jueves, 30 de abril de 2009

Otro día más que se nos va...

Otro día más que se nos va... A veces me da miedo la velocidad a la que pasan. Tan simultáneos, tan puntuales, tan.. saturninos en prestreza y crueldad. Si no haces algo es tan fácil que te arrastren tras ellos. Y por otro lado, resulta tan difícil plantarles cara. No me gusta pensar hoy lo mismo que pensé ayer, ni pensar de ayer lo mismo que pienso de hoy. Ilusa y utópica por quererme escapar de los engranajes que nos rigen a todos. Pero me gusta pensar que hay alternativas... Tal vez la culpa sea de un pirata rockabilly con el que he soñado hoy. Pero sí, tiene que haber alternativas.

Y si él persiguió el azul, yo seguiré tras el violeta. Más allá del horizonte... azul, azulado, azulino. El problema es cómo hacerlo.

Hablando de días que se escapan...
http://www.youtube.com/watch?v=1EDdimox6GM

martes, 28 de abril de 2009

Y si...

¿Y si resulta que en el mundo casi todo son sombras y solo habitan unos pocos humanos? ¿Y si la gente que nos vende el pan son automátas y no tiene conciencia? Porque la conciencia de los otros es imposible de sentir... Ay, señor, si a veces la mía propia se difumina. ¿Y si los humanos tenemos algún mecanismo para reconocernos? ¿Y si somos tan pocos que cuando nos cruzamos nos agarramos mutuamente como a un clavo ardiendo para no perdernos en este caos? ¿Y si lo que nos rodea es un mundo completamente mecanizado donde el único "espíritu" es el de esos cuatro humanos? Un mundo que deja de tener vida cuando no lo miramos...

Porque sí, es cierto... La conciencia del resto nunca la percibimos a no ser que sea por el producto de alguna creación. ¿Y si es por eso que el arte nos hace sentir tan acompañados? (=Es la única manera de sentir la conciencia de OTRO en una soledad con una sola mente y una sola alma).

Y todo esto ha surgido redactando unas notas sobre una serie para niñas de nueve años. Y no me viene por ninguna vertiente Matrix que tengo la neura esta desde que tenía siete años y a veces me vuelve. Me gustaría desconectar mi mente unas horas, que a este paso ni duermpo.

viernes, 24 de abril de 2009

¡Kikuzawa, no me toques los cojones!

Hoy he tenido una discusión de lo más entretenida vía mail con un par de compañeros de trabajo. Por si alguien en este blog todavía no lo sabía, me dedico a la traducción de manga y el anime. Y no me gusta reconocerlo en público porque a mi también me da miedo que vengan a buscarme a casa con las antorchas encendidas.

Puedo decir que aunque a veces vaya muy justa, me gusta mi trabajo. Traduzco cosas bastante diferentes entre sí y también me encargo del control de calidad en la oficina. Así que sé bastante bien lo que hay detrás de cada serie que pasa por mis manos.

La labor del traductor es en mi opinión ser fiel a la obra con la que trabaja. Y eso es aplicable a un capítulo de House, a un tratado de botánica, a un contrato de compraventa o a una serie de manga. Lo que se dice en un idioma hay que decirlo en otro sea cual sea el texto. Hasta ahí todos de acuerdo, ¿verdad?

Ahora bien... El problema surge con la idea de "las palabras son solo palabras", no ideas. Detrás de "caen chuzos de punta" se esconde realmente un: llueve mucho. Es un ejemplo de cajón, vale, pero ilustra el hecho de que lo importante es el significado. No podemos traducir un: Onaka ga suita... Mise ni ikou. Por: tengo hambre, vamos a la tienda. "Mise" se traduce generalmente por "tienda", cierto, pero en realidad abarca todo tipo de establecimientos. Aquí cuando tienes hambre te vas a un restaurante. No estás traicionando el original por decir "restaurante"; de hecho, estás siendo increíblemente fiel.

