martes, 29 de junio de 2010

Enigma popular

Al pasar la barca
Me dijo el barquero
Las niñas bonitas no pagan dinero
Yo no soy bonita
Ni lo quiero ser
Arriba la barca una, dos y tres.


a) ¿Por qué las niñas bonitas no pagan dinero?
b) ¿Por qué la narradora no quiere ser bonita?

Damas y caballeros, hagan sus apuestas. A mí no se me ocurren demasiadas hipótesis. que digamos..

Y hoy lo dejo aquí. Ahora que he vuelto al trabajo, acabo cansada por las noches... Y como he prometido que esta vez voy a cuidarme, prefiero no forzar maquinaria. Y hoy ya he tenido suficiente con salir a la carrera a la oficina a eso de las nueve porque se me había olvidado el móvil... Cagüen Murphy, que cuando parece que vas a tener un ratito para descansar siempre la lía. Me voy a tirar en la cama a leer El Ocho (buena historia, personajes abominables). Maldito calor, esto es el infierno...

lunes, 28 de junio de 2010

¿Qué tuvieron los ochenta? Muchas cosas. ¿Y cuánto daño hicieron? Mucho también. Eso sí, nos legaron un sinfín de clásicos inmortales en todas las categorías. Entre ellos, el ya desaparecido guaperas ochentero. Vivió pocos años, pero perdurará para siempre.

El guaperas ochentero muestra unos rasgos claramente reconocibles que lo hacen irresistible. Ese pelo desgreñado, esas gafas de sol, esa camiseta blanca, esa chupa de cuero y esos vaqueros ajustados hasta la cintura. Obviamente, acepta variaciones pero éste es el esquema principal.

Tal vez uno de los primeros que salta a la mente es Nick Rivers, protagonista de esa gran película titulada Top Secret y que nos legó frases tan maravillosas como "El perro de San Roque no tiene rabo." "Sé de buena tinta que Ramón Ramírez se la ha cortado".


He aquí otro par de ejemplos extraídos de películas, en ambos casos de terror: Razas de noche y Jóvenes ocultos. Muy grandes ambas... La primera más seria que la segunda (y con una estética brutal en los monstruos); y la segunda simplemente desternillante.





No obstante, donde más presencia tuvo el guaperas ochentero fue en el mundo de la música. Aquí algunos vídeos de ejemplo para todo aquel que quiera degustarlos. Que ya sé que sois pocosy cobardes y que nadie se atreve con estas cosas. Si es que nadie valora la cutrez como se merecería... Con lo entrañable que es. Aysh.


A-ha - Take on Me. (¿Puede haber alguien a quien no le guste esta canción?)



Ken Laszlo - Hey, hey, guy (demasiado grande para ser real)



Bruce Springsteen - Dancing in the Dark (con maravilloso bailoteo incluido.)



Trans X - Living on Video (adoro a esa mujer que sale.)



Eddy Huntingtono - USSR (es imposible que este hombre le caiga mal a nadie, iiih.)



Hasta aquí mi pequeño homenaje a los guaperas ochenteros, se agradece cualquier tipo de sugerencia. Y sí, es difícil pensar en algo que contar todos los días. Luego salen este tipo de cosas.

domingo, 27 de junio de 2010

Dos recuerdos

La memoria es algo curioso. Guarda en un cajón de sastre recuerdos de años y años que, disimuladamente, parecen no estar. Hasta que un día, como si se tratara de Proust y su magdalena, vuelven a tu cabeza con semejante viveza de colores que parecen cuadros pintados en alguna parte de tu cabeza.

El otro día me levanté pensando en una noche de finales del año pasado. Debía de ser en invierno, porque yo volvía del trabajo y ya era plena noche. Medio llovía. En la manzana anterior a mi casa vi dos gotas de sangre en el suelo. Estaban ya oscuras y la lluvia se las empezaba a llevar. Después vi el reguero y una mancha muy grande al lado de un portal. Lo primero que pensé, y lo recuerdo claro, es que alguien habría arrastrado una vaca muerta en un saco. Viendo que no tenía mucho sentido, se me iluminó la bombilla y pensé que ahí habían acuchillado a alguien. Llegué a casa con mal cuerpo, me duché y luego me dijeron que en efecto habían apuñalado a alguien.

Era la primera vez que veía un manchote así de sangre y no supe si la víctima había sobrevivido o no. Pero me destempló... Porque esas cosas ocurren en la tele, nunca al lado de casa. Y yo ni siquiera veo las noticias para ahorrármelo.

Del mismo modo, tengo un recuerdo recurrente de cuando era niña. La pluma blanca y lila con la que solía escribir a los siete años. Tenía una raja en el tapón, y cuando se hizo demasiado grande tuve que tirarla porque la tinta se secaba. Por aquel entonces escribía mis historias en un archivador marrón, con hojas con líneas que ocupaban poco más de la mitad de un DIN-A4.

