domingo, 29 de junio de 2008

Esto no puede ser



Que alguien me explique qué hago viendo esto a las cinco de la mañana. Estoy llegando a niveles de cutrez insospechados incluso para mí. *sigh*

Creo que el tiro me lo pego yo misma como siga mucho así.

Actualización de la simbología

Cuando me aburro suelo quejarme de que la simbología está estancada. Todo diccionario, todo estudio simbólico/arquetipológico que encuentres habla de siglos de antaño, de momentos pasados, de cosas encerradas en un baúl. ¿De qué sirve entonces?

Los símbolos y los arquetipos son en gran medida gritos sordos e inconscientes de quien los proclama. Los motivos, los colores, los temas escogidos al azar dicen mucho más de lo que parecen decir. Las formas y los tonos contienen información en su propia estética que aún se puede decodificar. Y de repente me parezco a Sherlock Holmes hablando...

Sin embargo, parece que nadie les presta atención. Y es una lástima... Ya que como el lenguaje, la simbología está viva y respira. Muta junto al ser humano, el espíritu de las edades y el tiempo. Y analizando los símbolos se puede ver un paso más allá, una especie de abstracción a las nubes, de lo que nos rodea.

Recuerdo que cuando vine de Japón parecía que salieran mariposas por todas partes. La publicidad las había hecho suyas y aparecían hasta en los anuncios de las paradas de bus. La ropa las incluía como motivos y de repente inundaron las tiendas de tatuajes. Tal vez siempre habían estado ahí para unos pocos, pero se pusieron de moda. Eso debió de ser hace un par de años.

Ahora ha llegado el turno de las banderas piratas (¡LITUANIA TIENE LA CULPA! ¡WITH A HAY HAY HEY AND A HAY HAY HO!) junto con un nuevo boom de los motivos neo-piratescos y la estética rockabilly y pin-up. Que esto también seguro que siempre había estado ahí para uno pocos... Pero de repente parece que

a) Se extiende
b) Más gente entra en consonacia con ello. Por pura consonancia o por moda pura y dura y hacerse los guays, que anda que no hay de esos.

Hasta aquí el fenómeno palpable en las calles de esta ciudad de metal, cemento, cables y horrible aire estancado. Ahora pasemos al area del simbolismo y los castillos en las nubes, que es más divertido.

La mariposa ha sido tradicionalmente observada como símbolo del alma. No es de extrañar que la gente sienta una extraña afinidad con ella, precisamente cuanto más muerta parece estar esa anima colectiva. No sé cuántas veces ha salido delante de un café el tema de que la sociedad está matando el arte, la literatura, la filosofía, la psicología y se está olvidando de pensar. Cada vez hay más depresión, más piloto automático y menos calidad educativa (viva la ESO, que nos ha hecho así). Una bonita coincidencia espacio temporal.

En cuanto a la pirateria... el propio arquetipo del pirata parece haber sufrido una cierta mutación. Dejando al margen lo que fueran o dejaran de ser históricamente, su imagen se ha transmitido como la del marino romántico que va con muchos cañones por banda, viento en popa a toda vela, blah, blah, blah. Ese romanticismo sigue vigente, que por algo aparece tanto en las novelas románticas del Pirata Flavio. Sin embargo y frente a las presiones de la sociedad parece estar afiazándose la faceta de libertad de la opresión de la tierra firme, el suelo estéril y muerto, la sociedad cuadrículada que encarcela en unas normas que son pura conveniencia. Una inclinación hacia esta estética denotaría una llamada silenciosa y un intento de acercarse hacia estos ideales.

A diferencia de lo que se suele pensar de la estética, ya que estamos, yo considero que es una de las pocas maneras puras, directas e intuitivas que nos quedan de reflejar lo que verdaderamente tenemos ahí dentro.

Y no, no sé a qué viene todo esto... Porque yo quería hablar de otra cosa. Seguro que la culpa es de los videos de Abba que estoy viendo en el youtube. Y de Lituania, evidentemente. Ayer fue Nino Bravo y Alaska, hoy esto (there was something in the air last night, the stars were bright, Fernando...)... Y espera que me ponga a llorar con Chiquitita.