Otra cuestión es la adaptación. Una de las cosas que más gracia me hace es el "ganbatte kudasai". Algo así como "esfuérzate mucho, por favor". Claro que el sentido original-literal es ése... Pero ¿cuándo se emplea? A la hora de desear suerte o ánimo para hacer algo (entre otras cosas). Ahora bien, si lo traducimos por "esfuérzate mucho, por favor" conseguimos que el personaje sea recto, formal, obediente e increíblemente riguroso con su manera de hablar. Cuando en japonés es una expresión que sale hasta de debajo de las piedras y se usa muchas veces a la buena de Dios. No siempre, cierto... Pero son casos para poner ejemplos y no se me ocurría nada mejor.

Y finalmente quiero hablar del "efecto". Este ha sido núcleo de discusión durante años y años. Pongamos un ejemplo: el autor inserta un chiste en una obra. Un chiste verbal, para ser exactos. Si lo traduces palabra por palabra el efecto se va por la taza del váter. ¿El autor quería eso? No. El autor quería introducir un chiste porque resulta gracioso. ¡No le demos más vueltas! ¿Qué se debería hacer entonces? ¿Respetar las palabras o el chiste? Si realmente sientes cariño por lo que lees, lo que pretendes es serle fiel. De modo que un traductor siempre optará por adaptarlo (a no ser en casos concretos, como siempre) para preservar el "cómo es la obra". Si lo llenamos todos de notas de traducción se convierte en una versión anotada de La Odisea que ha perdido la diversión en pos de un estudio lingüístico y antropológico del idioma. Y no estamos aquí para eso, sino para traducir obras. Eso es algo muy diferente.

¿Pero qué dicta lo que es y no es una buena traducción? ¡Eso es lo mejor de todo! ABSOLUTAMENTE NADA, EXCEPTO QUE FUNCIONA. ¿Qué dicta lo que funciona? ABSOLUTAMENTE NADA. La traducción literaria/artística es un arte, no una ciencia (y menos exacta). No hay respuesta correcta y respuesta incorrecta... Hay propuestas y opciones que hay que barajar y pensar en sus posibles consecuencias. Ahora bien, lo único de lo que se dispone para tomar esa decisión es del criterio. El criterio no viene escrito, ni es absoluto, ni se enseña. Es algo que se va desarrollando con el tiempo y la experiencia... Cuando aprendes lo que pasa por poner "X" y por poner "Y" y que aquí lo importante es el efecto pero no las palabras, y después sucede a la inversa.

¿Por qué el criterio del traductor es mejor que el de otras personas? Pues porque tiene más experiencia, ni más ni menos y unas nociones lingüísticas y traductológicas. Muchos fans expresan su opinión sin tapujos, lo cual está bien. Pero no valoran la decisión que toman otros. Por ejemplo: ¡El nombre de las técnicas debería dejarse en versión original! Vale... entiendo el punto. Perfectamente, de hecho. ¿Pero si en japonés tienen un nombre puramente explicativo cuyo contenido se entiende perfectamente, por qué el lector en castellano va a jugar con desventaja? Solución: nota de traducción. ¿Y en animación?

¿Comprensión o exotismo? Por muy atractivo que resulte Japón, las obras no fueron creadas en un principio para resultar exóticas, sino para contar una historia de un modo concreto con unos personajes que son de una manera concreta. Yo no voy a traicionar esa esencia para japonizarlo. Y ahora que nadie me salga con "¿qué pasa con una obra de ambiente tradicoinal?" Pues bien, ahí el autor hacía alusión a lo "tradicional" y no "lo cotidiano". Eso lo cambia todo.

Creo que esta entrada dará inicio a algún que otro post sobre temática tradutológica comentando decisiones que han tomado algunos compañeros de trabajo (o yo misma) con énfasis en problemas complicados que se han solucionado bien. Que a fin de cuentas tengo por ahí un listadillo...

jueves, 23 de abril de 2009

La vida de una mujer trabajadora

Hace tiempo que tengo una teoría. Discutible, vale, pero me gusta. Y es que hay una forma de descubrir si estás Vivo o no. Es tan fácil como comprobar si el número de recortes que hay en la caja de zapatos debajo de la cama ha aumentado Mientras a tu catálogo mental se sigan sumando recuerdos, estás vivo. El día en que te tienes que remontar años atrás para contar una anécdota es que estás muerto.