Y yo me pregunto qué hacen estos recuerdos asaltándome ahora, de verdad. Pero son imágenes tan claras que casi asustan.

viernes, 25 de junio de 2010

Giovanni Boldini

Giovanni Boldini es un señor que nació en 1842, murió en 1931 y se dedicó a pintar. Bueno, no sólo se dedicó a pintar sino que era bastante bueno en lo que hacía. Así, a grandes rasgos, su obra tenía un cierto toque impresionista y era un pintor urbanita que retrataba escenas costumbristas de las clases más altas de la sociedad. Aunque, principalmente se dedicaba a hacer retratos.

Hasta aquí el rollo macabeo, una descripción del montón que podría servir para la mitad de los pintores de la época (imagino). Nunca me ha parecido que estas introducciones sirvan para explicar a la gente lo que esconde la obra de un artista. A ver cómo lo hago.

Hay algo en los cuadros de Boldini que los hace diferentes. Mis pintores favoritos (Waterhouse, Alma Tadema, Millais, etc.) retratan una belleza calmada y estética, cuyo encanto radica en el hecho de ser sosegada y pausada. Boldini es todo lo contrario, los personajes de sus cuadros son perturbadores e inquietantes en sus miradas y actitud. No hay relax al mirarlos. Como si estuvieran a un paso de empezar a perder la cordura, pero nunca lo hacen: ese límite de la locura contenida es con el que juega. Esta sensación se consigue en gran parte mediante el sciabolate, las pinceladas rápidas y violentas con las que el autor terminaba la parte inferior de muchos de sus cuadros. Servían para dar vida y movimiento y a los cuadros, pero también un mal rollito del copón.

En cuanto a su temática, Boldini fue sobre todo retratista de mujeres y a mí me gusta pensar en este conjunto de cuadros como en una galería con diferentes tipos de feminidad; eso sí, siempre con unos elementos muy comunes. En una época donde las damas todavía vivían entre baras de hueso de ballena, las modelos de Boldini se muestran sensuales y desinhibidas, con una elegancia viva, no-enconsertada y felina. Es como si en cierto modo este señor hubiera puesto un anuncio en el periódico bajo el lema: "Encuentra la femme fatale que llevas dentro".

Consuelo Duquesa de Marlborough con su hijo Ivor Spencer Churchill


Retrato de Gladys Deacon


Retrato de Madame Pages con vestido de noche


El fajín negro


Retrato de Madame Juillard vestia de rojo


En contraposición con estos ejemplos, los retratos masculinos que realizó son mucho más clásicos. Su técnica como pintor queda en relieve, pero su personalidad desaparece del lienzo.


Retrato de un joven


Conde Robert de Montesquiou


Retrato de Guiseppe Verdi


Boldini también realizó algunos desnudos a lo largo de su obra. En estos casos, se aprecia claramente toda la sensualidad y los primeros atisbos de locura que quedaban velados en sus retratos.

Mujer desnuda en gris (Sinfonía en gris)


Mujer desnuda reclinada sobre cojines amarillos

Mujer desnuda reclinada III


Finalmente, me gustaría hablar del aspecto más decadente de Boldini. Esta locura que se aprecia en los desnudos no es la única, sino que estalló en toda una serie de cuadros que fueron los que me atrajeron a su obra. La locura se apodera del lienzo con pinceladas violentas, imágenes retorcidas y composiciones difusas. La realidad que se plasmaba en sus retratos da paso a algo que en su monstruosidad resulta inquietante, atrayente y bello. Ya no pertenece al universo de lo que vemos.

Mujer desnuda reclinada II

Retrato de Emiliana Concha De Ossa


De paseo


Mujer con gato


Bailarina española en el Moulin Rouge

Y para terminar (esta vez de verdad de la buena) el que posiblemente sea mi cuadro favorito de Boldini: el retrato de la Marquesa Luisa Casati. Todo un personaje de su época, vamos. Una joven heredera italiana, forradísima de pasta, excéntrica con ella sola, que se declaraba abiertamente bisexual y paseaba llevando a un guepardo con correa. Musa de las artes y la moda, su influencia sigue perdurando entre los diseñadores de alta costura. Y sí, tengo un corte de pelo parecido al suyo. Ju, ju.

Retrato de la Marquesa Luisa Casati con un galgo

jueves, 24 de junio de 2010

Calambur

¡Yo sabía que tenía un nombre! ¡Lo sabía, lo sabía! ¡Y se llama calambur!

Ahora desde el principio.

Entre mis aficiones está la de buscar palabras. Tengo dos listados por ahí perdidos (ahora más perdidos que otras veces, todo sea dicho).

El primero tiene palabras bonitas... que muchas veces resultan tener dos consonantes juntas, pero en sílabas diferentes: he/ral/do; a/ver/no; la/be/rin/to y esas cosas. Supongo que será porque son poco frecuentes. En castellano todas las sílabas tienen que tener una vocal que es el núcleo silábico. La sílaba también puede tener una o más consonantes delante de la vocal (ataque) y también detrás (coda). Pues bien, la mayoría de mis palabras favoritas son en las que hay una coda y un ataque tocando. Aysh... Quien diría que a esto se le pudiera dar una dimensión lingüística, ¿eh?

