lunes, 22 de septiembre de 2008

Proud Mary

No sé cómo ha sido, lo juro. Volvía a casa a las doce y lo último que recuerdo es que faltaban 15 minutos para que llegara el próximo metro. Cuando he querido darme cuenta estaba sentada delante de un chico que tocaba Proud Mary de Credence Clearwater Revival en el transbordo de la línea verde a la roja en Plaza Catalunya. Y no se me ha ocurrido otra cosa que ponerme a medio cantar y bailar con él...

Ha resultado ser muy majo y tener los ojos verdes. Y yo he recordado mis "ojos esmaradignos". Cuand olos escribí estaba pensando en alguien con los ojos verdes, pero no sabía quién. Me pasaré por ahí uno de estos días a ver si le vuelvo a ver y le dejo el poema en una hojita en la funda de la guitarra.

Tal vez debería haberme quedado un ratito más hablando con él. Me gusta la gente al azar en los recodos del metro. Sí... ¡El metro otra vez!

viernes, 19 de septiembre de 2008

El mundo mágico

Éste es otro de esos proyectos dejados a medias cuando te aburres. Como los diarios nunca acabados o las agendas que con toda la buena intención del mundo te compras en enero. Era un archivo de Word que, por desgracia, murió. Solía anotar fechas y coincidencias, pequeños guiños de la ciudad y de las calles de Barcelona. Siempre había algo... Y al mirar esa magia con un poco más de detenimiento, parecía crecer y aparecer en los rincones más inesperados.

Lo dejé de hacer y las cosas seguían, así que bien. Pero no es eso lo que quiero decir. Voy. Al grano. Me pierdo por las ramas.

La vida cotidiana tiene eso de que nos roba visión. Nuestra mirada se va cerrando hasta que sólo vemos lo que tenemos delante, como los burros. Entonces "el mundo" desaparece y sólo queda "la realidad". Una gama inacabable de posibilidades se ve reducida a un "aquí" y "ahora". Extrañamente sucede algo que se aleje de ello.

Y luego vuelves a tu casa y te pierdes entre bosques primigenios y arboledas de esmeralda y piensas: ¿¡Esto es el mundo!? Y te das cuenta de que las mayores maravillas siguen escondidas y que nuestros ojos están tan ciegos que ni siquiera recuerdan que existen.

Así que mencionaré aquí dos cosas que al menos a mí me han fascinado un poquito últimamente.




Esto de aquí es un Blue Hole y está en Belize. Hace muchos, muchos años había ahí abajo un sistema de cuevas, pero cuando la edad de hielo se acabó y toda esa masa gélida se derritió, el complejo de grutas quedó lleno de agua y dio esto como resultado. El contraste tan bestia de color es por la profundidad de las aguas. Las aguas poco profundas quedan en color clarito, mientras que las oscuras son las que descienden hasta el interior de la gruta.



Y esto de aquí es un atolón. En su tiempo fue una especie de isla que poco a poco se fue hundiendo en las profundidades marinas. A medida que esto pasaba, los corales fueron creciendo a su alrededor hasta rodearlo. Así que al final se ha convertido en una isla planita rodeada por un montón de corales. Y queda así. Y bueno, por si a alguien le interesa el barco de Eleonora se llama "El atolón". No sé por qué, pero esto va mucho con ella.

No es que sean grandes mentiras, ni grandes verdades, ni grandes descubrimientos. Pero son pequeñas burbujas que a mí al menos me hace pensar que quedan cosas bonitas y un poquito de magia por ahí. Lo ves y dices: ¡Uala, otra parte de este mundo! ¿Esto existe? Y por lo menos así te parece que has hecho algo decente durante el día.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Días

He sobrevivido a otro día. Y hoy lo veía complicado.
Dulces sueños y palmaditas en la cabeza.

martes, 16 de septiembre de 2008

Mentiras

Sigo intentando. Y mucho más después de una conversación por teléfono el otro día con la señorita Saturnal y la comida de ayer con la señorita anónima. A veces resuenan voces en mi cabeza y escojo cuáles quiero escuchar y cuáles apartar. E intento, intento, intento no claudicar.

Estoy orgullosa del concierto del otro día. ¿Orgullosa? Sí, orgullosa. Pensé haber perdido la capacidad de sentirme viva con algo tan pequeño como un café en un escalón. Pero simplemente lo había enfocado mal... La vida se busca de otra manera, no como los demás me habían dicho.

