miércoles, 30 de septiembre de 2009

Últimamente tengo un par de paranoias que me acosan bastante frecuentemente. Más o menos, cada vez que salgo a la calle.

Una de ellas es la idea de que el mundo se apaga cuando yo no estoy. Como si la gran mayoría de los seres humanos que habita en mi entorno desapareciera cuando yo me marcho. Como si fueran meros androides que cumplen su función en mi presencia, pero después quedaran desconectados hasta que volvieran a aparecer ante mí. Según mi de-mente hipótesis sólo un 1% o 2% de la población seríamos seres reales que nos relacionamos entre nosotros. Eso explicaría por qué hay gente de paso y otra con la que pareces cuajar al momento y las conversaciones brotan con palabras inflamadas... de lo que sea.

El encuentro de "la media naranja", por ejemplo, quedaría relegado al simple hecho de encontrarte con otro ser humano al que reconoces como a un igual. Si tuviera tiempo me gustaría escribir una novelita al respecto en la que tratar sobre todo un par de cosas:

a) La oposición de las relaciones entre seres humano y humanos-androides (aunque estoy pensando que igual molaría más que desaparecieran como simples proyecciones provenientes de alguna mente). Esto podría relacionarse con dos tipos de realidad... la "de paso" y la "de verdad". He trastocado mucho la realidad, pero esto tipo de dualizaciones aún no las he trabajado.

b) Los mecanismos para reconocer a otros seres humanos. Que estos ya los tengo trazados y anotados en un cuaderno, pero que no me apetece revelar porque de momento es mío. Sólo mío, ¿vale?

La segunda paranoia que me acosa es producto del otoño. Cuando llega la época de los corsés y las medias y los zapatos de tacón porque los tobillos ya no se hinchan. Creo haberlo comentado aquí alguna vez, pero cuando me calzo los zapatos y ando de puntillas sobre ellos, no puedo evitar pensar que tengo piernas-estilete. (Como mi futuro gato tendrá ojos de luna-guadaña). Metálicas, brillantes, alargadas y terminadas en punta que van haciendo chac-chac-chac sobre el pavimento. Algo más o menos como esto que mi compañera de piso ha sido tan amable de dibujarme.



Esto también dará para un cuento: El niño lámpara y la mujer de las piernas estilete.

Creo que a estas horas no sé lo que me digo. Bueno, sí se lo que me digo... Lo que no sé es como lo digo. Así que espero que se entienda y no cargarme el encanto que esto debería tener por utilizar las palabras equivocadas.

No hay nada peor para alguien que trabaja con el lenguaje... que no expresar lo que quiere como quiere con las palabras. Jo.

martes, 29 de septiembre de 2009

Prismas



Es curioso que te veas de frente en el espejo hasta para cepillarte los dientes y que rara vez en tu vida veas tu perfil perfecto. Tan raro, de hecho, que un día te sacas una foto con el móvil por no trabajar y ni siquiera te reconoces. Si no fuera por la cara de agotamiento a las tres de la mañana.

Ahora mismo me pregunto quién demonios es esa mujer. La última vez que me vi de perfil yo no era así. Debo de ir desfasada.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Los habitantes de laberinto

Después de despacharme a gusto sobre unas cuantas ideas genéricas sobre el laberinto, hoy voy a hablar de los seres que lo habitan. Hasta ahora la cosa era "un poco académica". Con esto quiero decir que más o menos hay pruebas que sustentan la información que he dado. A partir de ahora se me va la pinza.

Partiendo de mitos y utilizaciones modernas del laberinto, creo que este símbolo puede observarse desde una doble perspectiva. Por una parte sirve para hacer que el incauto se pierda en él y quede a merced del laberinto. Éste sería el caso del Minotauro que vive preso en él, o las mariposas que quedan atrapadas en una telaraña. La segunda perspectiva es la de "la tejedora". La señora o el señor del laberinto lo emplea para que, ejerciendo su fascinación, la gente se quede atrapada en él.