Dios, mándame un tornado o que alguien me peque un tiro directamente.
P.D. Sí, yo tengo una bandera pirata en el balcón de casa que es la envidia de toda la manzana. Porque soy así de guay.

viernes, 20 de junio de 2008

Goo Goo Dolls - Hate this place

Cuando el resto falla siempre queda la belleza para consolar. Si no hay nadie dispuesto a mentirte, recurre a la gente que lo hace de profesión. Todo muta, pero siguen permaneciendo piezas intactas.

Hate this place (Odio este lugar)

Muy lejos de aquí.
¿Quién sabe dónde has estado?
Recogiste tus mentiras
Y deseaste que nunca hubieran existido.

En cierto modo dudo
Que volvamos a ser los mismos.
Hay demasiado veneno
Y confusión en tu rostro.

¿Puedes sentirlo?
-No quería decirlo
¿Puedo verte?
-¿Qué estamos haciendo?
Creo que te quiero
-Pero tampoco digo nada que ya no sepas.

Sigue soñando
Tú eres mi dulce farsa.

Tómate tu tiempo
Acércate poco a poco a mí.
Sí, yo puedo soportar tus mentiras
Hasta que te precipites contra el suelo.

Sabes que estoy perdido,
Escondido en tu cama
Nunca dije que estuviera mal,
Simplemente se me ocurrió en un momento.

¿Puedes sentirlo?
-No quería decirlo.
¿Puedes verlo?
-¿Qué estamos haciendo?
Creo que te quiero
-Pero tampoco digo nada que ya no sepas.

Sigue soñando
Tú eres mi dulce farasa.

¿Qué vas a hacer conmigo?
Volverás a mí.
Puede ser cualquier otro día...
Si no estoy seguro de nada.
Yo no juego con otra vida
Puedo seguir adelante sin ti.
Miénteme.
Sabes
Que lo necesito.

Sigue soñando
Tú eres mi dulce farsa.

Sigue soñando
Tú eres mi dulce farsa.

domingo, 15 de junio de 2008

Out of the air

Gracias a todos por vuestras amables palabras. A veces me parece estar mendigándolas y otras veces es sólo este soberano impulso de hablar.

Hay noches más extrañas que otras. Las voces retumban más o menos fuertes. Hoy apenas toco el suelo con los talones... Es extraño. A veces verdaderamente temo que algún día me vuelva realmente loca. Pero dicen que la locura arrastra todo lo demás... No queda sufrimiento, ni dolor, ni soledad. Así que no puede ser tan malo. Que llegue si tiene que llegar. Además, es divertido no notar esas ataduras que generalmente amordazan lo que de verdad quieres decir, esa alma dormida en algún lugar de tus dedos. Es como estar borracho pero sin pagar por el alcohol y/o resto de sustancias.

En fin, la cuestión es que he empezado a tararear algo incesantemente, tanto que he tenido que buscar la canción y la letra. Y como no consigo concentrarme en nada más, he acabado escribiéndola por aquí. Pride of Mind, grupo inclasificable de hace ya más de diez años. Un álbum en el mercado que nadie recuerda, excepto cuatro gatos que institivamente nos reunimos a su alrededor sin ni siquiera saber lo que decían cantando. ¡Gracias, señor, por la oportunidad de aprender japonés!

Sí... algo me decía que era un cuento urbano, como los de esas noches en las que no puedes dar un paso tras otro. Una mano inmensa te agarra de la cabeza y te hace escender, desconectada, muy desconectada de todo. Como si las palabras de otro reposaran en tus labios y sólo les faltara tu hálito vital.

Pride of Mind
De la nada

Me veo caminando por la ciudad
Con los ojos cerrados suavemente.
Quiero echar a volar. Atravesar la noche.
(Me arrastro hacia el verdadero rostro de la noche)

El viento frío.
El olor del asfalto que se eleva bajo la luz de la luna.
Soy libre. Puedo ver las estrellas.
No imaginas esta felicidad.

¡Ahora! ¡Huye conmigo agarrada a mi mano!
Bajo los rayos de la luna.