Ahora bien, mi segundo listado de palabras es también peculiar. Son pequeños juegos de palabras que empecé a hacer hará un par de años. Entre ellos están: ELEONORA = EL / LEÓN / ORA; ALCÁZAR = AL CAZAR; MEMORIA = ME MORÍA; SOLEDADES = SOL, EDADES. Yo pensaba que era un juego de palabras sin más, pero resulta que tiene un nombre y (ahora sí) ¡se llama calambur! Consiste en crear mensajes distintos al hacer una partición de sílabas diferentes en una cadena de fonemas. Los míos son muy sencillitos (aunque entrañables), pero algunos de los que he encontrado tienen su gracia.

Útiles de jardinero = Útil es dejar dinero
¡Ave!, César de Roma = A veces arde Roma

Y sí, el famoso"Oro parece, plata no es" es en efecto otro calambur. Aunque ahora que lo pienso hay bastantes adivinanzas que se apoyan en un calambur. Mi abuela me las contaba, pero como para recordarlas estoy yo con 27 años. Ay, la edad...

Y finalmente, están los calambures de nivel pro... Que generalmente han sido creados por algún escritor. Ya sabéis, esa gente que suele darle importancia al lenguaje y las palabras. A mí éstos de Garcilaso y Gongora me han gustado.

El dulce lamentar de dos pastores / el dulce lamen tarde dos pastores
Con dados ganan condados
A este Lopico lo pico yo (por Lope de Vega)

Y finalmente decir que los calambures son medios sutiles y adorables que se pueden cargar de mala leche por los cuatro costados. Creo que debería leer más a Quevedo:

Entre el clavel blanco y la rosa roja, su majestad escoja (es coja)

Sí, la llamó coja y no la lío. Eso es savoir faire, ¿no?

miércoles, 23 de junio de 2010

La verbena de San Juan

Si alguien me pregunta cuál es mi festividad más odiada de todo el año, diré que sin lugar a dudas la verbena de San Juan. La detesto. La odio. La odio. La odio. La odio.

Dichosa festividad solar con sus hogueras y su poder purificante y esas cosas cíclicas que se hacían para darle energía al sol cuando empezaba a declinar hasta hundirse en el invierno.

Puaj.

Que la gente se queme el culo saltando las hogueras.

Así que, como consecuencia, estoy encerrada en mi casa refunfuñona y escuchando petardos de fondo. Habría hecho algo, lo reconozco. Pero no he podido. ¿Que por qué no he podido? Porque llevo dos semanas encerrada en casa enferma. Hace dos años me despeñé por el monte en estas fechas. Hace exactamente 12 meses un mal de estómago me hizo perder cinco kilos que no he recuperado. Y este año una infección extraña me ha tenido dos semanas que no he sido persona.

Pero, por supuesto... No, no iba a ser tan fácil como una mera infección. ¡A mí sólo me dolía la garganta! Así que fui al médico y me recetó unos antibióticos... Que me originaron hongos por toda la boca. Por lo que me dieron el tratamiento para los hongos. Y he resultado ser alérgica. Resultado: una semana sin casi apenas comer, horas y horas en la cama, viajes en taxi al médico y a la farmacia, trabajo acumulado y no saber qué estoy haciendo con mi vida.

Dos semanas después peso 53 kilos, tengo la boca casi cicatrizada, me quedo sin ir a un concierto que llevaba año y medio esperando y todavía no sé qué tengo en la garganta.

Intento poner buena cara y decir: ¡Ueh, estoy mejor! O que he sido lo suficientemente fuerte como para arreglármelas yo sola para ir a no sé cuántos médicos, hincharme a pastillas, curarme la boca tres veces al día... Pero extrañamente no me hace sentir bien. Nada bien. En su momento no me di cuenta porque estaba ocupada poniéndome buena, pero pensándolo ahora me doy cuenta de lo sola que he estado. Y es un poco triste. Y también me he dado cuenta de que no sé qué estoy haciendo con mi vida.

Es San Juan (mi odiado San Juan) y yo estoy sola en esta casa. Se oye a la gente de fondo y yo vuelvo a estar sola. Me recuerda a cuando era niña, la verdad. Y acto seguido me pregunto: ¿cuántos años más me quedan para no vivir?

martes, 8 de junio de 2010

Sabes que va a ser un buen día cuando...

Bajas a la carrera las escaleras del transbordo de Urquinaona y tienes al conductor del metro mirándote y diciéndote con la manita: Vamos, vamos, que te espero. Y tú le soplas un beso al abuelete.

Je ne sais pas pourquoi, mais je ne fais qu'ecouter cette morceaux.



En momentos como éstos es como si la sombra me hubiera vuelto a alcanzar y digo: "Es bueno estar de vuelta". Quiero una grapadora para que no se vaya. Estoy demasiado cansada de ser una acelga mustia. Supongo que lo veo ahora porque me he venido dando brinquitos por los pasillos del metro tarareando.

Hará ya cosa de año y medio, cruzando un paso de cebra subiendo por Paseo de Gracia paré a un amigo en medio de la carretera y le dije que mi objetivo en la vida era recorrerla bailando. Aaaaaaaaaargh... Grrrr... Hmpf, hmpf. Ñuuuuuuuu.

Me daría de cabezazos contra la pared si no fuera porque duele.

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