Es decir, que unos tienden la trampa y otros caen en ella. Sin embargo, para controlar el laberinto se necesita una gran fortaleza mental. Porque a la que bajas la guardia es el laberinto quien te come a ti. Para utilizarlo en tu favor tienes que ser antes capaz de vencerlo.

En base a esta doble perspectiva yo imagino dos tipos de moradores para los meandros.

LA SEÑORA DEL LABERINTO
Generalmente la imagino como mujer, aunque es cierto que puede adoptar también forma de hombre. He aquí unas cuantas ilustraciones.



La Señora del Laberinto per se (fone, XDDDDDDD). Seductora y oscura reposando en su centro. Digamos que es la que desde dentro controla toda la disposición en telaraña moviendo sus hilos. Tejer, tejido, hilvanar, hilo, todo ello relacionado con las labores tradicionales de la mujer. De ahí que suela verla como "señora". La sensualidad sibilina de serpientes, de la que se intuye el peligro a pesar de la atracción que ejerce. Algo así como la personificación del laberinto.



El señor del laberinto, evidentemente. Al igual que mi imagen de la Señora, reside en su centro y domina el laberinto y sus engaños. De hecho, es un personaje muy ligado a la idea de "ilusión". s masculino, lo que explica por qué todas las niñas de mi época queríamos casarnos con él. Y sin embargo, andrógino. Es necesario un cierto aire de feminidad para controlar el laberinto. Lo cual ya nos da más datos sobre la naturaleza intrínseca del meandro.



Otra señora del laberinto, o algo parecido. Según su propia mitología destronó al mayor adivino de todos los tiempos haciendo que se perdiera en el laberinto de su mente cuando el buen señor intentó leerla.

Ahora no caigo en ninguna otra ilustración de señores o señoras del laberinto. Pero estos tres individuos de aquí arriba comparten algunos rasgos en común que aún no he mencionado. Por una parte son imágenes atemporales e irreales. No están sacados de nuestro mundo, acaso vagamente inspirados en épocas pretéritas. Son seres imaginarios que pertenecen a su propio mundo laberíntico. Otro pequeño detalle es la locura. Los tres la padecen en cierto grado... Lo que parece apuntar que hay que estar un poco loco para entender las vueltas y revueltas sin sentido del señor laberinto.

Esta locura puede manifestarse de muchos modos y no me extrañaría que en las sociedades antigüas se expresara por medio de algún extraño éxtasis similar al dionisíaco.

EL PRESO
Cambio el chip y hablaré ahora del otro habitante del laberinto. Aquél que está preso en él y en lugar de controlarlo, vive a merced de sus interminables pasillos y recovecos. Yo aquí hablaría de dos tipos diferentes. Por una parte estarían los incautos que se adentran en su propia perdición. Es decir, las mariposas que caen en la telaraña. Por otra, parte está el monstruo que habita en él: el Minotauro, al que llamaremos cariñosamente Asterión. Que por cierto, si alguna vez tengo un gato pienso llamarlo así.

Los incautos son gente de paso. Entran, se pierden en el laberinto y sufren las consecuencias del lugar al que no deberían haber entrado. Como dice el dicho vasco: Gaua gauekoentzat (la noche para los de la noche). Y cada uno en su sitio.

El monstruo, por otra parte, pertenece al laberinto. Es un ser que sólo puede tener su existencia dentro del mismo, ya que fuera vería la muerte. Vive en un mundo cruel que lo aísla, pero el mundo exterior sería todavía más nocivo para él. Con lo que llegamos a una paradoja semejante a la de La dama de Shalott, que no puede vivir en su torre ni fuera de ella. Es decir, una suerte de Maldición sin solución. La paradoja de los personajes malditos, podríamos decir.



Aquí lo tenemos tan majo a él, desprovisto de su fiereza y dotado de humanidad. Yo creo que se puede intuir como una víctima inocente de la mala suerte y del destino. El cuento de Borges ilustra a la perfección esta sensación de soledad y aislamiento.