No hay que buscar nada, la Vida misma te salta al camino.



lunes, 20 de abril de 2009

Huyendo del mundanal ruido

Después del rotundo fracaso y el encierro de Semana Santa, he tomado mi revancha este fin de semana. Comer fuera, cenar fuera, cafecito en un bar acogedor y ataque de espontaneidad que acabó llevándome a uno de esos lugares inesperados en el transcurso de la tarde.

Desde que llegué a Barcelona hace tropecientos años para empezar la carrera, la gente me ha estado diciendo una y otra vez: ¿Ya has ido al Tibidabo? El otro día estuve y me acordé un montón de ti cuando vi los autómatas.

Para todo aquel que no sea de aquí, el Tibidabo es uno de los tres parques de atracciones más antiguos del mundo repleto cositas emblemáticas. Algunas de ellas como El avión o la Atalaya datan de la segunda década de los 20. Es decir, hierros y el encanto de la decadencia por todas partes. Incluso el tiovivo está ambientado a la antigua... No es tan bonito como el de París o San Sebastian, pero tiene ese encanto a la vieja usanza. Yo disfruté mucho del ambiente, el paseo, el anfiteatro y el día que hacía... Pero me sobraban los niños correteando y gritando. Aunque no me quejo demasiado, que los preadolescentes de Port Aventura son bastante peores. Qué rancia soy, ¿no?

Respecto al museo de los autómatas... ¡A mí me encantó! Es que eso de apretar botoncitos que se ponen en verde para que se muevan tiene su encanto. Lo único malo sonlos mocosos que se te colaban delante y le daban al botón antes que tú. El edificio del museo es modernista, con un techo precioso y acoge autómatas desde finales del XIX a principio del XX y un par de piezas más modernas. Evidentemente no es El Turco, pero resultaban entrañables. Algunos simulaban los movimientos faciales de seres humanos, otro bailaban, escribían o cotilleaban. También había algún diorama y las típicas maquinitas de las ferias para leer la fortuna. Lo malo es que el sistema de monedas no funcionaba y le habían retirado las tarjetitas. Y también había una recreación muy buena de la guillotina... al muñequito le llegaban a cortar la cabeza de verdad.

Es increíble los lugares en los que se encuentra la vida... Hum... Me sentí como una cría correteando de un sitio a otro o bailoteando con las canciones del hilo musical. Que parece que les dio por poner música de los cincuenta... y a mí me entraron ganas de aprender a bailar todo eso. En fins... supongo que mientras cosas como estas me sigan pasando todo está bien.

Fotos de móvil, que si no esto no sería lo suficientemente cutre.

Pequeña panorámica del parque desde la plaza.


El avión de época.

El infierno con las almas de los condenados, un dragón de tres cabezas y unos cuandos diablos majetes.


Un rinconcito que había al final del paseo, que era muy cuco.

La entrada al museo eran 2 euros, otros 2 por atracción (me parece) y la entrada completa para subirte en todo lo que quieras, 25. Esta vez solo hubo paseo y autómatas, pero bueno.

jueves, 16 de abril de 2009

El vicio señores, el vicio... Mi viejo Holmes no defauda y yo sigo enamorada de esa nariz ganchuda con ojos grises.

Tanto tiempo en la cama estos días tenía que cundirme para algo, y así ha sido. He aprovechado para hacer algo que no hacía en meses o tal vez años: JUGAR. ¿Y qué mejor que un jueguecito de Sherlock para entrar en materia? Esto es como volver al hogar... *_*

Yo me esperaba una aventura gráfica, pero cuál fue mi sorpresa al descubrir que se trataba más bien de un juego de puzzles. La trama no es narrativa, los diálogos no se desarrollan, no hay una historia detrás prácticamente... Es tan solo un juego de puzles encadenados. Lo cual ya va bien para no pensar demasiado, más que en una dirección.

