos (a cada cual más surreal), preparo una tesis, ayudo a mi director con sus clases de máster y envío muchos currículos (¡tal como dice la RAE!) a editoriales y juegos online con los que paso mi tiempo libre. Sí, tiempo libre, ¡porque después de años por fin lo tengo! Esto explica mi presencia por aquí y mis ganas de contar, contar, contar... contar tanto, contar.
lunes, 4 de agosto de 2014
Hay algo acogedor en las noches de verano. Aunque tengas que trabajar, aunque tengas que terminar una tesina (como es el caso). Supongo que será el mero hecho de saber que casi todo el mundo está de vacaciones y sientes que tienes cierto derecho a bajar el ritmo, disfrutar un poco más las horas libres que se han incrementado. Puedes leer una horita más en la cama y esperar hasta que se te cierren los ojos, en lugar de apagar la luz antes de tiempo.
Ha sido un año cansado desde septiembre. Sacar un máster y trabajar han cubierto el cupo de todo lo que podía hacer. Ahora estoy metida en un trabajo fin de máster (el equivalente a las antiguas tesinas) sobre la construcción del héroe posromántico basándome en la Ligeia de Poe. Menos de un mes para presentar la versión definitiva y diez días más para la defensa, en la que un tribunal tratará de sacarme las entrañas en público y talar el árbol de mis elucubraciones. Suena divertido, casi estoy deseando que se acerque el conflicto entre voluntades. Mwa, ja, ja, ja, ja. No saben estos quién soy yo.
Luego, veremos si me aceptan en el doctorado. A esta edad y volviendo a la universidad, madre mía. Rodeada de chiquillería, con esa energía y esa alegría de vivir que parece que el tiempo nos vaya robando. Nos carcome, carcome, carcome, como un ratoncito de orejas inmensas con su pedacito de queso. Nota sobre la metáfora, por si alguien lo dudaba, nosotros somos el queso.
Ha sido un año en el que he aprendido mucho a todos los niveles. He leído, he escrito, he pensado, he visto, he jugado y me he cansado de hacer tantas cosas. Ahora solo me queda pensar qué quiero hacer a partir de ahora, pero eso también parece divertido. Siempre que no caiga en dificultades pecunarias por falta de trabajo. Entonces, más que divertido, será una putada. Como para el resto de la humanidad, vamos.
Ha sido un año cansado desde septiembre. Sacar un máster y trabajar han cubierto el cupo de todo lo que podía hacer. Ahora estoy metida en un trabajo fin de máster (el equivalente a las antiguas tesinas) sobre la construcción del héroe posromántico basándome en la Ligeia de Poe. Menos de un mes para presentar la versión definitiva y diez días más para la defensa, en la que un tribunal tratará de sacarme las entrañas en público y talar el árbol de mis elucubraciones. Suena divertido, casi estoy deseando que se acerque el conflicto entre voluntades. Mwa, ja, ja, ja, ja. No saben estos quién soy yo.
Luego, veremos si me aceptan en el doctorado. A esta edad y volviendo a la universidad, madre mía. Rodeada de chiquillería, con esa energía y esa alegría de vivir que parece que el tiempo nos vaya robando. Nos carcome, carcome, carcome, como un ratoncito de orejas inmensas con su pedacito de queso. Nota sobre la metáfora, por si alguien lo dudaba, nosotros somos el queso.
Ha sido un año en el que he aprendido mucho a todos los niveles. He leído, he escrito, he pensado, he visto, he jugado y me he cansado de hacer tantas cosas. Ahora solo me queda pensar qué quiero hacer a partir de ahora, pero eso también parece divertido. Siempre que no caiga en dificultades pecunarias por falta de trabajo. Entonces, más que divertido, será una putada. Como para el resto de la humanidad, vamos.
jueves, 20 de febrero de 2014
LES LIMITES
A pesar del título me pienso contener y no volver a poner un enlace a Les Limites de ese precioso Julien Doré, otra cosa es que lo esté viendo ahora mismo.
Pintura
Escultura
Poesía
Fotografía
Límites de la razón, límites del conocimiento, límites de la ética, límites de la locura... Y es que son tan atractivos, tan paradójicos, tan coleccionables. Sin embargo, en su calidad de límites están limitados a un estado de intermedio. Cuando se traspasan y dejan de dividir, pierden su cualidad limitadora, pierden su atractivo.
Aun a riesgo de resultar redundante, nos pasamos la vida buscando la Vida. Esa Vida del momento verdadero, de la pureza sensorial, de la intensidad de sentimiento.
Si no somos todos, yo al menos me incluyo entre ellos. Quizás seamos un gremio. Asociación anónima de adictos a las emociones, como decía uno de mis más queridos personajes.
Como sea.
Estos días he tenido tiempo para darle vueltas en las cabeza entre migraña y migraña. De hecho, creo que lo he acorralado en ese lugar junto a las orejas donde siento la presión cada vez que me duele la cabeza. He llegado a la conclusión de que la Vida es como la Felicidad, por mucho que la mercadotecnia intente convencernos de lo contrario. Tengo un amigo que dice que la Felicidad es solo un instante: cuando eres consciente de ella, desaparece.
Algo parecido ocurre con la Vida. Algo parecido, aunque más puñetero. La Vida muchas veces solo aparece a posteriori, recordando los viejos tiempos ya idealizados por la memoria. Luego los echas de menos, crees que ya no volverán y te pierdes lo que estás viviendo... de lo que más tarde te lamentas.
Es curioso que todas estas cosas se nos escapen de un modo u otro.