Estoy volviendo a salir, a echar cafés, a hablar... Y la semana pasada me puse a charlar con una amiga sobre las mentiras. Sobre MIS mentiras. Y por primera vez me dijeron que debería escribir algo a modo de ensayo sobre ello. Nunca lo había pensado porque me parecía una tontería, pero a raíz de que nadie me entendiera al hablar de ello comencé a pensar... "Es cierto, es un sistema demasiado complejo de comprender la realidad como para que sea una neura pasajera". Así que de momento me voy culturizando con grandes maestros. Sacados de los lugares más inesperados.

De hecho, ahora que lo pienso la mayoría de mis ideas paranoicas las considero una tontería y las dejo caer como si nada. Pero es verdad, tienes razón, hay que tratarlas con más cuidado.

Para terminar el post críptico, un pequeño redescubrimiento:

Dale a tu boca mi veneno
que rebosa y lo quiero derramar
bebe el sabor del embustero
que sólo quiero la felicidad
tengo una espina verdadera
en lo más hondo de mi corazón
te la daría si quisiera
pero no quiero que sufras mi amor

Estribillo

Que suerte poder decir
que nada fue para ti
y si lo vuelvo a pensar, rueda mi soledad
toma la luna que te he dado
que en mi maleta llevo muchas más
dale a la vida sentimiento
que yo lo vendo y no lo quiero ver
porque me destrozó por dentro
Aquella luna que te regale

Estribillo

Guarda en tu boca mi recuerdo
y bebe a sorbos mi felicidad
que yo me tragaré el veneno
aunque por dentro me vuelva a quemar

tengo una espina verdadera
en lo más hondo de mi corazón
te la daría si pudiera
pero no quiero que sufras mi amor

Estribillo

El embustero miente
el embustero bebe cafe
el embustero calla
el embustero es un canalla

Yo debería estar entonces en secundaria... Puf, qué tiempos.

domingo, 14 de septiembre de 2008


Pues sí, señoras y señores. El otro día se me cruzaron los cables y acabé comprando una entrada para el concierto de Blind Guardian de hoy día 13, en Barcelona. ¿Qué hago yo en un concierto heavy? Pues rememorar viejos tiempos de la adolescencia que pasé jugando a rol. Y creo que, francamente, he encontrado lo que buscaba. La única lástima es que me he quedado sin ir a las fiestas del pueblo de unos amigos, pero bueno... Hay más días que longanizas.

Público desde los 16 hasta los 40, la sala llena y un grito de una amiga a la que no me esperaba encontrar en la fila. En un principio creía que iría sola, pero al final mi compañera de piso se ha apuntado también al bombardeo y ahí hemos estado. Eso sí, yo todavía con los restos del resfriado de caballo... Que por cierto, creo que he dado unos cuantos pasos hacia atrás en mi recuperación. He intentado cuidarme, lo reconozco... Peeeeeero, Bard's Song, Lord of the Rings, Bright Eyes y Mirror Mirror no se han salvado. Cantando a grito pelado y dando botes en la parte de atrás del todo, rodeada de señores heavies que me miraban un poquito raro. Sería la flor roja en el pelo.

El concierto ha estado bien. Yo me he acordado de mis viejos tiempos, de partes que había olvidado e incluso puedo decir que he encontrado trocitos de esa vida que a veces se me escapa de entre los dedos. Sí, lo reconozco... ¡Dando botes descalza sobre el suelo de la Razz (que ya sabemos todos lo limpito que está ¬¬... Me da que me he pillado el tétanos o algo) mientras gritaba: Slow down and I sail on the river, slow down and I walk to the hill! Ahí había vida... ese tipo de estallido que viene justo de dentro como si fuera pura energía. Yo diría que un 10% de la sala estaba sintiendo lo mismo.

Y... ¡Sí! ¡Las coincidencias me siguen persiguiendo! Cuando he llegado a la cola... el chico de justo delante... ¡Señor! ¿¡Pero qué era eso!? Guapo sin duda, había ido solo, no ha sudado durante el concierto, callado, discretito y con unos ojos que mirando a través de ellos se podía ver un valle que da a un bosque que oculta en su interior todo tipo de secretos que nadie descubriría. Solo. Sin máscara para disimular ni integrarse. Sin necesidad de fingir. Simplemente esos ojos... Evidentemente, le he perseguido hasta el metro.