Ahora bien, ¿qué pueden hacer personajes malditos para salir de su paradoja? (No pueden vivir ni dentro ni fuera). Yo creo que lo único que les resta es mutar y convertirse en otra cosa, sin perder su esencia. Y tal vez el mismo MONSTRUO que habita en el laberinto puede convertirse en la SEÑORA/SEÑOR que lo domina. Es todo cuestión de saber cómo mover los hilos, porque a fin de cuentas nadie conoce el laberinto como él.

En caso de Asterión yo creo que quedaría así después de su metamorfosis:



Si es que ya lo dije una vez:
Asterión me espera despierto
Con rostro de hombre
Coronando la escalera.




P.D. Empiezo a pensar que se me va mucho la pinza... Hum... ¡Guay, dominaré el mundo con mis laberintos mentales! Mwa, ja, ja, ja.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Una de laberintos

Yo diría que hoy por hoy el laberinto es mi símbolo favorito y sobre el que más he leído. La nueva estantería del salón está atestada de libros sobre su historia y significación... Y todavía tengo otro par en el punto de mira. Mwa, ja, ja, ja. Y partiendo de la premisa de que me empiezo a interesar seriamente por el aspecto antropológico de los laberintos... Pues creo que voy a hablar un poquito sobre el tema por aquí. ¡Aprovechando que es sábado!

HISTORIA
El laberinto es ante todo un símbolo muy complejo. Sus primeras manifestaciones aparecen en rocas bajo el aspecto de petroglifos y comenzaron a surgir, si mal no recuerdo, en época neolítica. A partir de entonces el laberinto ha sobrevivido a diferentes culturas y etapas históricas. En Grecia se elaboró el mito del del Minotauro (basado probablemente en una previa mitología cretense), se importó a Roma y el laberinto sobrevivió incluso a la Edad Media. Eso sí, el señor Minotauro digievolucionó a Satanás en más de una ocasión. A partir del Renacimiento se pusieron de moda los laberintos en los jardines y así tenemos ejemplos como el de Versalles, el Laberinto de Horta o el maravilloso Bomarzo, que es prácticamente un laberinto en sí.

GEOGRAFÍA
Pero no sólo de historia viven los símbolos. Junto con sus devaneos diacrónicos, el símbolo del laberinto se ha extendido por prácticamente todo el globo. Playas, campos de trigo y cebada, regiones insulares, bosques frondosos, cualquier emplazamiento es posible para un pequeño guiño laberíntico.

SIGNIFICADO
El hecho de que este símbolo haya cuajado en el tiempo y en el espacio sólo puede indicar una cosa, véase: que es importante por uno u otro motivo. A lo largo del tiempo, eso sí, su significación ha mutado de una manera sorprendente. Desde viajes iniciáticos, hasta la iglesia, la religión, el anticristo, los peligros del alma, la sabiduría, el demonio, la Vida, la diversión, el erotismo. Todo eso y mucho más es el laberinto.

A mí me parece curioso, ¿no? ¿Qué puede hacer que un símbolo perviva y que simultáneamente vea alterado su contenido casi de manera continua? Yo me inclino a creer que sólo puede tratarse de un valor primigenio que perdura y subyace más allá de cualquier valor atribuido en épocas concretas. Por eso somos capaces de intuirlo, por eso es capaz de conservar su verdadero valor a pesar del marketing religioso.

Así que, me tomo la justicia por mi mano y digo lo que me parece.

Partiendo de su estructura de meandro, parece que sólo un elemento ha perdurado a lo largo de los siglos y las significaciones: El recorrido complejo con vueltas y rincones.