Hay algunos de los que he disfrutado muchísimo... Algunos de códigos númericos, otros laberínticos y otro que me ha hecho mucha gracia de deshacer nudos en un alfiletero moviendo los alfileres para que el hilo no se cruzara por ninguna parte. Incluso salía el jueguecito de hacer cuadrados al que jugaba con mi madre cuando era pequeña... ¡Y Gertrudis y yo le dimos una soberana paliza al ordenador!

Uno de los elementos que más me llamó la atención fue el análisis de los escenarios. En un principio me parecía una pérdida de tiempo andar buscando pelos por el escenario del crimen o la casa de los sospechoso... Pero luego me di cuenta de que la observación es el primer pilar para la deducción y que nunca me había sentido como Holmes a lo sabueso. Juas, juas, juas.

Por lo demás, la banda sonora habitual (y no me quejo) y un juego de tres sentadas. Vamos, que de tres tandas te lo acabas, ameno si te gustan los puzzles y útil si quieres canalizar todos tus pensamientos en una dirección para evitar que se disparen hacia espirales y laberintos mentales.

Ahora estoy (o intento estar) con The Awakened... Ese juego tan curioso que mezcla el universo de Conan Doyle con el de Lovecraft y el pulplo verde. Ya comentaré por aquí qué tal...

Por lo demás, Gertrudis y Sebastian (mi criada y mi mayordomo) han descubierto la forma de motivarme a trabajar por las noches. Gertrudis fue tan maja de comprar una revista con Hugh Jackman en la portada y Sebastian me la pone a los pies de la cama para que vea como el señor Lobezno me mira y yo digo: Sí, sí, ahora mismo vuelvo al trabajo.

En serio, soy lerda. Ahora lo he visto bien claro. Señor... a veces me gustaría ser una mujer hecha y derecha y ahorrarme estupideces. Pero luego creo que me aburriría...

lunes, 13 de abril de 2009

La primavera la sangre altera

Aunque parece que el invierno se niega a dejarnos, al menos en tierras Barcelonesas. Los chaparrones intermitentes y los últimos coletazos del frío que ya debería haber desaparecido prolongan la despedida. Yo no me quejo, prefiero el frío al calor; y un día más de frío equivale a un día menos de calor veraniego.

Sin embargo, la luz es de primavera. Hemos cambiado la hora, oscurece más tarde y a la salida del trabajo hay menos ganas de volver directa a casa y acabo paseando tres cuartos de hora en lugar de coger el metro.

A mí me afecta la primavera. Estoy inquieta. O tal vez sería mejor decir que no paro quieta. No puedo concentrarme, no puedo tranquilizarme y voy hecha un manojo de nervios por la casa; eso cuando no me paso dos días en la cama viendo las horas pasar porque voy tan acelerada que no puedo hacer nada más. Menuda "tan-ansiada-Semana-Santa" he pasado con la tontería.

Anoche ya no lo soportaba más, terminé un juego de Sherlock Holmes y mi compañera de piso y su novio me arrastraron a cenar. Íbamos a ir a un sitio chulo, del que no te puedes permitir todos los días... Acabamos en el Mesón Manolo de aquí al lado con un plato de bravas, otro de croquetas caseras y un plato combinado por cabeza. Y mientras nos lamentábamos de nuestra cutrez absoluta, no se nos ocurrió otra cosa que ir al bingo que hay unas calles más arriba.

¡Ese lugar es un mundo aparte! ¡Un portal hacia otra dimensión! Yo nunca había ido a ninguno y me quedé fascinada... De lo cómodas que son las butacas tapizadas de rojo, de la gente que hay, de lo barata que sale la cena (4,30) y de lo bien que pintaba, de la chica que vendía cupones a toda velocidad, de la manera de cantar los números y de los dos euracos que te sablaban con cada cartón. Fascinante, fascinante... Los premios por línea oscilaban entre 60-70 euros y los de bingo, entre 350-500. Las mesas son redonda y en el centro hay una pantallita en la que van saliendo los números y ayer por ser noche de domingo el chocolate con churros nos salió gratis. Los cubatas a tres euros. Los gin-tonics (que en realidad eran tónicas) no nos los trajeron nunca. Algo de lo más fascinante, sí señor. La próxima vez vamos a la cena.