Y bueno... poco más. Que mi cuerpo se ha resentido después del "Mirror Mirror" y los gritos y los saltos. Así que me he tenido que parar en una cafetería para pedir un café con leche, a ver si con el calorcillo o algo dejaba de toser y de sentir latigazos en el pecho... Pero nada, no ha funcionado. Eso sí, otro momento de vida absoluta sentada de noche en un escalón frente a una carnicería, bebiendo café y mirando la gente pasar y diciendo: ¿cuánta gente muerta camina por las calles?

Sí, hoy me he sentido viva y mira que es difícil...
Así ha terminado mi noche de hoy:

¿Cómo vas a un concierto heavy? Evidentemente con un vestido de calaveras.

jueves, 11 de septiembre de 2008

I'll

Clarita, ésta va por ti.

Por los viejos tiempos de Dai motero conoce Internet y las literas.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Pesadilla en Elm Street 1

Creo que después de esto, más de una persona estará deseando arrearme una colleja o reventarme la cabeza con una maza oxidada. Para gustos los colores. Pero sí... ¡La he vuelto a ver! Si padeces de miedo irracional, empieza con toda la saga de Freddy Krueger.

En realidad, hubiera preferido hacer esto en compañía... ¿Pero cómo pillas a tus amigos y les dices: ¡Quedada en mi casa para ver a Freddy Krueger!? Vale que todo el mundo sabe que soy cutre como nadie, pero esto ya roza lo enfermizo. Porque encima me asusto como cuando tenía seis años. Y paso de que, riéndose de mí, la gente me estropee la atmósfera.

En fin, al grano, que ya me voy por las ramas. La primera película de esta saga fue rodada en 1984 (yo tenía un añito *_*) y sí, esta es la famosa película en la que aparece Johnny Depp con 19 tiernas primaveras. Que lo ves y dices: Qué carita tan bonita. Aunque Krueger gana, no cabe duda.

En esta primera parte vemos lo que serán las bases para la saga. La realidad, los sueños y la manera en que interactúan entre sí. Es decir, cómo una víctima atacada o zarandeada en sueños se mueve también en la realidad. También hay otros recursos que se utilizarán y reutilizarán hasta la saciedad en los siguientes filmes. Por una parte, el grotesco (donde la película lo borda incluso con medios malos como no hay otros) y por otra, el terror de pesadilla (esa sensación de correr y no moverte, que alguien que está detrás de ti aparezca de repente delante, etc.) Sólo falta "el doble sueño", que me parece que sale en la segunda parte. Es decir, despertarte de un sueño, creer que estás en la realidad pero continuar durmiendo. Ñami, ñami.

La prota no está mal. Mueve el trasero y se las hace pasar canutas al buen Freddy. Descubre quién es, adivina las dinámicas, traza la posteriormente clásica estrategia de tener a alguien al lado para que te despierte, arrastra al señor de los cuchillos hasta la realidad y le tiende una trampa. Quitando cierta escena final que parece sacada del Coyote y el Correcaminos yo estoy encantada. Otro de los puntos a su favor es que las cafeteras y las pastillas para no dormir la vuelven loca. Ves cómo va cayendo en una espiral hasta que finalmente pierde casi completamente la cabeza. Está bien... sobre todo por el enfoque de que cuanto menos cuerda, más cara le planta a Krueger ya hasta las narices de todo.

Frases para el recuerdo:
-Yo puedo ahorrarte el trabajo, estás como una cabra. Pero yo te quiero (A Lizzy y a mí nos ha fascinado *_*)
-Te quito toda la energía que te he dado. No eres nada.

Ahora en serio. Mucha gente se pregunta por qué Krueger. ¿Qué sucede con este hombre que me fascina tanto? Es el TERROR. Yo siempre he sido muy miedica, he tenido miedo de todo y todos, y Krueger lo encarna a la perfección. A lo largo de toda la saga, adopta la forma que más puede aterrar a aquellos que lo sueñan... Por eso no es un monstruo, sino el terror personificado. No importa lo que sea, la forma muta, pero la sensación de miedo siempre está ahí. Y eso hace que, a su vez, tu realidad también se transforme y te acabas por sumir en una extraña espiral... En la que ya no distingues lo que es real y lo que no, y te traes tus propios temores del ámbito de la paranoia a la realidad. Por eso me gusta Freddy.

