jueves, 30 de agosto de 2012

Ha sonado de fondo mientras hacía la maleta para volver a tierras vascas mañana a primera hora. Cuando estoy cerca del ordenador corro a cambiarla, pero hoy me ha pillado en el ala este del palacio. De repente me siento increíblemente vieja e increíblemente derrotada, en serio, esto tiene que estar escrito con mala leche. Aunque es bonito y tal vez incluso cierto. Hay días en los que no entiendes nada de tu vida.

 Que la vida iba en serio 
Uno lo empieza a comprender más tarde, 
Como todos los jóvenes,
 Yo vine a llevarme la vida por delante.
 
 Dejar huella quería
 Y marcharme entre aplausos; 
Envejecer, morir, eran tan sólo 
Las dimensiones del teatro. 
 
Pero ha pasado el tiempo 
Y la verdad desagradable asoma: 
Envejecer, morir,
 Es el único argumento de la obra.  
¡Nos vemos cuando esté instalada!

miércoles, 29 de agosto de 2012

El hombre feliz

Desde que convivo con mi cabeza las 24 horas del día, paso mucho tiempo en la biblioteca. Tiene varias ventajas a estar en casa: el aire acondicionado (¡yeih!), un sentido de la rutina, el ambiente de trabajo que ayuda a evitar la pereza y gente paseando que te recuerda que formas parte de un mundo grande y complejo.

Mientras estaba sentada en mi silla habitual, hace dos días pude ver al hombre más feliz del mundo. Sí, en serio. Tal como suena. Estaba sentado justo delante de mí y sonreía de oreja a oreja mirando la pantalla de su ordenador. Me pasé tres cuartos de hora dando vueltas al boli entre los dedos, pensando exclusivamente qué es lo que le hacía tan feliz. Mi deducción fue: "chateando con la novia, acaban de empezar a salir".

Al día siguiente volví a verlo, sentado en la mesa de al lado, con la sonrisa que no le cabía en la cara. Era la idea de felicidad encarnada en un hombre, hasta Platón tendría que reconocerlo. Sigo dándole vueltas al asunto y creo que me llamó la atención porque casi nunca ves por la calle a alguien feliz. Feliz, feliz. Completamente feliz.

Algún día escribiré un listado de emociones humanas, lo enviaré por correo y le pediré a la gente que ponga un porcentaje de frecuencia al lado de cada una. Hm... No hay nada como conocer el alma humana para empezar el día.

Hoy no hay tiempo para más, así que dejo uno de mis típicos vídeos veraniegos. Tengo un cuento en la lista de tareas para acabar y además quiero arreglar le lío de etiquetas del blog para hacer el sitio algo más funciona. ¡A seguir sudando!

lunes, 27 de agosto de 2012



La civilización del espectáculo es un libro de ensayo divulgativo escrito por Mario Vargas Llosa en el que se pone de relieve el declive de la cultura en la sociedad actual. ¿Quién necesita más? Ni corta ni perezosa me lo compré y le eché una ojeada, a fin de cuentas la cultura es uno de mis temas favoritos para la hora del café.
Del libro se puede decir que es un ensayo divulgativo a más no poder, fácil de seguir y diseñado para llegar al mayor número de personas. Está bien escrito y las páginas pasan como si fuera una novela, sin tener que volver atrás una y otra vez porque has olvidado un dato o hay algún aspecto de la disertación que resulta enrevesado. A este respecto, creo que nadie puede negar que cumple encomiablemente su función.

Sin embargo, tiene para mi gusto dos grandes defectos que evitan que lo cite como fuente de peso en mis discusiones de sobremesa. La primera es la dispersión del texto, ya que la misma idea se repite una y otra vez sin una estructura firme que te haga pensar que llegas a alguna parte con la lectura. La segunda es la unilateralidad del discurso. Yo también opino que tenemos un grave problema con la cultura, pero encallarse en esa opinión y hacer oídos sordos a los grandes avances me parece una actitud que impide profundizar en la materia. Solo soy una niña (citando Danza de dragones), pero la vida enseña bastante tremprano que nada es absolutamente blanco ni absolutamente negro.

Hasta aquí la crítica del libro. Como sobre el tema de la cultura podría explayarme y no abarcar nada, mejor acoto mis comentarios a un par de aspectos concretos que me han llamado la atención.

La banalización de la cultura
En un intento de definición, yo diría que la cultura es la suma de conocimiento+pensamiento en las áreas que definen al ser humano en su conjunto (Historia, Filosofía, Arte, Ciencia, Tecnología, Cultura Pop, Actualidad, etc.) de modo que uno pueda orientarse en estos ámbitos.

El problema surge cuando hay conocimiento sin pensamiento. En estos casos llegan las repeticiones de discursos mediocres que se ven revestidos de un aura de santidad y crecen como bolas de nieve, aunque no se tengan en pie por sí mismos. La cultura no existe sin la capacidad de pensar con nuestras lindas cabecitas. Si no, pasa lo que pasa, que las palabras del medio/gurú de turno van a misa, se crean corrientes de pensamiento y se suprime la pluralidad de opinión. En contra de lo que algunos parecen opinar, esto no es "Todos a una como Fuenteovejuna", sino borreguismo puro y duro.

También está el pequeño detalle de que hemos olvidado lo que significa el esfuerzo. Ahora se cocina metiendo un sobre en el microondas, los niños no tienen que aprobar para pasar de curso y el inglés se aprende en siete días. Del mismo modo, da la impresión de que leerse la Wikipedia es especializarse en un ámbito, que seguir las noticias por Twitter equivale a una licenciatura de Ciencias Políticas y que el contenido de un libro se resume y critica con un "me ha gustado" o "no me ha gustado". Desde que existe internet, todo el mundo tiene voz y voto. Sin embargo, lo siento, señores, no todas las opiniones tienen el mismo peso. Ojo, lo que si es cierto es que se puede aprender algo de toda opinión argumentada aunque sus bases no sean del todo sólidas.

La falta de madurez de la sociedad
Vivimos en una sociedad en la que todo el mundo tiene acceso a la cultura (al menos, antes de la crisis), aprendemos a leer en el colegio, hay documentales en TVE2, las bibliotecas públicas son gratuitas, hay días para visitar museos sin pagar y existe internet para hablar de lo que quieras y más.