Mis talones dejan de tocar el suelo,
Mi cuerpo se extiende hacia el cielo.
Envuelto en el viento te abro mis brazos
Mientras vas quedando abajo, muy abajo.

¡Ahora! ¡Baila conmigo agarrada a mi mano!
En esta noche estrellada.

Siento mis fragmentos. Eso está bien.
Embriagado de placer. Ahora.

Giro en el aire mientras cuento el resplandor de las estrellas.
A punto de abrir los ojos y despertar bajo la luz cegadora de la mañana.
¡Ahora! ¡Huye conmigo agarrada a mi mano!
Rayos de luna.

La ciudad de cristal se extiende.
Ya está a punto de desaparecer.
El sol de la mañana se clava en mis párpados.
En cuanto los abra... De la nada.

viernes, 13 de junio de 2008

Historias del metro

Los lugares tienen espíritu. Suelo pensar que en las islas está en el cielo y en el mar; en mi pueblo, en la tierra y en los bosques; y en la ciudad está en el subsuelo. Si lo respiras muy fuerte es posible que llene tus pulmones de aire de cloaca y gases de desecho romántico-polutos.

La naturaleza de las cosas cambia según dónde estés. Al menos eso es lo que he llegado a pensar con el tiempo, que tampoco es mucho. Según donde vayas, la calidez y la cercanía de la gente se tiene que buscar en unos y otros detalles más allá de los definidos por tu cultura nativa.

Lo mismo creo que sucede con el espíritu de la ciudad. Hay que saber cómo acercarse a él. En la superficie sólo se notan sus rumores, pero como está en el subsuelo... Cuanto más te adentres en las entrañas de la tierra, más cerca estarás de él. Por eso los trayectos en metro son algo peculiar.

La vida en la ciudad de cemento es complicada. Parece que todo sea de paso, mutable y que nada ni nadie vaya a seguir ahí al abrir los ojos. Es como un mundo de visiones prefabricadas. Pero como la noche en ella es un mundo aparte, lo mismo sucede con el metro.

Yo he descubierto muchas cosas de camino al trabajo y volviendo de él. Lo primero es que tengo mal equilibrio. Muy malo. No quiero pensar en las veces que me han tenido que sujetar porque no iba bien agarrada o que directamente me he caído encima de alguien.

Lo segundo es que adoro ver caras... porque al igual que las piedras cuentan su historia, las caras hacen otro tanto. Esto también tiene sus inconvenientes porque hay gente que se piensa lo que no es. Una de mis mayores manías es no mirar hacia delante cuando subo en escaleras mecánicas; me pongo de medio lado, de frente a la barandilla. Así, con sólo girar un poco la cabecita veo a la gente que está subiendo detrás de mí.

Lo tercero es que por los pasillos del metro pasean espectros grises, vapores un poco más condensados del espíritu de la ciudad. Si apartas a manotazos a los turistas a las niñatas anoréxicas se ven enseguida.

Bajo tierra solté la mayor declaración de amor platónico de mi vida:
"Perdona que te haya estado mirando con cara de tonta durante 16 meses, pero tienes la cara más bonita que he visto en mi vida." Pobre chico, cada vez que lo recuerdo me sabe mal por él. Pero tenía que decírselo... Lamento no haber podido volver a hablar con él. Me parece injusto que se haya quedado sin saber tantas cosas que ha creado... Y provocado. Siempre será el gato que cazó a esta pobre serpiente sin saberlo.

Hoy venía escuchando a una madre y una hija ecuatorianas. Han venido solas y en agosto del año que viene tendrán dinero para irse unos meses a Ecuador. Estaban deseando, pero la madre igual no podía porque creía que tendría que trabajar, así que le ha dicho a la hija que vaya ella sola... Pero la hija le ha respondido que no podría marcharse a pasárselo bien, mientras la buena señora se queda sola aquí.