Evidentemente no ganamos ni un duro, pero nos quedamos a tres número en varias ocasiones.

domingo, 12 de abril de 2009

Camino Soria

Hoy hace un día gris, un día de perros. Casi diría que llueve con desgana. Llevo desde el viernes que no me he levantado de la cama más que para ir al baño. He aprovechado para atar unos cabos sueltos del trabajo, entrar en contacto con viejos amigos, leer sobre laberintos y escuchar canciones que hasta había olvidado que conocía. Por suerte ya estoy mejor, aposentada en el salón de una casa en silencio después de pasarme por el chino de abajo para echar un café con leche.

Entre mis devaneos musicales he flirteado con Elvis y me he hartado a hits del verano de Los Bravos, Los Brincos y Los Diablos. Después he acabado en la Movida Madrileña, siempre de la mano de las canciones que se han oído en mi casa desde que era un retaco. Creo que una canción te puede gustar o no gustar. Pero más allá están los recuerdos. Me explico; tal vez si la escucharas ahora no te diría gran cosa porque ni siquiera encaja con tu gusto musical, pero la tienes asociada a cosas tan particulares del pasado que la canción ha dejado de ser canción para convertirse en la banda sonora del recuerdo.

Pues vale. A mí me ha ocurrido con Gabinete Caligari. La culpa fue del Cha cha cha, Al calor del amor en un bar y Camino Soria. Sabía que las había oído alguna vez en casa... Pero al escuchar la voz de Urrutia me he dado cuenta de CUÁNTAS VECES HAN SONADO siendo yo una cría. Crecí con Abba, crecí con los Beatles pero las noches de verano con ese cielo negro que no existe en Barcelona crecí con esa voz grave y áspera. Camino Soria me recuerda a eso, a noches oscuras, en la cocina de mi casa o en el coche, con la puerta del balcón abierta o la ventanilla del coche bajada. Para dejar paso a la noche de fuera. Si ya de por sí Camino Soria transmite esa paz, a mí encima me recuerda a la seguridad de aquella infancia, donde la magia costaba un poco menos de imaginar. Y soñabas con noches de verano, urbanitas, con la vida asomando de farolas y candiles, tras la barra de un bar de los de toda la vida. No de ésos antros fashion que tanto estilan por aquí.

Y entre la Vida, el recuerdo y el día de perros... La voz de Urrutia suena extrañamente acogedora. Como una vuelta a casa.

viernes, 10 de abril de 2009

En fin...

Otro gran error para la saca.

Dicen que de esto aprendemos y sirven para reubicar las cosas. Pero el mal regusto de boca no te lo quita nadie. Solo me alegro de no tener que salir de casa en todo el día.

Pero bueno... ¿Alguien se marca un twist conmigo?

Come on, let's twist again...
Like we did last summer.
Let's twist again,
Like we did last year.


jueves, 9 de abril de 2009

Las cuatro y media

Increíble, pero cierto...

Me han dado las cuatro y media de la mañana buscando a antiguos compañeros de colegio. No sé por qué ando haciendo yo esto... Hm... Hay que ver qué ataques de nostalgia tan extraños. Pero supongo que todo el mundo, tarde o temprano, vuelve a pensar en quién ha sido. Y muchas veces, es al compararte con el camino que han tomado los demás cuando descubres en qué te has convertido. Lo que has conseguido y lo que has sacrificado. Y todos los caminos posibles que podrían haber sido, pero no fueron. La perspectiva es buena aunque te haga sentir desubicado, digo yo.

En fins... Cambiando el tercio.

Como la mayoría de la gente que lee este blog ya sabrá por influencia de una servidora, La République des Météors salió hará cosita de un mes. ¡Y cuál ha sido mi sorpresa al descubrir que está tercero entre los álbums más vendidos en Francia! Sabía que Indo tenía seguidores, pero desde luego no tantos.