Las herramientas están ahí, el conocimiento también. Tal vez me equivoque, pero si el pueblo pidiera cultura creo que podríamos tener cultura por alguna parte. Sin embargo, el pueblo no la pide. Analizar las causas ya es harina de otro costal (¿merece la pena el esfuerzo de invertir nuestro tiempo en cultura? ¿tenemos margen para hacerlo? ¿nos han enseñado verdaderamente a volararla? ¿para algunos es más sencillo aborregarnos a todos?) y no me voy a mojar mucho, pero me da la impresión de que desaprovechamos lo que tenemos hasta un punto insospechado. ¿Qué queréis que os diga? Por mucho que avancen la ciencia y la tecnología, así el ser humano nunca va a mejorar.

¡Hale! ¡Se acabó! A veces me leo en este tono y confieso que me asusto, mis opiniones suenan mucho más tajantes de lo que son en realidad. Cuando opino sobre un tema, siempre tengo la impresión de que he pasado por alto algún aspecto importante en el que no me he parado a pensar. De ahí precisamente que la crítica y la discusión sana sean tan valiosas, sino te quedas viviendo para siempre en tu propia cabeza.

jueves, 23 de agosto de 2012

Categorías estéticas

Algún día hablaré de lo que dicen los sabios al respecto, de momento no lo sé. Así que me limitaré a plasmar la manera en la que estructuro y entiendo las diferentes categorías estéticas, con la ilusión de que alguien lo lea y diga: "no me había parado a pensarlo, pero es una manera de clasificar las cosa."


CATEGORÍAS ESTÉTICAS
Llamo "categorías estéticas" a las diferentes sensaciones que pueden generar en nosotros los objetos que percibimos. Más concretamente, las que surgen de manera espontánea y sin recurrir a procesos lógicos conscientes. Sí, sí, tengo en cuenta que todo lo que vemos está asociado a miles de cosas en algún lugar de nuestra mente. Sin embargo, es a un nivel tan profundo que no nos damos cuenta de que lo estamos relacionando y la respuesta a las imágenes es inmediata.

Lo que yo quiero tratar aquí es la gama de sensaciones que podemos experimentar al ver un objeto basándonos exclusivamente en su forma. Todos conocemos la sensación de ver algo bello y algo feo, pero aparte de estas categorías hay otras muchas que transmiten impresiones más difíciles de definir e identificar.

El listado y los ejemplos los he sacado de mi linda cabecita como un mero entretenimiento, de modo que no puede decirse que la clasificación tenga mucho peso. Seguro que me he dejado categorías en el tintero, pero ya he hecho bastante trabajo para una tarde. ¡Si a alguien se le ocurre alguna más, bienvenida sea!

Por otra parte, los ejemplos son orientativos. En teoría, todo ser humano debería ser capaz de sufrir los efectos de las distintas categorías estéticas; aunque lo lógico sería que los objetos que las encarnan varíen según el individuo (como nuestra idea personal de belleza, vamos). He intentado escoger imágenes generales que puedan ilustrar esas sensaciones para la mayoría de personas.

BASES QUE JUSTIFICAN ALGUNOS DE LOS COMENTARIOS MÁS ABAJO
Desde el punto de vista antropológico y simbólico, la concepción intuitiva del mundo está dividida en dos pares de opuestos. Del mismo modo que la cabra siempre tira al monte, el ser humano tiene especial facilidad para volver a este patrón de pensamiento.

1) Belleza, bondad, arriba, salvación, conocimiento, luz.
2) Fealdad, maldad, abajo, condena, ignorancia, oscuridad.

Los elementos del grupo 1 están relacionados entre sí (al igual que los del grupo 2) y se oponen a todos los del grupo contrario.


1. Lo bello
¡Oh, dulce es la sensación de quien ve algo hermoso! Es aquello que atrae la mirada y se disfruta observando. Muchas veces incluso intentas acercarte a ello o deseas poseerlo. Hay bellezas tristes, bellezas alegres, bellezas intrigantes, pero todas ellas igual de bellas.

Miguel Bosé, ¿alguien puede decir que es feo?

La belleza en el arte en una obra de Waterhouse.


2. Lo feo
¡Oh, amarga es la sensación de quien ve algo feo! Lo feo es aquello que genera una sensación puramente desagrable al verlo y nos hace apartar la mirada. Haríamos lo posible por no guardarlo en casa y así evitar verlo día tras día. Es cierto que a veces se mira de reojo por extrañeza o simplemente por la curiosidad de sentir de nuevo la experiencia de la fealdad.

Gollum, con todos los rasgos asociados a la fealdad.

La fealdad en en alrte en una obra de Quinten Massijis.


3. Lo grotesco
Lo grotesco es aquello que nos repele porque da mal rollito (esto es terminología filosófica, damas y caballeros), pero a su vez nos atrae porque encontramos en ello algo que resulta agradable a los sentidos. Yo no lo identificaría con la belleza,: la sensación que genera lo grotesco es bastante más compleja y retorcida. Al contrario que la belleza, lo grotesco muchas veces juega con la imperfección haciendo que nos resulte deseable.

Velvet Eden, hermoso hasta la saciedad a la vez que antinatural.

El mismo efecto lo encuentro en la obra de Escher.


4. Lo sublime
Lo sublime es lo que nos eleva, nos promete la salvación y nos acerca a todo lo que es puro, inocente, blanco y excelso. Yo ubicaría aquí la imagen de dios, la música de las esferas e incluso los ángeles. En tanto que lo bello puede ser humano sin ningún problema, lo sublime siempre nos parece superior a nuestra propia naturaleza.

Galadriel, en El señor de los anillos.

Para ser abstracto, creo que lo ilustra muy bien.

5. Lo estrambótico
Lo estrambótico descoloca, trastorna y sorprende. Yo o con dificultades para procesarlo que suelen traducirse en un "¿¡Qué demonios...!?. No sé si lo que veo es bello o feo, ni siquiera puedo decir si me gusta o me disgusta, está hecho para colapsar y generar una reacción de desconcierto.
A veces me encanta la estética de Lady Gaga, aunque otras no sé por dónde cogerlo.

