domingo, 27 de septiembre de 2009
Después de despacharme a gusto sobre unas cuantas ideas genéricas sobre el laberinto, hoy voy a hablar de los seres que lo habitan. Hasta ahora la cosa era "un poco académica". Con esto quiero decir que más o menos hay pruebas que sustentan la información que he dado. A partir de ahora se me va la pinza.
Partiendo de mitos y utilizaciones modernas del laberinto, creo que este símbolo puede observarse desde una doble perspectiva. Por una parte sirve para hacer que el incauto se pierda en él y quede a merced del laberinto. Éste sería el caso del Minotauro que vive preso en él, o las mariposas que quedan atrapadas en una telaraña. La segunda perspectiva es la de "la tejedora". La señora o el señor del laberinto lo emplea para que, ejerciendo su fascinación, la gente se quede atrapada en él.
Es decir, que unos tienden la trampa y otros caen en ella. Sin embargo, para controlar el laberinto se necesita una gran fortaleza mental. Porque a la que bajas la guardia es el laberinto quien te come a ti. Para utilizarlo en tu favor tienes que ser antes capaz de vencerlo.
En base a esta doble perspectiva yo imagino dos tipos de moradores para los meandros.
LA SEÑORA DEL LABERINTO
Generalmente la imagino como mujer, aunque es cierto que puede adoptar también forma de hombre. He aquí unas cuantas ilustraciones.
La Señora del Laberinto per se (fone, XDDDDDDD). Seductora y oscura reposando en su centro. Digamos que es la que desde dentro controla toda la disposición en telaraña moviendo sus hilos. Tejer, tejido, hilvanar, hilo, todo ello relacionado con las labores tradicionales de la mujer. De ahí que suela verla como "señora". La sensualidad sibilina de serpientes, de la que se intuye el peligro a pesar de la atracción que ejerce. Algo así como la personificación del laberinto.
El señor del laberinto, evidentemente. Al igual que mi imagen de la Señora, reside en su centro y domina el laberinto y sus engaños. De hecho, es un personaje muy ligado a la idea de "ilusión". s masculino, lo que explica por qué todas las niñas de mi época queríamos casarnos con él. Y sin embargo, andrógino. Es necesario un cierto aire de feminidad para controlar el laberinto. Lo cual ya nos da más datos sobre la naturaleza intrínseca del meandro.
Otra señora del laberinto, o algo parecido. Según su propia mitología destronó al mayor adivino de todos los tiempos haciendo que se perdiera en el laberinto de su mente cuando el buen señor intentó leerla.
Ahora no caigo en ninguna otra ilustración de señores o señoras del laberinto. Pero estos tres individuos de aquí arriba comparten algunos rasgos en común que aún no he mencionado. Por una parte son imágenes atemporales e irreales. No están sacados de nuestro mundo, acaso vagamente inspirados en épocas pretéritas. Son seres imaginarios que pertenecen a su propio mundo laberíntico. Otro pequeño detalle es la locura. Los tres la padecen en cierto grado... Lo que parece apuntar que hay que estar un poco loco para entender las vueltas y revueltas sin sentido del señor laberinto.
Esta locura puede manifestarse de muchos modos y no me extrañaría que en las sociedades antigüas se expresara por medio de algún extraño éxtasis similar al dionisíaco.
EL PRESO
Cambio el chip y hablaré ahora del otro habitante del laberinto. Aquél que está preso en él y en lugar de controlarlo, vive a merced de sus interminables pasillos y recovecos. Yo aquí hablaría de dos tipos diferentes. Por una parte estarían los incautos que se adentran en su propia perdición. Es decir, las mariposas que caen en la telaraña. Por otra, parte está el monstruo que habita en él: el Minotauro, al que llamaremos cariñosamente Asterión. Que por cierto, si alguna vez tengo un gato pienso llamarlo así.
Los incautos son gente de paso. Entran, se pierden en el laberinto y sufren las consecuencias del lugar al que no deberían haber entrado. Como dice el dicho vasco: Gaua gauekoentzat (la noche para los de la noche). Y cada uno en su sitio.
El monstruo, por otra parte, pertenece al laberinto. Es un ser que sólo puede tener su existencia dentro del mismo, ya que fuera vería la muerte. Vive en un mundo cruel que lo aísla, pero el mundo exterior sería todavía más nocivo para él. Con lo que llegamos a una paradoja semejante a la de La dama de Shalott, que no puede vivir en su torre ni fuera de ella. Es decir, una suerte de Maldición sin solución. La paradoja de los personajes malditos, podríamos decir.