Luego está aquello que cada uno considera arte. A veces suple la Vida, te aleja del aquí y ahora y te colapsa las entrañas con recuerdos de veranos que nunca fueron y gente a la que nunca conociste. Es la magia que tiene este extraño lenguaje desarticulado, te hace vivir la existencia de lo que nunca pudo ser. No sé si me explico, pero por si acaso lo dejo escrito para no olvidarme. Y luego vuelves a sentir la amarga quinina en las papilas gustativas....
martes, 4 de febrero de 2014
Creía que nunca diría algo así, pero creo que debería leer a Aristóteles. De tanto salir en las clases del máster, a una acaba por picarle la curiosidad.
¿Será que las humanidades se están apoderando de parte de mi cerebro? He leído a Goethe y lo encuentro interesante, adoro a Thomas Mann y si alguien me regala un recopilatorio de tragedias griegas le estaría eternamente agradecido. ¡Sé quiénes son Rilke, Hölderlin y Novalis, por amor de dios! ¡Que alguien lo pare!
Sin embargo, me doy cuenta de que a mis clases de la alta cultura les falta algo. Lo noté el otro día, hablando de La noche oscura del alma de San Juan de la Cruz (poemilla místico-sensual). Ese poema se me hace inconcebible sin la canción de Loreena Mckennitt, como la dama de Shalott o Greensleeves. Lo mismo me ocurre con la concepción de "vida". No puedo entenderla sin remontarme al Paradize de Indochine, por muchas vueltas que dé a lo que dice Goethe en su Fausto. Y cuando hablan de la utilización de la imaginería religiosa, yo solo puedo pensar en el Judas de Lady Gaga (no voy a decir por qué... es que Norman Reedus es muy guapete, jo).
Se me hace raro que no se establezcan más relaciones con lo que aprendo. Es como si la alta cultura, para entendernos, permaneciera en su torre de marfil al margen de la vida. Yo no puedo entenderlo así. Es cierto que tiene mayor profundidad y unos matices de los que carecen las obras más populares, pero también ellas cumplen su función. Hacen que el arte, la literatura y el pensamiento pasen a la vida... la vida de verdad, la de poner los garbanzos a remojo (y no te olvides del bicarbonato). Aunque también puede ser un terrible medio de control de masas.
Qué curioso, nunca me había considerado tan afín a la vida física. A la vida de experiencia, de anécdota, de recuerdo, de aquí y ahora. Lo vivido en lugar de meditado.
Se me hace raro que no se establezcan más relaciones con lo que aprendo. Es como si la alta cultura, para entendernos, permaneciera en su torre de marfil al margen de la vida. Yo no puedo entenderlo así. Es cierto que tiene mayor profundidad y unos matices de los que carecen las obras más populares, pero también ellas cumplen su función. Hacen que el arte, la literatura y el pensamiento pasen a la vida... la vida de verdad, la de poner los garbanzos a remojo (y no te olvides del bicarbonato). Aunque también puede ser un terrible medio de control de masas.
Qué curioso, nunca me había considerado tan afín a la vida física. A la vida de experiencia, de anécdota, de recuerdo, de aquí y ahora. Lo vivido en lugar de meditado.
Hm... Creo que el pensamiento que tan claro parecía en mi cabeza comienza a desdibujarse. Yo estaba hablando de Lady Gaga, ¿no?
domingo, 2 de febrero de 2014
De la época en la que estuve en Japón, recuerdo que en más de una ocasión me preguntaron cuál era mi kanji favorito y nunca supe qué contestar. Simplemente, no se me pasaba por la cabeza que alguien tuviera una palabra favorita, fuera por sonoridad, etimología o grafía.
Ahora que la vida tiene más luz y la realidad está menos empañada, veo que hay gente que vive asociada a una palabra. Para muchas de las personas que conozco, la palabra es "CIENCIA" o "TECNOLOGÍA". Para las personas que son más afines a mí suele ser "BELLEZA". Las hay que han vendido su alma por "NOVEDAD", "SUEÑO" o "REVOLUCIÓN".
La mía creo que es "VOLUNTAD", o al menos me gustaría que así fuera. Considero que la voluntad lo es todo para la vida. Es una especie de fuerza motriz que te impulsa a hacer aquello que debes o quieres. Incluso es capaz de llevarte hasta lo imposible. En base a cómo sea tu voluntad, ves y experimentas la vida de un modo u otro. Es un pensamiento en proceso, así que aún tengo que limar los bordes.
Por este motivo mi trabajo de fin de máster será una oda a la voluntad bajo la imagen de Ligeia. Esa vieja y querida Ligeia que a lo largo de los años siempre reaparece una vez más. Ligeia o el poder de la voluntad para transgredir los límites del ser humano. Estudios de ficción, pero aliñado con aceite de oliva de la que usamos en casa para la ensalada.
Ahora que la vida tiene más luz y la realidad está menos empañada, veo que hay gente que vive asociada a una palabra. Para muchas de las personas que conozco, la palabra es "CIENCIA" o "TECNOLOGÍA". Para las personas que son más afines a mí suele ser "BELLEZA". Las hay que han vendido su alma por "NOVEDAD", "SUEÑO" o "REVOLUCIÓN".
La mía creo que es "VOLUNTAD", o al menos me gustaría que así fuera. Considero que la voluntad lo es todo para la vida. Es una especie de fuerza motriz que te impulsa a hacer aquello que debes o quieres. Incluso es capaz de llevarte hasta lo imposible. En base a cómo sea tu voluntad, ves y experimentas la vida de un modo u otro. Es un pensamiento en proceso, así que aún tengo que limar los bordes.
Por este motivo mi trabajo de fin de máster será una oda a la voluntad bajo la imagen de Ligeia. Esa vieja y querida Ligeia que a lo largo de los años siempre reaparece una vez más. Ligeia o el poder de la voluntad para transgredir los límites del ser humano. Estudios de ficción, pero aliñado con aceite de oliva de la que usamos en casa para la ensalada.
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