Aunque más estrambótico resulta el "arte".

6. Lo entrañable
Lo entrañable hace sonreír y de ello no se espera maldad alguna. Suelen ser elementos inofensivos y desprotegidos que invitan al abrazo. No se puede decir que un niño, un perrito o un peluche con gran cabezón sean bellos. Sin embargo, ante todos estos ejemplos se genera una respuesta positiva, más dulce que ante lo bello, que te invita a acercarte y disfrutar de su presencia.

Lo repito: no me gustan los niños. Pero Bran (Isaac Hempstead-Wright) de Juego de Tronos es una cucada.
 

Va un osito polar para que todos hagamos "ooooh".


7. Lo numinoso
Del mismo modo que lo sublime es la manifestación estética de la imagen que tenemos del cielo cristiano, lo numinoso es la expresión de los antiguos dioses en toda su magnificencia (aunque realmente esté relacionado con la naturaleza). No hay un contenido ético a estas manifestaciones, podría ser bueno, podría ser malo, pero esto es simple y puramente una muestra de un poder absoluto que se eleva muy por encima del ser humano.

El tiburón blanco, uno de mis favoritos por su numinosidad.

Fotografía de Sean R.Heavey.

8. Lo magnético
Lo magnético atrae sin saber por qué, ese es su rasgo más característico. Muchas veces creemos que es la belleza la que nos llama, pero mirándolo fríamente no termina de estar claro. Hay rostros que nos atraen de una manera formidable, como por embrujo, pero que pueden resultar completamente neutros en sus facciones. También es posible que el objeto sea indudablemente bello, pero hay algo más inquietante de donde surge el atractivo.

No voy a hablar aquí de mi historia con el señor Tesla.

La aurora, hermosa pero inquietante.
9. Lo neutro
No, no podía faltar. Del mismo modo que las matematicas no se entenderían sin el número cero, creo que tampoco se pueden entender las sensaciones estéticas sin la neutralidad. Neutros son todos esos objetos que están a nuestro alrededor y que no generan impresión alguna en nosotros. A veces se debe a que sus rasgos son muy corrientes, pero también puede deberse al desgaste de verlos una y otra y otra vez. Del mismo modo que la belleza de los adornos de casa se acaba difuminando por la cotidianidad, lo mismo puede ocurrir con la fealdad de un elemento.

Sarah Lund (Sofie Gråbøl). Luego la ves con otros ojos, pero físicamente pasa muy desapercibida.

Nada más neutro que una botella de agua.
Ya está, eso era todo lo que tenía que decir. Estas cosas son difíciles de expresar con palabras, así que muy probablemente la entrada esté sujeta a modificaciones para corregir las explicaciones, añadir alguna categoría nueva o incluso agregar nuevas imágenes que puedan ilustrar estos fenómenos. Repito, son mis hipótesis e ideas y puedo reformularlas cuando vea algo que no me cuadre. Al margen de nombres, matices y ejemplos, espero que lo podáis disfrutar como una curiosidad.

P.D. Con la de horas que llevo con esto estoy deseando publicarlo y olvidarme de una vez. Ya me lo releeré mañana para cazar erratas al vuelo. Ahora, a descansar.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Ponga un Alma Tadema en su vida

Parafraseando al señorito Karstiel, por si alguien lo dudaba. 1000 piezas, un verdadero infierno, pero terminado en estas vacaciones de verano. El próximo será The Tempest, de Waterhouse y ese promete ser todavía más infernal.

Spring
Ahora que tengo tiempo libre, acabo haciendo cosas de lo más insospechadas. Se me había olvidado lo que es decir "he hecho tal cosa" al terminar el día.

lunes, 20 de agosto de 2012

 

Hace unos meses vi una serie danesa titulada Forbrydelsen (The Killing). Me la habían vendido como una buena serie de detectives, con un asesinato irresoluble que abarca toda una temporada. Le di una oportunidad y me gustó, tanto que a día 20 de agosto he decidido invertir mi tiempo en hacerle una reseña.

LA SERIE
La serie comienza con el asesinato de la joven Nanna Birk Larsen en extrañas circunstancias. Una pareja de detectives es asignada al caso, que se perpetúa a lo largo de 20 episodios de 55 minutos y se enreda sobre sí mismo una y otra vez. Puede que este detalle parezca innovador (yo solo lo he visto en Twin Peaks y creo que también aparece en The Wire), pero no es lo único que se desmarca del habitual formato de las series americanas.


El reparto: Hasta ver algo como esto, no eres consciente de lo tipificados que están los personajes a los que estamos acostumbrados. Más guapos o más feos, pero todos igualmente únicos, llamativos e inconfundibles. Con un físico y un carácter marcados, como cortados mediante cúter con líneas bien definidas. De Forbrydelsen resulta llamativo justo lo contrario. No te girarías para mirar dos veces a ningún miembro del reparto, ya que son rostros normales y corrientes que desaparecen en la memoria. Lo mismo ocurre con el carácter, exceptuando a Sarah (ella tiene su propio apartado más abajo) nadie tiene rasgos remarcables. Ni investigadores geniales, ni malos muy malos, ni buenos muy buenos, ni nadie único en su especie. Todo el mundo es reemplazable y cualquier rostro anónimo podría ocupar su lugar.


El ritmo: Adiós a la acción trepidante, las persecuciones y los tiroteos. Por supuesto que aparecen, pero solo cuando tienen sentido y no para rellenar los 15 últimos minutos de episodio porque a)toca o b)nos falta guion y no vamos a pensarlo. Es una investigación policial, sesuda, con cosas que salen bien y cosas que salen mal; no una película de acción. Haciendo una metáfora para los más técnicos, digamos que es una aventura gráfica y no un Duke Nukem. O si te descuidas, incluso una aventura conversacional.


El enfoque: La historia va alternando tres enfoques diferentes: la investigación policial, la familia de la víctima y los DILEMAS ÉTICOS de la clase política al verse salpicada por el crimen en plena campaña electoral. Esto le da al crimen una dimensión más humana, ya hay tiempo de apreciar la desolación humana que deja a su paso y las repercusiones en la sociedad. No hablo de los cinco minutos de gloria en los que el padre de la víctima llora desconsoladamente sobre el cadáver. Aquí el padre de la víctima tiene un tercio de la serie para ver como el mundo se hunde bajo sus pies y toda su vida se vuelve del revés.Sin simplificaciones ni tópicos, como la vida misma.