Una vez en este punto, me gustaría hacer hincapié en un par de pequeños detalles:

a) RECORRIDO VS. META
En ocasiones un laberinto tiene un único camino posible (sin bifurcaciones), pero se tuerce y se retuerce sobre sí mismo. Nos hace escoger el camino difícil para llegar al objetivo, en lugar de la línea recta. Eso significa que el RECORRIDO asume una mayor relevancia que la META. Lo importante no es llegar, sino el camino que recorremos hasta alcanzar la fase final, o lo que aprendemos mientras tanto.

b) LA MULTIPLICIDAD Y LO ESCONDIDO
Edu decía (Juan Eduardo Cirlot para el resto de la Humanidad) que la multiplicidad es malvada. Un conejo en una ilustración no da mal rollito, pero alinea 500 como en un desfile militar y ya verás. O si no, sólo hace falta ver muchas de las ilustraciones de Escher para apreciar ese efecto tan grotesco.

Pues bien, yo creo que otro tanto sucede cuando los senderos se bifurcan. Sabes que sólo una combinación te llevará por la vía correcta, el resto serán callejones sin salida o encontronazos con el Minotauro. Mil cosas. LA MULTIPLICIDAD DE CAMINOS, EN LOS QUE TE PUEDES PERDER O QUE TE PUEDEN CAUTIVAR, SON EL VERDADERO PELIGRO DE LABERINTO.

Pero no sólo eso. ¡Oh, no! Hay algo más. Pues entre la oscuridad de los meandros y las esquinas nadie sabe lo que está escondido. No hay mejor territorio que la multiplicidad de senderos (malignidad/grotesco) para que moren los monstruos. A fin de cuentas, durante muchos siglos y en muchas culturas antiguas el laberinto ha estado estrechamente ligado al acceso del infierno. Y la señorita Perséfone no se libra de esta asociación, que para algo existía el baile de las grullas.

UNOS ÚLTIMOS APUNTES SIMBÓLICOS
Si alguien me preguntara qué me parece a mí todo este tema, yo diría que se trata sin duda de un símbolo ctónico. ¿Por qué? En parte porque todos los laberintos pertenecen a la tierra, pero sobre todo por su froma serpenteante. La serpiente es uno de los principales animales ctónicos asociados al inframundo, ccon el cual ya está relacionado el laberinto de por sí. Y, por supuesto, los laberintos naturales de las grutas entran siempre en los dominios de los dioses de las profundiades. No olvidemos también que lo retorcido, lo complicado y los oscuro pertenecen también asu juriscdicción. Ya que lo lógico (caminos rectos) y lo luminoso entran en una dimensión más celeste.

Es probable que una de sus fuentes originarias fuera la Creta Minoica, una cultura asociada a lo ctónico, con culto a las serpientes y a la señora de las bestias. De allí pasó a Grecia y los griegos fueron tan majetes de adaptar el mito a su política, con lo que el laberinto quedó ligado al monstruo y más tarde (Edad Media) al demonio. Pero como la Iglesia domina al demonio, pasó a erigirse cómo símbolo de la Cristiandad y a reproducirse en el suelo de un sinfín de catedrales e iglesias. Más tarde, el laberinto fue retomado para los jardines y allí recuperó su picaresca y ligazón a la vida terrenal, algo que lo relaciona con su sensualidad originaria serpentino-cretense. Y de allí a nuestros días y a David Bowie.

Actualmente día el laberinto está desacralizado. Ya no es símbolo de Dios, ni del diablo, ni tampoco de la Iglesia. Eso quiere decir que el ser humano vuelve a tener plena libertad para utilizarlo y probablemente su intuición lo guíe hacia ese significado originario que habrá quedado en el estrato más profundo del Laberinto. Sólo hay que ver el uso que le dan en El laberinto del fauno, Harry Potter o En el laberinto (dance magic dance, magic, dance...). Pero ésa es otra historia y ya hablaré de los habitantes del laberinto un día de estos. Jis, jis, jis.

P.D. Son mis paranoias mentales, que nadie se vaya a creer esto a rajatabla. A medida que voy leyendo, voy complementando.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

La historia del baño...