Conocí una chica canadiense aterrorizada porque acababa de llegar a Barcelona, no conocía a nadie y nadie le había dado conversación por la calle. Una señora me paró una vez para decirme que le encantaba mi vestido de calaveras y rosas rojas, que bravo por el valor para ponérmelo. Un día de ansiedad que fui a la ofi a entregar un tomo a las seis de la mañana me encontré con los ojos más increíbles del mundo que me dejaron temblando. Otra vez me puse al llorar en un asiento y la chica que había en frente se sentó a mi lado para preguntarme qué tal estaba y consolarme un rato mientras la gente hacía que no nos veía. Y un par de meses antes de eso, subía escaleras mecánicas de medio lado cuando el chico que estaba detrás de mí me dijo simplemente: Eres guapa. Juro que es la única vez que me han dicho esas palabras así en la vida.

Un día de muy buen humor, me marqué un tango en un vagón con un acordeón de fondo. Otra vez una cuadrilla de gitanos y gitanas me preguntaron que a ver por qué vestía así y después de tres paradas hablando me despidieron todo encantadores ellos. Y cuando creo que el día no puede ir peor y que ya no me quedan sorpresas que me puedan alegrar... Me encuentro con la misma gente en el mismo vagón de vuelta a casa. El señor de cuarenta años con melena, vestido de gris y marrón y con una expresión indescifrable. El inmigrante coreano, pequeñito pero cuadrado como un armario empotrado y siempre rapado al cero. La señora mayor con el pelo recogido en un moño entrecano. Y me voy a casa pensando: Un punto de realidad entre tanto caos.

¡Oh! Y la vez que vi a aquel finlandés tan guapo que me eché a llorar a metro y medio de su cara sin poder retirar la vista. Y el buen chico se levantó, se puso de pie a mi lado y se quedó sonriendo mientras yo lloraba. Y también la vez que me senté y cuando de repente alcé la vista me encuentro con un amigo de mi pueblo que ni sabía que estaba en Barcelona.

Van cayendo como gotas. Momentos de gente entrecruzada en una telaraña. Tal vez una coincidencias significativa o tal vez sólo un futuro recuerdo. Algo potencial o inexistente. No sé el qué, pero algo. Aunque sólo sea un rayito de esperanza con un leve certeza de que hay cosas que "todavía pasan". Tal vez esas mismas coincidencias y cruces inesperados en la telaraña sea lo que queda de magia en este mundo expirante.

martes, 10 de junio de 2008

Maiwai - Una de piratas

MAIWAI
De Minetarô Michizuki

Maiwai cuenta la historia de Funako Yamato, una estudiante de bachillerato que – en palabras textuales – siente un extraño dolor en su pecho. Su objetivo existencial tras la muerte de su madre ha sido el de hacerse cada vez más fuerte. Meta sobradamente superada tras ganar diversos torneos a nivel nacional y ser la nueva capitana de su club de lucha libre en el instituto. Una jovencita a la que ni siquiera los macho men de su equipo pueden hacer sombra.

Sin embargo, a pesar de haber conseguido el gran objetivo de su vida, Funako sigue sintiendo esa inexplicable presión en el pecho que no parece desvanecerse. ¿Cuál es el problema si ya ha alcanzado todo aquello que en teoría “debía conseguir”?

Bajo esta metáfora tan simplista – en la mejor acepción de la palabra –, nos encontramos con un contenido denso y existencial. El extraño vacío y la apatía que recubre el devenir cuando todos nuestros objetivos prefijados han sido cumplidos. Un objetivo tiene validez en cuanto ha sido trazado en relación al avance personal, no por cubrir lagunas. Hablando en plata, no sirve de nada agarrarse a un clavo ardiendo, pensando que podrá aportarnos la salvación. Porque en cuanto se alcancen las metas, si estas son irrelevantes, el objetivo carecerá de valor y volverá a dejarnos tan vacíos como estábamos en un principio. No importa lo sobresalientes que hayan sido nuestros logros si eso nunca ha sido en realidad lo que hemos deseado.

El objetivo nunca es objetivo, es camino a recorrer. En la historia éste se ve ilustrado bajo el arquetipo de viaje iniciático o búsqueda del tesoro. Un proceso tan interno como externo... Un paso a paso en la realidad que asimismo se va forjando en el alma, y como bien indica el abuelo de Funako, ayuda a crecer más allá del simple hecho de ser una consecuencia del paso del tiempo para todos nosotros.