¿Un tostón para algunos? Seguro, pero con un 8,5 en el imdb, éxito de audiencia en Gran Bretaña y con una tercera temporada en marcha. Supongo que hasta un mundo de plástico como el nuestro agradece de vez en cuando personajes imperfectos que se comporten como nosotros. Que de tanto ver la perfección en televisión, acabamos siendo nosotros los que queremos imitar a la ficción.



LA PROTAGONISTA
Luego, está Sarah. Creo que muchas cosas en esta vida podrían acabar con esa muletilla: "Luego, está Sarah". Puedo decir sin temor a equivocarme que Sarah Lund es un personaje como no he visto en la vida. No porque sea formidable, sino por todo lo contrario.

Sarah es una mujer de mediana edad, morena, de ojos marrones, divorciada, sin amigos, con un hijo para el que no tiene tiempo, una madre a la que no escucha, un novio al que no le devuelve las llamadas, un jefe al que no hace caso y un compañero de trabajo al que deja con la palabra en la boca cada vez que tienen una conversación. Sarah es borde, seca, obsesiva, terca y el paradigma de lo antisexy. Todo ello sin resultar atractiva para el espectador en ningún momento (al estilo Sherlock), sino apática hasta la saciedad.Y aún así le coges cariño, que es lo peor.


Pero Sarah Lund aún es mucho más. Sarah es imperfecta. Imperfecta como ser humano que la lía cada dos por tres con deducciones equivocadas e imperfecta como estereotipo de mujer. Con el pelo recogido en una cola de caballo y ropa funcional sobre todas las cosas, se pasa prácticamente toda la temporada con el mismo jersey horrible, unos vaqueros gastados y unas botas de invierno. El trabajo es lo primero, el trabajo es lo único y es fácil ver las consecuencias. Todo se desmorona a su alrededor, hasta convertirse en un ejemplo que nadie querría imitar.

Sin embargo, a mí me encanta porque es de verdad y la he visto en el espejo del baño muchas mañanas y muchas noches (como tantas otras personas que conozco). Si ya lo decía mi madre: todas esas mujeres de la tele son falsas, que cuando vas hasta arriba lo último de lo que te preocupas es de teñirte el pelo, ir conjuntada o ser simpática con la gente. Lo curioso es que hasta ahora nunca me lo había topado en la ficción. Así que me uno al grito: ¡larga vida al jersey de Sarah Lund!

P.D. Estas navidades me compro un jersey de esos. O lo hacemos en casa, que es más barato.

sábado, 18 de agosto de 2012



Poeta, ensayista, crítico de arte, mitólogo, musicólogo y experto en simbología. Cirlot es probablemente el único estudioso que ha mostrado interés por la expresión de los símbolos en la actualidad, en lugar de limitarse a evocar con ellos un pasado arcaico. Aunque no coincido con él en todas sus apreciaciones (ni él conmigo), no he encontrado a nadie que haya analizado con más seriedad los fenómenos de “ruptura con la realidad”: momentos en los que unas circunstancias determinadas nos permiten experimentar en primera persona algo que jamás catalogaríamos como real.

La ruptura con la realidad puede darse con noctilucas, con la aurora boreal o con el consumo de absenta (por citar algunos ejemplos de las últimas entradas). Sin embargo, hay también otros productos de factura humana que nos abren las puertas a lo no-existente, en este caso, los parques de atracciones. Al igual que sucede con el circo, la feria nos introduce en un mundo donde las reglas cambian y lo extraordinario se convierte en el tejido que cubre nuestro nuevo universo en el sentido más físico de la expresión. Sabemos que lo que observamos es mentira, pero cerramos los ojos y pedimos a gritos que nos engañen para gozar por un momento de lo “no-sido” que sin embargo “está siendo” ante nuestros ojos.

Más o menos esto es lo que defiende el libro de 92 páginas que acabo de leer en el autobús de camino a Barcelona. A lo largo de esas escuetas líneas, Cirlot describe la atmósfera y los efectos que generan en el ser humano los parques de atracciones, los diversos entretenimientos y los personajes que allí habitan (humanos o artificiales). Las tesis se sustentan mediante razonamientos de orden cultural y simbólico, quedando así vinculadas a otras manifestaciones culturales que tradicionalmente se han considerado más elevadas. Aquí la noria y Richard Wagner están a la misma altura, puesto que a la hora de tratar con arquetipos lo único que cambia es la carne con la que se reviste su esencia.

Casas de la risa, del terror, norias, montañas rusas, autos de choque, autómatas, espejos distorsionados, domadoras de pulgas, adivinos y hombres orquesta son algunos de sus objetos de estudio. Todos ellos, elementos diseñados en un alarde de estética con la finalidad de generar un mundo lleno de peligros y aventuras, viajes que nos arrancan de lo familiar e inmediato, gestas de fuerza o reinos del caos surgidos del tumulto, los colores y la polifonía.

El parque de atracciones trastoca nuestros sentidos hasta alcanzar el mundo de las sensaciones. No se trata de una película o una obra de teatro que desfila ante nuestra mirada de observador externo, sino de una farsa hecha a medida de la que somos protagonista. Esa es la mayor diferencia: la mentira flota a nuestro alrededor y acaba por atraparnos en su universo, uno de los pocos lugares en los que podemos convertirnos en el personaje del cuento.

Nota: toda esta entrada se basa en percepciones subjetivas (las mías) del texto y la experiencia en parques de atracciones y roturas de realidad, por lo que no son absolutas ni están contrastadas. Toda opinión es siempre bienvenida para enriquecer el punto de vista.

viernes, 17 de agosto de 2012

Vuelta a la urbe

Esta tarde toca coger el autobús y volver a la urbe, no me vayan a echar de menos el calor y la humedad. El retiro en el pueblo siempre sabe a poco, pero si me dejaran corro el peligro de quedarme en casa de mis padres de por vida.