Aquí lo tenemos tan majo a él, desprovisto de su fiereza y dotado de humanidad. Yo creo que se puede intuir como una víctima inocente de la mala suerte y del destino. El cuento de Borges ilustra a la perfección esta sensación de soledad y aislamiento.
Ahora bien, ¿qué pueden hacer personajes malditos para salir de su paradoja? (No pueden vivir ni dentro ni fuera). Yo creo que lo único que les resta es mutar y convertirse en otra cosa, sin perder su esencia. Y tal vez el mismo MONSTRUO que habita en el laberinto puede convertirse en la SEÑORA/SEÑOR que lo domina. Es todo cuestión de saber cómo mover los hilos, porque a fin de cuentas nadie conoce el laberinto como él.
En caso de Asterión yo creo que quedaría así después de su metamorfosis:
Partiendo de mitos y utilizaciones modernas del laberinto, creo que este símbolo puede observarse desde una doble perspectiva. Por una parte sirve para hacer que el incauto se pierda en él y quede a merced del laberinto. Éste sería el caso del Minotauro que vive preso en él, o las mariposas que quedan atrapadas en una telaraña. La segunda perspectiva es la de "la tejedora". La señora o el señor del laberinto lo emplea para que, ejerciendo su fascinación, la gente se quede atrapada en él.
Es decir, que unos tienden la trampa y otros caen en ella. Sin embargo, para controlar el laberinto se necesita una gran fortaleza mental. Porque a la que bajas la guardia es el laberinto quien te come a ti. Para utilizarlo en tu favor tienes que ser antes capaz de vencerlo.
En base a esta doble perspectiva yo imagino dos tipos de moradores para los meandros.
LA SEÑORA DEL LABERINTO
Generalmente la imagino como mujer, aunque es cierto que puede adoptar también forma de hombre. He aquí unas cuantas ilustraciones.
La Señora del Laberinto per se (fone, XDDDDDDD). Seductora y oscura reposando en su centro. Digamos que es la que desde dentro controla toda la disposición en telaraña moviendo sus hilos. Tejer, tejido, hilvanar, hilo, todo ello relacionado con las labores tradicionales de la mujer. De ahí que suela verla como "señora". La sensualidad sibilina de serpientes, de la que se intuye el peligro a pesar de la atracción que ejerce. Algo así como la personificación del laberinto.
El señor del laberinto, evidentemente. Al igual que mi imagen de la Señora, reside en su centro y domina el laberinto y sus engaños. De hecho, es un personaje muy ligado a la idea de "ilusión". s masculino, lo que explica por qué todas las niñas de mi época queríamos casarnos con él. Y sin embargo, andrógino. Es necesario un cierto aire de feminidad para controlar el laberinto. Lo cual ya nos da más datos sobre la naturaleza intrínseca del meandro.
Otra señora del laberinto, o algo parecido. Según su propia mitología destronó al mayor adivino de todos los tiempos haciendo que se perdiera en el laberinto de su mente cuando el buen señor intentó leerla.
Ahora no caigo en ninguna otra ilustración de señores o señoras del laberinto. Pero estos tres individuos de aquí arriba comparten algunos rasgos en común que aún no he mencionado. Por una parte son imágenes atemporales e irreales. No están sacados de nuestro mundo, acaso vagamente inspirados en épocas pretéritas. Son seres imaginarios que pertenecen a su propio mundo laberíntico. Otro pequeño detalle es la locura. Los tres la padecen en cierto grado... Lo que parece apuntar que hay que estar un poco loco para entender las vueltas y revueltas sin sentido del señor laberinto.
Esta locura puede manifestarse de muchos modos y no me extrañaría que en las sociedades antigüas se expresara por medio de algún extraño éxtasis similar al dionisíaco.
EL PRESO
Cambio el chip y hablaré ahora del otro habitante del laberinto. Aquél que está preso en él y en lugar de controlarlo, vive a merced de sus interminables pasillos y recovecos. Yo aquí hablaría de dos tipos diferentes. Por una parte estarían los incautos que se adentran en su propia perdición. Es decir, las mariposas que caen en la telaraña. Por otra, parte está el monstruo que habita en él: el Minotauro, al que llamaremos cariñosamente Asterión. Que por cierto, si alguna vez tengo un gato pienso llamarlo así.