Y al final, la historia del baño terminó en demanda. Ahora mismo el departamento jurídico de Mapfre se está haciendo cargo del asunto, porque después de esperar TRES MESES a que envíen a su perito aquí no viene nadie. Y eso incluye unas 50 llamadas telefónicas a la empresa para hablarcon la chica que lleva esto... de las cuales UNA VEZ se ha dignado a hablar conmigo.

Lo mejor es haber hablado directamentecon el perito. Uno te dice que no han recibido nada y la otra que ya han hablado. Uno te dice que siguen esperando y la otra que se reúnen ya. Mi baño mientras tanto sigue teniendo fugas, la puerta sigue sin cerrar y los estropicios que me hicieron siguen por la casa. Sí, por la casa. Con las tuberías que tuvieron que ponerme por la cocina, los boquetes sin tapar, el techo sin limpiar, etc.

Yo quería a su perito para ver la magnitud de la gravedad y que se hicieran cargo de los desperfectos apaciblemente. Que me arreglaran el baño, vaya. Y no ha habido manera. Yo ya no puedo seguir perdiendo el tiempo... Así que nada, me están investigando a ver si hay base para interponer la demanda.

Eso sí... Necesito un señor guardaespaldas de mínimo metro ochenta, armario empotrado, para dormir permanentemente en mi sofá y que me acompañe cuando salga. ¡Anda, casi suena como una nueva versión del mayordomo hindú! (Aunque ése era Mohinder, claro). El dueño del establecimiento ya me levantó la mano cuando fui a quejarme... Ahora me lo veo viniendo a casa y dándome una paliza en un descampado.

Algún día, cuando me vea con ganas, colgaré el parte definitivo de daños y desperfectos.

Lo que más odio de mi trabajo...

Lo que más odio de mi trabajo son los errores de cálculo. Generalmente suelo tener buen ojo a la hora de estimar el tiempo que tardo en hacer las cosas, así que me monto mi calendario en base a ello. Ahora bien, la traducción es traicionera. Muuuuy traicionera, y a estas alturas es algo que ya debería tener más que claro.

Hay tres desgracias logístico-temporales que pueden acontecer en el proceso traductológico:

1.- Maldita terminología
Vas cual cohete espacial, atravesando páginas de texto a velocidades de vértigo, orgullosa de tu melódico teclear y rapidez de reflejos. Yeah... Hasta que te topas con un obstáculo en el camino. Generalmente una palabrita, una referencia, un comentario chiquitín y a pie de página que te tiene tres horas buscando por Internet para saber a qué narices hace referencia. Como bien puede ser el "Regimiento Volinskii" (y me da igual si está mal escrito), el Palacio Tauride o el nombre del presidente del sóviet de San Petersburgo. Huy, por no mencionar el día me pasé dos horas en el Google Maps intentando encontrar una calle de Moscú porque no había ninguna otra referencia posible.

2.- Error de cálculo
Los errores de cálculo tienen lugar cuando tus estimaciones te juegan una mala pasada y allí donde veías "el mismo texto de siempre" resulta que hay una ingente cantidad de palabros y no dejas de pensar: ¿Cómo puede condensar esto tanto texto? Que es lo que me está pasando. Y no dejas de preguntarte una y otra vez... ¿Pero es que estos no callan ni debajo del agua? Y cuando cuentas las páginas por hora te dan ganas de llorar, sobre todo cuando aparece algún que otro detallita del punto 1.

3.- Qué risa, María Luisa
Los chistes. Esto es lo peor... Cuando en una serie de animación te aparecen chistes verbales. Pero no sólo eso... No, no es suficiente con que tengas que reescribir el guión para que tenga gracia en castellano. A los muy ********** no se les ocurre otra cosa que poner dibujitos relacionados con los chistes al fondo de la pantalla de modo que te dejan un margen nulo para intentar hacer algo gracioso.

Ejemplos proximamente.