Mi objetivo al volver a Barcelona es seguir actualizando este sitio. No es que vaya a arreglarme la vida, pero tengo ides y ganas de dedicarles horas. Quiero hablar de monstruos, de paradojas, de dilemas éticos, de los libros que he leído, del realismo magico, de Escher y otras muchas notas que voy recogiendo... Creo que para eso está un blog, para hablar de esas cosas que en otras circunstancias nadie escucharía. Puede que no te lleve a ninguna parte, pero sirve para recordar qué es lo que te gusta hacer.

Hasta que vuelva a instalarme, dejo una de mis canciones favoritas de mediados de verano.

Nunca, nunca, nunca este verano. Siempre uno que "no fue". De vez en cuando me sigo pasando por las tierras de lo no-sido.

miércoles, 15 de agosto de 2012

La demonstruización

Hay criaturas que han sido creadas por la mente humana para resultar aterradoras, encarnaciones de la maldad y lo inhumano. Habitan los pasillos de los mitos más antiguos e impregnan las creaciones modernas como un elemento indispensable de su narrativa.

A pesar de que la abominación forma parte de su genética ontológica, se han visto obligados a convertirse en esto. Deben de estar revolviéndose en el mundo de las ideas.

Evidentemente, el terrorífico primigenio.

Aquí los terribles enemigos de el Doctor, hechos peluche.




No podía faltar mi amigo Freddy Krueger.


Uno de los malvados más conocidos de la historia del cine.
Así que ahora tengo que morderme la lengua. Siempre había criticado lo que hacen productos como Crepúsculo a la idea del monstruo, que queda distorsionada y pierde todo lo que la define como tal. Sin embargo, después de ver lo que he colgado hoy, voy a tener que reformular un poquito mi postura al respecto.


Una idea como esta nos ha acompañado desde la época de Tiamat (mitología babilónica), ha perdurado en los cuentos clásicos y ha dado luz a nuevos ejemplos de monstruos en la cultura popular por fuerza tiene que ocupar un lugar importante en la mente humana.


Después del tío del tupé y el guaperas ochentero, un día de estos llegará Grandes arquetipos de la historia: El monstruo. Solo tengo que conseguir organizar las ideas, pero estoy en ello.

De colofón, otro video en el que Darth Vader sale... "inolvidable", dejémoslo ahí. Saludos a mis compañeros de piso, que me lo descubrieron ellos.


martes, 14 de agosto de 2012

Christina Rossetti - Remember

Sí, señor: he vuelto a la poesía. A leerla, que no escribirla... He comprobado que, por mucho que me esfuerce, no paso de hacer algo mediocre. Sin embargo, he cogido a los viejos clásicos con ganas. Por el momento, he profundizado sobre todo en Keats y algo en Christina Rossetti (hermana del pintor, sí). 

La obra de esta última me sorprendió bastante. La consideraba una vieja amargada y religiosa, pero he descubierto que tiene un estilo sin grandes artificios, suave, tierno y sobre todo cercano. Mucho mejor eso que los poetas oscurantistas, que tiene que retocarlo todo de arriba abajo. Luego rascas la superficie y te das cuenta de que abajo no hay nada que realmente quisieran decir.

Pongo aquí un ejemplo que me llamó mucho la atención. Este pensamiento yo lo he oído entre mi familia y tal vez en algún libro donde sale un personaje que disfruta de la vida hasta el último momento, pero no creo que esté tan extendido. Es aún más curioso cuando sabes que fue escrito por una mujer religiosa en pleno victorianismo, cuando los clichés del luto eran todavía muy estrictos.

Nota: La traducción es mía, así que no lleva métrica y la rima es asonante donde buenamente he podido colarla.


Remember me when I am gone away,
Gone far away into the silent land;
When you can no more hold me by the hand,
Nor I half turn to go yet turning stay.

Remember me when no more, day by day,
You tell me of our future that you planned:
Only remember me; you understand
It will be late to counsel then or pray.

Yet if you should forget me for a while
And afterwards remember, do not grieve:
For if the darkness and corruption leave

A vestige of the thoughts that once I had,
Better by far you should forget and smile
Than that you should remember and be sad.

Traducción:
Recuérdame cuando me haya marchado,
lejos, hacia la tierra del silencio.
Cuando ya no puedas agarrarme de la mano, ni yo
girarme para irme y volverme en el último momento.

Recuérdame cuando día a día no me hables
del futuro que a mi lado imaginaste.
Tan solo recuérdame. Bien lo sabes,
será tarde para ruegos y consejos.

Si por un momento me olvidaras y más tarde
regresara a tu memoria, no hay lamento.
Si la oscuridad y la corrupción dejan

un vestigio de mi antiguo pensamiento
prefiero que sonrías y me olvides
a que llores por volver a mi recuerdo.

domingo, 12 de agosto de 2012

Testeando

Los tiempos cambian y poco a poco nos vamos haciendo mayores. Algunos de nosotros hemos visto pasar los años a ambos lados de esta misma pantalla, lo cual resulta un acto de continuidad entrañable en el ciberespacio.

Tal vez haya gente que aún recuerde cómo funcionaban las cosas hace diez años, cuando en lugar de Blogger estaba de moda el LiveJournal y todos corríamos como locos a hacer cosas como esta:
You Scored as HOUSE STARK
Brrr. You hail from House Stark. Your house seat is Winterfell way up North. You are responsible, trustworthy, and know how to be a leader when called upon. You are a workhorse for the realm, and even with all those good things, sometimes you dont come out on top. Your house motto: Winter is Coming.Picture is Copyright © RMB
HOUSE STARK
80%
HOUSE TULLY
70%
HOUSE MARTELL
60%
HOUSE TARGARYEN
50%
HOUSE ARRYN
50%
HOUSE GREYJOY
45%
HOUSE TYRELL
35%
HOUSE BARATHEON
30%
HOUSE FREY
20%
HOUSE LANNISTER
20%


¿Tully de segunda y Martell de tercera? ¿Qué es esto? 


En todos estos años no he perdido el gusto por hacer tests del tipo que sean... Aunque el salto generacional está ahí y los temas habituales de estas páginas me quedan lejos. De modo que hace poco empecé a buscar alternativas y me dio por los tests de cultura general.