Este camino hacia el crecimiento interior, más allá de banalidades inservibles y falsos clavos al rojo vivo, es la clave de la obra. Asistimos a la búsqueda del tesoro junto a Funako y una panda de compañeros igual o incluso más excéntricos que la joven luchadora. Una serie de situaciones absurdas (o más bien surrealistas), de calle, de vida cotidiana, tan reales como la vida misma, que se ven aderezadas con puntuales frases sobre la existencia y la realidad que caen sobre la cabeza como losas.

En resumen, una preciosa metáfora sobre la vida y la apatía que la rodea. La verdad y el crecimiento. Y sin duda unas de las manifestaciones más actuales y acertada del arquetipo del viaje iniciático. Fresco, divertido, ligero y agradable, como los momentos de epifanía tras XX porros en el balcón de casa, de noches sin dormir y días sin comer, o vueltas a casa tras borracheras impresionantes de madrugada. Vamos, la verdadera filosofía que tiende a ser desprestigiada.




Ya iré agregando más citas a medida que me vaya releyendo la historia:



Entre los siglos XVI y XVII hubo hombres que se echaron a la mar en busca de lugares inexplorados. Hoy en día, en diez horas se puede ir de Japón a Nueva York. ¿Y eso qué significa? El ansia de saber es importante para el ser humano. No, no es importante. Es jodidamente esencial. El ser humano siempre busca algo. Algo que lo excite, que lo atraiga. ¿Y por qué? Porque quiere ver otros mundos. Porque esté donde esté, lo único que tiene en su puñetera cabeza es lo de: “Aquí no puedo ser yo mismo”. Algún sitio pero no “aquí”. Algo, pero no “esto”. Alguien, pero no “quien soy ahora”. ¿De qué estaba hablando?

(...) Pero no es tan sencillo. Lo intento con todas mis fuerzas, de veras... Lo intento. Pero últimamente... siempre me siento tan vacía y no sé por qué. Lo único que me queda es este dolor constante que ni yo entiendo. Me da tanta rabia, que me pongo a llorar. ¿Por qué las mujeres estamos condenadas a ser tan débiles? ¿Qué puedo hacer para librarme de este dolor en mi pecho? Sigue doliéndome y no puedo hacer nada por evitarlo. ¿Desde cuándo me siento así? Abuelo, ahora el mar de Funako está dormido.

Maiwai - Una de piratas

MAIWAI
De Minetarô Michizuki

Maiwai cuenta la historia de Funako Yamato, una estudiante de bachillerato que – en palabras textuales – siente un extraño dolor en su pecho. Su objetivo existencial tras la muerte de su madre ha sido el de hacerse cada vez más fuerte. Meta sobradamente superada tras ganar diversos torneos a nivel nacional y ser la nueva capitana de su club de lucha libre en el instituto. Una jovencita a la que ni siquiera los macho men de su equipo pueden hacer sombra.

Sin embargo, a pesar de haber conseguido el gran objetivo de su vida, Funako sigue sintiendo esa inexplicable presión en el pecho que no parece desvanecerse. ¿Cuál es el problema si ya ha alcanzado todo aquello que en teoría “debía conseguir”?

Bajo esta metáfora tan simplista – en la mejor acepción de la palabra –, nos encontramos con un contenido denso y existencial. El extraño vacío y la apatía que recubre el devenir cuando todos nuestros objetivos prefijados han sido cumplidos. Un objetivo tiene validez en cuanto ha sido trazado en relación al avance personal, no por cubrir lagunas. Hablando en plata, no sirve de nada agarrarse a un clavo ardiendo, pensando que podrá aportarnos la salvación. Porque en cuanto se alcancen las metas, si estas son irrelevantes, el objetivo carecerá de valor y volverá a dejarnos tan vacíos como estábamos en un principio. No importa lo sobresalientes que hayan sido nuestros logros si eso nunca ha sido en realidad lo que hemos deseado.

El objetivo nunca es objetivo, es camino a recorrer. En la historia éste se ve ilustrado bajo el arquetipo de viaje iniciático o búsqueda del tesoro. Un proceso tan interno como externo... Un paso a paso en la realidad que asimismo se va forjando en el alma, y como bien indica el abuelo de Funako, ayuda a crecer más allá del simple hecho de ser una consecuencia del paso del tiempo para todos nosotros.