En fins... debería ir subiendo los retos traductológicos con los que me voy topando. Aunque la mitad de las veces, las soluciones me dan más vergüenza que orgullo.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Una vez un camión de la basura me escoltó a casa. Tengo recuerdos difusos, no sé si porque ha pasado mucho tiempo o porque estoy tan cansada que ahora solo pienso en roedores que hagan "cuiiiik" "cuiiiik".

La cuestión es que volvía de una fiesta, llorando como una magdalena y con mi vestido negro de volantes de violeta tornasolado. Era de madrugada, ya tarde y cruzando una carretera se paró delante de mí un camión de la basura. Había dos hombres y una mujer y me dijeron que les gustaba mi ropa. Y entonces:

¿A que nunca te ha escoltado un camión de la basura hasta casa?

Pues no. Enfilé por en medio de la carretera con un camión de la basura justo detrás hasta llegar al portal de casa.

Hoy también he visto uno mientras volvía, pero ya no ha habido historia.

Me he dado cuenta de que hay muchos momentos que hecho de menos, pero también que la vida da mil vueltas y que en cualquier momento puede que te hagan ir de una taquilla a otra por toda Barcelona a la caza de chocolate.

Debe de ser cuestión de fe.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Se nos va el verano

Otro año más que se nos va el verano. En Barcelona la entrada del otoño ha sido monumental. Tormentas como nunca antes había visto y regueros de agua corriendo por el salón y la habitación. Y también una fregona rota para recogerla.

No sé qué pasa, pero estos dos veranos han sido asoladores. Me achicharran el alma, de verdad. Por eso las primeras lluvias del otoño, que se lo llevan todo, son tan bienvenidas. No hasta el punto de ir sin paraguas al trabajo, pero si en pantalón corto y zapato plano. Así las gotitas van salpicando los cardenales que me inundan ambas patas, a ver si se van curando.

¡Ahora mismo truena! La última vez que hubo tormenta mientras dormía me sonaban como los ladridos de un Cancerbero en la distancia (¡Ven aquí, ven aquí! ¡Buen chico!)

En fin... Que me parece que todo el mundo está un poco feliz con la perspectiva de decir adiós al señor solarro y disfrutar de una estación más calmada. No sé por qué, pero hoy me ha recordado este video:



La decadencia adopta muchas formas, pero una playa en blanco y negro después del verano es una de ellas. Se despojan de la vida intrínseca a ellas y para acentuarlo se evita ponerle color a la imagen. Hum... Desde que he vuelto a la simbología estoy que me salgo.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Feminidad

Vamos a hablar de algo. Sí, sí, mejor dejo mi vida y mis devaneos mentales en segundo plano y focalizo. Desde que lucho contra Saturno e intento imponer un orden ctónico-minoico en mi vida (¡Asterión, guapo! ¡Que te pareces al Hugh Jackman!) he vuelto al campo de las humanidades, la mitología y sobre todo la simbología. Y creo que podría aprovecharlo para escribir aquí unas cuantas entradas con un poco de contenido. Además, teniendo en cuenta que ya he empezado Antropología de las religiones y que posiblemente me siga formando a este respecto...

Muy bien. El primer problema que quiero mencionar es el de la "FEMINIDAD", un campo que me interesa bastante por la parte que me toca.

Hum... A ver qué digo ahora.

Simbólicamente hablando, dos de los símbolos primordiales con los que se relaciona la mujer son la LUNA y el AGUA. Ambos tienen algo en común y es la MUTABILIDAD. Es decir. la luna aparece y desaparece según sus fases y el agua puede adoptar cualquier forma y disfrazarse con cualquier identidad. Es curioso que al recurrir a estos símbolos sea la MUTABILIDAD y no la MATERNIDAD lo primero que sale a relucir... Pero también puede que sean cosas mías, que veo lo que quiero ver.

A lo largo de la historia la mujer ha tenido muchos papeles. Es cierto que principalmente se menciona en relación a la opresión, pero ha habido matriarcados, la mayor pirata de la historia fue una mujer china y en la Creta antigua muy posiblemente fueran ellas quienes ostentaban el poder. Hoy en día la mujer está luchando por la igualdad y se puede decir que en la sociedad occidental vive liberada, ¿no?