Mi primera opción fueron los libros con recopilaciones de preguntas que hay en la bilbioteca. En tanto que algunos tests son un infierno (20 preguntas seguidas sobre el Homo heidelbergensis), hay otros que están bastante mejor diseñados y miden el conocimiento general que se adquiere con la lectura y la actualidad. Eso sí, aguanta tú página arriba, página abajo, apuntando respuestas y equivocándote al corregirlas...

Así que, siguiendo con la búsqueda de algo un poco más entretenido, hace un par de semanas encontré una pequeña maravilla llamada: www.testeando.es. Es una página web que ofrece tests de conocimiento desde primero de primaria hasta segundo de bachillerato, organizados por asignaturas y divididos en los diferentes apartados del temario de clase. 

Aquí va un ejemplo: 1.º ESO (13 años), Historia, Antigua Grecia:

La verdad es que supuso una agradable sorpresa, con su interfaz, sus tarjetas de preguntas, sus lucecitas, su comodín del público... Aunque haya cosas que nunca se hayan estudiado, lo que vas aprendiendo de rebote a lo largo de los años puede ser suficiente para deducir las respuestas en algunos campos. Es curioso, porque resulta un buen barómetro para comprobar si conoces las bases de algunos temas concrestos. Eso sí, dudo mucho que haya gente que se entretenga porque sí con estas cosas...

Si a alguien le interesa, le recomiendo cambiar el modo de juego. Casi todos ofrecen series de diez preguntas, menos el contrarreloj (5 minutos y todas las preguntas que puedas responder).

P.D. El link director para el test de Canción de hielo y fuego, antes de que alguien pregunte: http://quizfarm.com/quizzes/westeros/LlamaMafia/which-song-of-ice-and-fire-house-do-you-belong-too/

sábado, 11 de agosto de 2012

El hada verde


Vamos a confesarlo: ¿quién no ha tenido curiosidad por probar la legendaria absenta? Esa hada verde que planea sobre una generación de artistas y su obra: Wilde, Rimbaud, Verlaine, Baudelaire, Picasso, Poe, Rusiñol... Dicen de ella que expande los límites de la imaginación, que genera terroríficas visiones y que puede llegar a mostrar las más grandes maravillas del mundo. ¿Enloquecedora? ¿Suicida? Todo lo que asocies con los artistas bohemios y algo más.

La absenta es un lícor amargo, muy amago, que extrae su sabor del ajenjo (Artemisia absinthium): la misma planta con la que se prepara el vermú y varios licores más. Su nombre científico, por bonito que parezca, no tiene un significado tan fascinante como cabría esperar. Viene a decir básicamente "que no se disfruta", debido a su amargor. No obstante, fue usada en farmacopea tanto por egipcios como por griegos debido a sus virtudes medicinales y llegó a llamarse "la madre de todas las hierbas".

Fin de la clase de historia. Vamos a lo que interesa.

Finales del siglo XVIII, Suiza. El médico francés Pierre Ordinarie mezcló ajenjo, anís, hinojo, e hisopo y lo vendió como uno de esos famosos elixires de la época. Al cabo de pocos años la receta entró en una destilería, se empezó a comercializar y un tiempo después: ¡ba-bum! fenómeno nacional en Francia. Bares, cafés y cabarés instalaron fuentes de absenta y celebraban la famosa "hora verde" a la cinco de la tarde.

Las copas se llenaban tan solo dos o tres dedos, se colocaba una cuchara con perforaciones sobre ella y encima se depositaba el famoso terrón de azúcar. A continuación, se derramaba agua fría encima del terrón y la cuchara para disolver el alcohol en una proporción de 1/3 a 1/5 (si no, métete tú un lingotazo con un contenido de alcohol de entre el 45 y 90%) y suavizar su sabor.

Sin embargo, pronto empezaron los rumores y casos de absintismo. Locura, toxicidad, dependencia, alucinaciones, vidas echadas a perder... La que había sido una costumbre tan arraigada en Francia fue prohibida en 1915 y muchos otros países siguieron sus pasos. O al menos así ha sido hasta hace relativamente poco, cuando la ciencia ha demostrado que la absenta no es tan dañina como parece. Aunque es cierto que el ajenjo puede ser tóxico por la cantidad de tujona que contiene, su presencia en una botella de absenta clásica ni siquiera nos hace estornudar. Otra cosa son los aditivos que se incorporaban a las marcas de baja calidad o las borracheras que se pillaran sus consumidores.

¿Y las visiones? ¿Y la inspiración? ¿Y el arte? ¿Dónde están? ¡Eso mismo me pregunto yo! Quería escribir una entrada bohemia y decadente, plagada de imágenes y esperanza para aquellos que disfrutaríamos de un parlamento cara a cara con nuestros fantasmas subconscientes. Pues no, lo que me llevo es una colleja científica que dice: "Se siente, guapa, es solo alcohol de alta graduación."

El rayito de esperanza es que nadie se ha pronunciado tajantemente acerca de los "efectos bohemios" de la absenta. Los propios científicos dicen que, si existen, la sustancia que los genera podría estar en otro componente del ajenjo (como la absintina) o tal vez en algunas de las hierbas que contenía la receta original.

Nota
Los datos los he sacado de aquí y de allá, en su mayor parte de informes médicos o científicos de esta página seb: www.thujone.info. La parte de química me la he saltado, ¿vale? Lo único que sé a ciencia cierta es que algún conocido se ha pillado buenas borracheras a absenta y de visiones nada de nada. Qué desilusión, tantos años queriendo probarla y ahora tendré que buscarme otra manera de parlamentar directamente con Madame Tarántula. *snifi*


jueves, 9 de agosto de 2012

Cosas que hacer con un cadáver

La idea no ha sido mía, por lo que no me atribuiré el mérito. La entrada de hoy surge a raíz de un libro que leí a principios de año: Stiff: The Curious Lives of Human Cadavers (Fiambres: La curiosa vida de los cadáveres humanos), de la periodista y escritora Mary Roach.