Este camino hacia el crecimiento interior, más allá de banalidades inservibles y falsos clavos al rojo vivo, es la clave de la obra. Asistimos a la búsqueda del tesoro junto a Funako y una panda de compañeros igual o incluso más excéntricos que la joven luchadora. Una serie de situaciones absurdas (o más bien surrealistas), de calle, de vida cotidiana, tan reales como la vida misma, que se ven aderezadas con puntuales frases sobre la existencia y la realidad que caen sobre la cabeza como losas.

En resumen, una preciosa metáfora sobre la vida y la apatía que la rodea. La verdad y el crecimiento. Y sin duda unas de las manifestaciones más actuales y acertada del arquetipo del viaje iniciático. Fresco, divertido, ligero y agradable, como los momentos de epifanía tras XX porros en el balcón de casa, de noches sin dormir y días sin comer, o vueltas a casa tras borracheras impresionantes de madrugada. Vamos, la verdadera filosofía que tiende a ser desprestigiada.
Ya iré agregando más citas a medida que me vaya releyendo la historia:

Entre los siglos XVI y XVII hubo hombres que se echaron a la mar en busca de lugares inexplorados. Hoy en día, en diez horas se puede ir de Japón a Nueva York. ¿Y eso qué significa? El ansia de saber es importante para el ser humano. No, no es importante. Es jodidamente esencial. El ser humano siempre busca algo. Algo que lo excite, que lo atraiga. ¿Y por qué? Porque quiere ver otros mundos. Porque esté donde esté, lo único que tiene en su puñetera cabeza es lo de: “Aquí no puedo ser yo mismo”. Algún sitio pero no “aquí”. Algo, pero no “esto”. Alguien, pero no “quien soy ahora”. ¿De qué estaba hablando?

(...) Pero no es tan sencillo. Lo intento con todas mis fuerzas, de veras... Lo intento. Pero últimamente... siempre me siento tan vacía y no sé por qué. Lo único que me queda es este dolor constante que ni yo entiendo. Me da tanta rabia, que me pongo a llorar. ¿Por qué las mujeres estamos condenadas a ser tan débiles? ¿Qué puedo hacer para librarme de este dolor en mi pecho? Sigue doliéndome y no puedo hacer nada por evitarlo. ¿Desde cuándo me siento así? Abuelo, ahora el mar de Funako está dormido.

martes, 3 de junio de 2008

Gather ye Rosebuds while ye may




Gather ye rosebuds while ye may
Old time is still a-flying:
And this same flower that smiles to-day
To-morrow will be dying

(To the Virgins, to make much of Time)
(Robert Herrick 1491-1674)



El viernes de la semana pasada fui a comprar un lavadora (que funcionara) y mientras estaba ojeando la sección de libros del Hipercor me encontré con un libro que tenía esta imagen en la portada. "Waterhouse", no hay duda; erré el título del cuadro. Me dio rabia no estar segura y tuve que comprobarlo en la camisa del volumen a ver si aparecía el nombre.

Y nada más leerlo estas frases de Herrick me vinieron a la cabeza. No es que sea gran seguidora de su obra, de hecho sólo lo conozco de rebote por el cuadro de Waterhouse. Un recordatorio de que la vida vuela y blah, blah, blah, tópico, tópico, que estamos hartos de escuchar en canciones. Pero que es cierto. Como cada vez que releo El retrato de Dorian Gray me pregunto qué narices estoy haciendo con mi cuarto de siglo. Pasarlo luchando con fantasmas y neuras mentales y cuando no, trabajando. Esto no debería ser tan complicado.

En fin, odio la primavera. Odio el verano. Pero ya me quejaré de eso otro día con detenimiento.

*Recoge rosas mientras aún puedas/los tiempos de vejez planean/y las mismas flores que hoy te sonríen / mañana estarán muertas. No hay traducción oficial y ya que esto es un blog y no tiene ni validez ni rigor porque es lo que hago en mi tiempo libre, me tomo la justicia por la mano y la traduzco como la entiendo.

;;

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