Quienes me conozcan sabrán que mi argumento nunca tira hacia una vertienente feminista. Básicamente porque creo que la mujer se está perdiendo A PASOS AGIGANTADOS. Me explico. Si pensamos un poco, vemos que hoy en día uno de los principales arquetipos femeninos es la ejecutiva agresiva. Y no me refiero sólo al entorno de las oficinas. Hay muchísima gente que adopta ese rol para aplicarlo a cada faceta de la vida. De hecho, hay muchísima gente que así lo hace. Y es genial, de verdad. Cada loco con su tema y con lo que más le guste.

El problema es cuando un estereotipo de estas características bloquea y rodea de prejuicios otras opciones. Por ejemplo, el hecho de que una mujer quiera casarse, tener hijos y vivir para su marido. Obligar a alguien a ello sería una animalada como un templo, pero elegirlo conscientemente a los 25 tras haber visto lo que es la vida es algo muy diferente.

Del mismo modo, te dicen que en la vida debes imponerte y hacerte valer. ¡Pues bien! ¡Yo no sé hacer eso! ¡La confrontación frontal nunca ha sido lo mío! Y sin embargo estoy aprendiendo a salirme con la mía.

Y finalmente, la ropa en el vestir. Prendas unisex (con adaptaciones eso sí) invaden el mercado, en tanto que la ropa puramente femenina queda en un segundo plano muy segundo plano.

Si lo resumimos tenemos esto EJECUTIVA AGRESIVA + CONFRONTACIÓN FRONTAL + PANTALONES. Así, muy a lo tonto. Pero mirándolo detenidamente vemos que los tres factores son rasgos SOLARES, relacionados tradicionalmente con lo masculino.

A ver, que luego se me malinterpreta. Aquí no estoy generalizando, ni criticando una masculinización de la mujer. Simplemente sostengo que la feminidad LUNAR y MUTABLE (las vías serpenteantes) se están perdiendo. Por eso me gustaría ir redactando algunas notas, si tengo tiempo, acerca de diferentes arquetipos muy femeninos que estamos dejando atrás y olvidando. ¿Y por qué? Pues porque me mola cantidubi la arquetipología, ya veréis cuando me dé por el Don Juan. Lo que pasa es que de la feminidad he aprendido mucho, y si no que miren a mi armario.

Lo cual no deja de ser un tema curioso cuando este blog me parece que sólo lo leen hombres. Ji, ji.

martes, 15 de septiembre de 2009

El abismo de mi alma

De verdad comienzo a pensar que aquí dentro, en alguna parte, debe de haber un abismo. Un abismo muy grande. Últimamente he vuelto a pasar mucho tiempo sola, así que tiendo a olvidarlo porque estoy conmigo misma y así nada se sale fuera de lo común.

Pero basta meterme en una conversación, la que sea, para que suelte dos o tres frases fuera de lugar que hacen que la gente me mire como si estuviera loca. O como si fuera rara, que es más común.

La otra opción es la de siempre, callármelo y volver a caminar por la vida con la máscara puesta, decir las frases que cuajen en la conversación y, como quien dice, ahogar al monstruo para que no entone la nota discordante. Pero me sé de un par de personas que me arrearían una somanta palos, como se dice en mi casa.

La gente quiere oír ciertas cosas y todo lo que se salga del camino carece de sentido a sus ojos. Se juzga de extraño y sin-lógica. Aunque para ti sea de cajón, y luego ocurre lo que ocurre: que como para ti es de sentido común no lo puedes expresar.

Pero sigo en shock... ¿Soy la única que piensa que hay algún problema con la cirugía estética? ¿La única que piensa que los complejos hay que superarlos porque están en la mente y no en el cuerpo? ¿Que el esfuerzo por sacarse partido "con lo que eres" es más importante que arrancarlo de raíz? ¿Que existe una sobrevalorización del físico perfecto y si esa es la única manera de sentirte bien contigo mismo tenemos un problema?