El libro es entretenido y ameno de leer. También recuerdo que las explicaciones eran de tono divulgativo, por lo que no te perdías entre tecnicismos y a la vez te llevabas un buen bagaje de conocimiento. Lo único malo es que la autora y yo no compartimos el mismo sentido del humor... Eso sí, es instructivo que no veas. A lo largo de 304 páginas, Mary Roach nos habla de los posibles caminos que puede seguir un cuerpo humano donado a la ciencia (o no), aportando la base científica necesaria para comprender lo que implica.

De aquí a redactar una lista con ciertos añadidos culturales y manifestaciones artísticas había solo un paso, siempre con el mayor respeto por los cadáveres. Esta lista solo pretende ser una recopilación de los usos que hoy en día reciben los cadáveres donados a la ciencia, así como las diversas utilizaciones que han recibido en ámbitos antropológicos o de ficción.
  1. Realizar prácticas médicas: además de las habituales clases de anatomía, los cadáveres también se emplean en seminarios sobre cirugía estética. La complejidad del rostro humano y los diferentes tejidos que lo forman solo pueden estudiarse en vivo y en directo.
  2. Analizar la manera en que nos pudrimos: supongo que esto resultará familiar para los seguidores de CSI. Según el estado de descomposición y las condiciones es posible saber cuánto tiempo lleva muerto un cadáver.
  3. Comprobar los límites de la resistencia del cuerpo: esto es algo que no se puede comprobar con seres vivos. ¿A partir de qué punto un impacto en un coche deja de ser mortífero para una persona? ¿Hasta que punto hay que perfeccionar los vehículos?
  4. Evaluar la capacidad de armas o armaduras: haciendo estallar un pie sobre una mina es posible saber hasta qué punto protege una bota concreta y mejorarla. Lo mismo se puede aplicar al desarrollo de nuevas armas o a la identificación de heridas.
  5. Donar órganos: una típica que siempre tenemos a mano.
  6. Obtener sangre: no lo recuerdo del todo bien, pero juraría que la sangre de un cadáver sigue siendo perfectamente transferible hasta que pasa cierto número de horas después de la muerte (cuando las venas empiezan a verse afectadas).
  7. Resolver misterios de la historia: Las enfermedades que proliferaban en una época, si tal o cual personaje histórico fue asesinado y hasta se puede descubrir una especie anterior al Homo sapiens.
  8. Embalsamarlo: es decir, usar resinas o bálsamos para preservar un cuerpo de la putrefacción. Los casos más conocidos son las momias egipcias e inclas.
  9. Hacer un esqueleto para la clase de anatomía: aunque, en realidad, los huesos suelen pertenecer a más de una persona en lugar de ser la osamente completa de un individuo.
  10. Crear un monstruo de Frankenstein: clásico de la literatura que ha sido versionado, adaptado y revivido mil y una veces. Consiste en tomar un cadáver o trozos de cadáveres y traerlos de vuelta a la vida.
  11. Preparar una invasión zombi: en boga hoy en día. Los zombis de la actualidad son criaturas que mueren a manos de otro zombi y vuelven a la vida carentes de cerebro pero dispuestos a matar.
  12. Alimentar a los dioses o demonios con él: tradicionalmente antropológico y reproducido por doquier en la literatura. Desde la hecatombe griega a los sacrificios en honor de los primigenios (imagino, que no he leído a Lovecraft).
  13. Crear reliquias: pues sí, también es algo que surge de los cadáveres. Concretamente, de cuerpos considerados sacros.
  14. Crear una trama para terroristas metiéndolos en un avión: esto sale en una serie de televisión, sobre la que no diré nada más por peligro a revelar cosas que no debo.
  15. Disecarlo: no con cadáveres humanos, pero ahí está. Se retira la piel del animal de una sola pieza y se trata para conservarla bien. Después vuelve a coserse sobre una escultura que imita al animal vivo.
  16. Hacer regalos macabros u extorsionar: típica de películas y series de misterio.
  17. Sacarle fotos: clásico del siglo XIX, cuando se fotografiaba a los recién fallecidos como si durmieran.
  18. Hacer una máscara de cera: en Egipto y la Antigua Roma estaba de moda realizar máscaras mortuorias de los fallecidos más solemnes. Aunque las aplicaciones han cambiado, es similar al proceso que sigue ahorala policía para reconstruir el rostro de algunas víctimas.
  19. Absorber su poder ingiriendo, por ejemplo, el corazón: otro ejemplo antropológico. Se decía que quien ingiriera el corazón de cierto animal podría adquirir también su fuerza. Si no me equivoco, esto también se aplica al enemigo.
  20. Intentar que su cabeza hable: durante la época de la guillotina se realizaron experimentos para comprobar si la cabeza podía vivir seccionada del cuerpo. Para ello se les intentó administrar un flujo de sangre que llegara al cerebro, pero los resultados no son claros al respecto.
  21. Bañarse en su sangre: Erzsébet Bathory, la condesa sangrienta, era una aristócrata húngara del siglo XVI acusada de matar a jóvenes para bañarse en su sangre.
  22. Crear medicamentos: me parece que son especialmente frecuentes en la medicina tradicional china. Sin embargo, tampoco hay que irse tan lejos, aquí mismo tenemos al sacamantecas: personaje que sacaba el sebo a los niños para hacer ungüentos.
  23. Adelgazar: ya lo dice Loquillo (Linda tiene un secreto para conservar su línea...).
  24. Hacer pasteles de carne: concretamente, en Sweeney Todd. Tim Burton no fue su creador ni tampoco el primero en tratar con el barbero asesino cuyas víctimas se convertían en pasteles de carne. De hecho, su primera aparición se remonta a 1847.
  25. Levantar paredes de huesos, barricadas o usarlo de escudo humano
  26. Hacer jabón: a fin de cuentas, lo que se necesita es grasa.
  27. Hacer compost: aunque no lo parezca y nadie lo diría, es una de las ofertas que tenemos hoy en día para reducir el coste de los ritos funerarios y a su vez proteger el medio ambiente.
  28. Crearle una casa que ya me gustaría tener a mí en vida: me refiero a un mausoleo. Por 25 pesetas: el Taj Mahal. Otro ejemplo es el Mausoleo de Halicarnaso, una de las Siete Maravillas del mundo antiguo.
  29. Plastificarlo y ponerlo en una exposición: esto es lo que hizo precisamente el "artista" y científico alemán Gunther von Hagens, inventor del proceso de plastificación por el que se conservan estos cuerpos.
  30. Hacerte una armadura: ¿alguien ha leído Canción de hielo y fuego? Pues ahí tenemos a Casaca de Matraca demostrando este ejemplo. 
  31. Revivirlo (se aceptan múltiples mecanismos): congelación para posterior descongelación, si los cristales de hielo no desgarran las estructuras y el compuesto tóxico que se le inyecta al cadáver para evitarlo no tiene efectos sobre ellas. Aunque, al estar congelados, lo lógico es que las sustancias no se metabolicen. Siempre nos queda confiar en la ciencia del futuro. (¡Gracias, Drizzt!)
Supongo que le ocurre a todo el mundo, pero cuando analizo un tema en detalle adquiere una nueva dimensión a mis ojos. Cualquier aportación para engrosar esta lista o posteriores siempre es bienvenida.