Es un buen disco. Muy diferente a Alice et June (el anterior), de lo cual me alegro. Ya estaba bien de sentimiento de inseguridad adolescente y preadolescente con toques emo. Un disco doble era suficiente para estudiar todo el ámbito. Ahora nos encontramos con historias de la guerra, de separaciones y de terror en el frente. Una temática que nadie se esperaba y que sin embargo han sabido enfocar de un modo magistral. Aunque mi opinión no puede considerarse válida; demasiada devoción.

Creo que lo más remarcabe es el: "Only you, Indo." Después de tocar temas tan diversos en los últimos treinta años, ha quedado claro que estos señores tienen un tinte especial. Nadie podría haber contemplado la guerra con esta mirada. Y eso es lo bueno del grupo. Miren lo que miren, siempre lo verán con sus ojos... Y esa es la clave para no repetirse y seguir siendo auténticos.

Ya no sé ni lo que digo. Pero bueno, ahí va una de las mejores canciones del disco en mi opinión.

martes, 7 de abril de 2009

Las dos

Son las dos. Últimamente siempre termino de trabajar a esta hora, me acuesto durante siete y a las nueve estoy en pie con el pijama y las gafas para entrar otra vez en acción. Junto a la cama tengo una botella de agua y otra de zumo de mango. Voy bebiendo. También tengo rondando tortitas de arroz y barritas energéticas... Galletas caseras y bizcocho artesanal en la cocina y una vieja lámpara de pie que me regalaron. La habitación no tiene luz, las bombillas se fundieron y en cinco meses no he encontrado un hueco para ir a comprarlas. Una de mis compañeras de piso me trae palomitas cuando comienza la madrugada y disfruto viendo las noticias por la tele con la otra.

La vida es extraña, porque tengo poco más que esto. Y de repente, todo importa un poco menos. Será que el miedo ha comenzado a remitir una vez más... Pero estoy preparada para la siguiente oleada. O tal vez se trate de la Semana Santa... dos días de trabajo y cinco de fiesta bien merecidos. Esetirar la mano y sentirlo a la vuelta de la esquina es siempre un consuelo. Solo deseo que mi habitación estuviera más recogida, pintada y con muebles nuevos. Pero todo se andará... Los años me han demostrado que yo tengo mi extraño ritmo.

Yo diría que es extraño. Sí, francamente diría que lo es. Mi vida es monótona, aunque mi trabajo estimulante. No pasa nada... Mi madre me llama por teléfono y nunca sé que contarle, así que me lo invento. Pero de repente me viene a la memoria algo que me dijo un amigo después de entrar corriendo al metro un día que nos encontramos de casualidad: "El otro día leí algo que me recordó a ti. Era una entrevista a una artista o algo así... y decía que en su caso donde sucedían las cosas no era fuera, sino dentro de su cabeza". Y me he dado cuenta de que es cierto... Y tal vez esa sea la causa de que siga a flote. Durante mucho tiempo tuve miedo de apagarme, mucho miedo, mucho miedo... Perder esta cosa extraña que soy, o al menos a lo que yo considero extraño. Ahora sé que es más bien difícil porque mi propio subconsciente se encarga de ello. La lucha que ocupa más horas es mi trabajo, estoy segura. Pero la más importante es no perderme en el día a día. Eso también lo sé. El día que deje de hablar como yo soy y se acaben las frases raras o planteamientos aleatorios... Ese día, damas y caballeros, tendré un problema.

Mis pensamientos a las dos.

domingo, 5 de abril de 2009

Grandes misterios de la vida y el universo

1.- ¿Por qué Vodafone me ha cortado la línea del teléfono móvil si había dinero en la cuenta para pagar el último recibo? Ahora solo puedo recibir llamadas y mensajes. Estoy medio incomunicada.

2.- ¿Por qué haoy cuando he salido para echar un café había una caja de pastillas Juanola en mi buzón y mis compañeras de piso y asociados no saben nada?

3.- ¿Por qué oigo voces en mi cabeza y en lugar de darme una patada para ir al médico la gente me pide que le cuente lo que dicen?

En fin... qué bonito estar un sábado por la noche en casa pensando en estas cosas. Aysh, este blog ya no es lo que era. Debería esmerarme más.

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