Yo le doy importancia a mi físico. Me gusta explotarlo, me gusta crear efectos y jugar a ser mil cosas que soy y dejo de ser. Y me ha costado años aprender a sacarme partido con una cara decimonónica cuando aquí lo que impera es el rococó. Y sin embargo, bien feliz que estoy ahora con mi cara de mujer y no de niña. ¿Por qué la gente no hace lo mismo y se acepta como es?

La cuestión no es que hay gente fuerte y gente débil para conseguirlo. Hay gente que ha decidido hacerse fuerte para soportar lo que le venga y lo ha pasado mal en el camino. Pero, mira tú por dónde, eso generalmente no se respeta.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Retrospectva II

Pues sí, soy licenciada. Ocho años me ha costado sacarme la carrera y finalmente soy licenciada. Hace un par de días pisé por última vez el campus de la UAB para validar la convalidación (y pagar) mis últimos créditos de libre elección. Y ahora en mi expediente pone completo y dice que puedo solicitar finalmente mitítulo con todas las de la ley. Seré, también, una de las últimas licenciadas en Traducción e Interpretación. A partir de ahora la ex carrera pasa a ser un grado de tres años.

Como iba con tiempo me senté en la cafetería de la facultad y a las doce el mediodía me hinché a pizza y fanta de naranja para celebrarlo. Las clases aún no habían empezado y casi todo lo que había por ahí eran estudiantes de intercambio y tutores locales gue les iban echando una mano. Varios grupos diseminados aquí y allá, y conversaciones desperdigadas que se colaban entre las palabras de Mircea Eliade y su Mito del eterno retorno.

Yo nunca he tenido sentimiento de Alma Mater, y menos por la Autónoma. No tengo ninguna sensación de pertenencia, y cada vez tengo más la impresión de que la universidad es un segundo bachillerato. Eso sí... los años metida en una facultad son los últimos años que pasan en una burbuja. Hay gente que se cruza en tu vida, conoces gente, compartes tus días con gente... "suceden cosas". Una vez de que sales de allí, la vida real y el trabajo se lo comen todo y pasas a verlo como algo completamente ajeno. Mientras comía y cotilleaba me daba por pensar que la vida de la gente aún se desarrollaría entre esas paredes. Habría "historias", como hubo las mías. Se cruzarían personas en su camino y durante unos años hechos y personajes serían sumamente importantes. Pero a la salida, poco más que nada quedaría de todo aquello.

Las historias se las llevaría el tiempo y no tendrían continuación. La gente seguiría su propio camino. Y sin embargo, aquellos que aún quedan entre las cuatro paredes siguen Viviendo allí, como en un micromundo donde los acontecimientos se suceden y que respira por sí mismo.

Se me hizo extraño. Pero ahora que tengo un título y un trabajo que me permite ganarme la vida, ya puedo ponerme a estudiar lo que verdaderamente quiero. Eso es bueno... Empiezo por antropología de las religiones! Yeeeeeeeeih!

viernes, 11 de septiembre de 2009

Retrospectiva I

En la madrugada del 11 al 12 de septiembre de hace 14 años falleció el actor Jeremy Brett. Por muchos recordado y alabado, como el mejor Sherlock Holmes de todos los tiempos. "El hombre que fue Holmes".

En mi casa, por influencia de una servidora, lo recordamos y lo celebramos.



Creo que esto ilustra bastante bien la esencia excéntrica de Holmes que tan magistralmente reprodujo Jeremy Brett. En cuanto a mí y mis nuevas resoluciones en la vida, estoy pensando seriamente apuntarme al circulo sherlockiano de Barcelona... Aunque antes tengo que pensar en algún nombre canónico (=sacado del Canon de las novelas y los cuentos, es que si no puede sonar muy mal) porque seguro que el de Irene Adler ya está cogido.

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