Hm... Tengo que hablar de cosas un poco más alegres.

miércoles, 8 de agosto de 2012

¿De qué están hechos los sueños?



Ya lo dice la canción de Eurythmics: Sweet dreams are made of this, who am I to disagree? (Los dulces sueños están hechos de esto, ¿quién soy yo para llevar la contraria?) Lo que siempre me ha llamado la atención es que nunca dicen qué es "esto".

Años después de planteármelo por primera vez, descubrí la obra de John Anster Fitzgerald (un pintor de escenas feéricas del siglo XIX) y este cuadro me llamó la atención:


The stuff that dreams are made of: "aquello de lo que están hechos los sueños". El ambiente tétrico encajaba tanto con la canción de Eurythmics, que me apunté la coincidencia en un cuaderno.

La cuestión me hizo aún más gracia cuando, viendo el trailer de Grimm (la serie de televisión), descubrí que habían usado esta misma canción para introducir la serie. Al parecer no soy la única que la había relacionado con una versión retorcida de los cuentos de hadas.



En cierto modo, podría decirse que hay una traducción intersemiótica en juego. Es decir, que ciertos elementos cambien de una forma (imagen) a otra (sonido) y sin embargo quede algo que haga remitir de uno a otro. Es algo que te encuentras en los sitios más inesperados y luego no tienes a quien contárselo. Je, je...

Sigo tecleando, a ver si para mañana consigo acabar la nueva entrada "Cosas que se pueden hacer con un cadáver". Sí, en serio.

jueves, 2 de agosto de 2012

Noctilucas y mares de ardora


En estos momentos odio el Reader. El otro día empecé a trabajar en esta entrada, publiqué el borrador por error y la versión preliminar se distribuyó sin remedio. Moraleja: nunca publiques entradas sin darte cuenta.
La naturaleza tiene cosas bonitas. Tiene sus florecitas, sus colorines, sus maripositas, sus mamíferos peludos y regordetes, en su época tuvo también a Jeremy Brett y Nikola Tesla... Sin embargo, hay otro tipo de fenómenos cuyo atractivo no proviene únicamente de su belleza, sino también de la extrañeza que nos provocan al verlos. Suelen ser espectáculos que rompen con nuestra sensación de realidad al ofrecer una visión que va más allá del mundo inmediato.

Este es el caso de los mares en llamas, los fantasmas marinos y los océanos incandescentes que más de un navegante se encontró a lo largo de sus travesías en los viejos tiempos. Si alguien ha leído 20.000 leguas de viaje submarino, esto probablemente le parezca un recurso del señor Julio Verne o la perpetuación de viejas leyendas transmitidas por marinos supersticiosos y borrachos de ron.


Pues no; tanta parrafada para decir que existen.

Es cierto que le han cambiado el nombre y que ya no hablamos de "mares en llamas" sino de "bioluministencia marina", pero la falta de originalidad en los nombres viene de serie con la época. La llamada "bioluminiscencia" es simple y llanamente que un bicho produzca luz con su cuerpo. Los casos más conocidos son los de las luciérnagas y esos peces abisales tan feos que parece que lleven una bombilla colgando de la cabeza. Sin embargo, se quedan cortos al lado de otros fenómenos en los que la luz parece provenir directamente del mar porque al bicho no lo vemos por ninguna parte.

Uno de sus causantes es la Noctiluca scintillans o chispa de mar, una especie de dinoflagelado (ni hongo, ni animal, ni planta) que forma parte del plancton y que se puede ver aquí abajo:



Son más habituales de lo que parece y tienen presencia por todo el globo, aunque imagino que sus efectos solo llegan a ser espectaculares en algunos casos. El rasgo principal de las noctilucas es que se vuelven bioluminiscentes como respuesta al movimiento. Esto puede hacer que solo la cresta de las olas sea fosforescente o que el mar se ilumine de repente al tirar una piedra al agua y luego vuelva a la oscuridad:






Un fenómeno diferente es el conocido como "mar de ardora" o "milky seas" (mares lechosos), aunque está claro que la versión del nombre en castellano es mucho más bonita. En esta ocasión la bioluminiscencia no está originada por noctilucas, sino por una bacteria llamada Vibrio harveyi.


Los mares de ardora son más escasos que las concentrciones de noctilucas y también más espectaculares, ya que pueden hacer que una superficie de kilómetros y kilómetros cuadrados brille con una luz azulada durante horas. Probablemente, estos fueran los mares luminosos de los que hablan las leyendas... Lo curioso es que su existencia no se confirmó hasta 2005, cuando un satélite capturó un mar de ardora de 250 kilómetros de largo desde el espacio. Es una lástima que sea un fenómeno tan extraño, que apenas haya imágenes de él.




A diferencia de lo que ocurre con las noctilucas, en este caso no es necesario que el medio en el que viven las bacterias registre un movimiento notable. Basta con que se reúna un determinado número de individuos para que las señales emitidas sean tan intensas que los lleven a adoptar una reacción coordinada.

Y aquí me planto, explicar los mecanismos por los que emiten luz va más allá de mis posiblidades: la microbiología no es lo mío. Solo sé que hay implicada una sustancia llamada luciferina y una encima llamada luciferasa. Del resto, que se encargue la ciencia.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Have a nice day

 
 
Gracias por pasarte, que tengas un buen día.

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