De hecho, creo que me marcó tanto su imagen que mi querida Madame Tarántula proviene en gran parte de ahí. Ella también tiene cuchillas en la mano izquierda y también sabe cómo usarlas. Sabe qué es lo que más desea la gente, pero también lo que más teme... Sí, sin duda Krueger es una de las mayores influencias. Pero sólo en parte. Porque Madame Tarántula mola muchísimo más y si hicieran Freddy vs. Madame Tarántula estaría claro que ganaría ella por goleada. Es que es mucho más mona.

P.D. La cuestión ahora es a ver cómo duermo yo hoy. Puf, porque encima los sueños con fiebre son todavía más paranoicos @_@ Me veo a Krueger y Madame Tarántula marcándose un tango y pasando de mí.

Krueger: Yo a esta no la quiero, te la regalo.
MT: Si ya es mía, hombre. Anda bonita, vete con el adivino, que dice que necesita serpientes.
Yo: Pero... Esto es mi sueño... ¡Si no estoy yo pierde la gracia!
Lizzy: ... <=recordemos que es muda
Jed: ¿Nos vamos a Salinas?
Ansèlm: ¿Alguien me ha llamado?
Yo: ¡Fuera de mi mente todos! ¡YA!

Mi trono es...

Mi trono es una cama coja en la que reino.

Estoy malita... Ayer salí a cenar con mi compañera de piso y otra amiga, a ver si el aire de la noche me hacía pisar de una vez el suelo. Lo conseguí un poco, la neblina de terror desapareció aunque tampoco descubrí dónde se encuentra la vida. Mi reflexión durante los últimos días.

La cuestión es que aún no sé cómo volví a casa con regalo... Y no, no es un señor rockabilly pirata, sino un señor resfriado de tres pares de narices que me tiene atada a la cama. Boqueo para tragar aire, me siento como si comiera cristales y tengo el pecho lanzando estertores cuando intenta respirar. Un poquitín de fiebre, calor, frío y trabajo.

Así dicho parece una tontería... pero tiene su inri, en serio. Hace calor, y más si tienes que estar con un portátil encima en la cama. Yo así me muero por muy al calorcito que tenga que estar... Así que tengo que poner el ventilador para que me dé aire. Pero es que entonces cojo frío y es aún peor. Así que estoy... tapada con una manta, con un chal sobre los hombros y el ventilador dándome aire para no morir achicharrada. He pensado que hacer lo mismo sin mantas y sin ventilador podría funcionar, pero no. Porque el ordenador me quema las piernas y sudo, sudo, sudo... Así que he acabado en esta especie de falacia antitética. Oye, pero estoy a gustito.

No sé si es el estar un poco malita y ser más consciente de mi cuerpo (pies en la tierra), pero he redescubierto esta mañana de domingo el gusto por mi trabajo. Qué bien que se está aquí, con el tomo al lado, la espalda sobre cojines y la musiquita de fondo contando un cuento a quien quiera leerlo.

Es curioso, pero no me disgusta tanto este tipo de dolor. Mañana por la mañana cuando tenga que ir a trabajar, ya hablaremos. Pero bueno... es una consciencia continúa de tu ser. Estás. Vives. Eres. Tienes un cuerpo que se hace 100% patente. Una alteración en el estado natural.

Me da miedo decir esas cosas... Cada vez que lo hago, sucede algo que hace que el momento se esfume en el aire. Pero ya volvera. Y finalmente sólo un par de palabras. ¡POR LIBERTARIAAAAAA!

jueves, 4 de septiembre de 2008

Malas noches

Tengo miedo. Un terror irracional y con estas cosas nunca fallo. Es esa sensación de colapso que hace que tu cuerpo se tambalee cuando te dan una noticia que te arranca hasta las entrañas. De hecho, estoy temblando sobre la cama aterrada esperando que llegue via móvil o vía mail. Pero que se acabe, que se acabe esta sensación, por favor. Ojalá pudiera llamar a alguien que me agarrara del tobillo y me pusiera de nuevo sobre el suelo y que esta neblina que hay a mi alrededor desapareciera.

Hacía años que no sentía y estos dos días han sido demasiado duros. Espero que sea el café. Por favor, que sea el café y que mi vida no acabe rota otra vez más mañana por la mañana. Odio el miedo.

martes, 2 de septiembre de 2008

Jed

A veces me sueño bailando sobre el techo de un coche perdido en medio del desierto, de camino a un lugar llamado Salinas. Pero entonces me llamo Jed.

Me cae bien Jed.

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