Los incautos son gente de paso. Entran, se pierden en el laberinto y sufren las consecuencias del lugar al que no deberían haber entrado. Como dice el dicho vasco: Gaua gauekoentzat (la noche para los de la noche). Y cada uno en su sitio.
El monstruo, por otra parte, pertenece al laberinto. Es un ser que sólo puede tener su existencia dentro del mismo, ya que fuera vería la muerte. Vive en un mundo cruel que lo aísla, pero el mundo exterior sería todavía más nocivo para él. Con lo que llegamos a una paradoja semejante a la de La dama de Shalott, que no puede vivir en su torre ni fuera de ella. Es decir, una suerte de Maldición sin solución. La paradoja de los personajes malditos, podríamos decir.
Aquí lo tenemos tan majo a él, desprovisto de su fiereza y dotado de humanidad. Yo creo que se puede intuir como una víctima inocente de la mala suerte y del destino. El cuento de Borges ilustra a la perfección esta sensación de soledad y aislamiento.
Ahora bien, ¿qué pueden hacer personajes malditos para salir de su paradoja? (No pueden vivir ni dentro ni fuera). Yo creo que lo único que les resta es mutar y convertirse en otra cosa, sin perder su esencia. Y tal vez el mismo MONSTRUO que habita en el laberinto puede convertirse en la SEÑORA/SEÑOR que lo domina. Es todo cuestión de saber cómo mover los hilos, porque a fin de cuentas nadie conoce el laberinto como él.
En caso de Asterión yo creo que quedaría así después de su metamorfosis:
Si es que ya lo dije una vez:
Asterión me espera despierto
Con rostro de hombre
Coronando la escalera.
Con rostro de hombre
Coronando la escalera.
P.D. Empiezo a pensar que se me va mucho la pinza... Hum... ¡Guay, dominaré el mundo con mis laberintos mentales! Mwa, ja, ja, ja.
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8 comentarios:
Muy buena disertación ^^
Pero... ¿No te falta el propio laberinto como individuo perteneciente al juego?
Pd. "per se (fone"... Da miedo...
¡Uala, me alegro de que te haya gustado! ^_^
A veces me da un poco de palo poner tanta paranoia mental, pero bueno... Ejem, ejem. De algo hay que hablar, que quien se quede después de leerlo seguro que merece la pena. O está menos cuerdo que yo. Mwa, ja, ja, ja.
Es que en esa cuestión del laberinto ya no me atrevía a meterme... Y me he quedado con los arquetipos más visuales, no me fuera a enredar conmigo mismo.
Lo sé, mis chistes de palabras son terroríficos. Y más. Gracias por leerme ^_^
Quizás sería más apropiado en el post anterior, pero ya puestos :D
Existe una teoría (de esas historicistas que buscan darle una explicación a todos los mitos) según la cual el laberinto de Creta podría estar basado en los famosos palacios minoicos. Estos palacios, habrían sido abandonados mucho antes y los cretenses posteriores habrían olvidado su sentido, dándoles una explicación mitológica... Un poco lo mismo que sucedió con los "muros ciclópeos", vamos.
Si fuera así, el que los cretenses antiguos interpretaran que aquello era "un laberinto" en vez de, por ejemplo, "una antigua casa de los dioses" o algo así, me parece bastante significativo. Para empezar, el hecho de que sea algo que está medio enterrado le podría dar una mayor dimensión ctónica.
PD: Lo de per sé (fone) muy malo... pero a mí se me escapó una carcajada cuando lo leí, me pillaste de sorpresa mala persona :D
Anda, pues eso no lo sabía... Había oído lo típico de que tal vez el famoso laberinto minoico fueran las cuevas de Gortina que hay cerca del palacio. Ahora la habré cagado con el nombre, pero bueno. XD
Otra de las teorías que he leído es que el dichoso laberinto nunca fue en realidad un laberinto. Sino un pequeño recinto que Dédalo había construido para Ariadna en el cuadrante superior izquierdo del palacio. Exactamente un entorno para la danza... Y que todo viene de un problema de etimología. Pero me acabo de levantar y puede que esté juntando cosas que no toca... Y me lo haya inventado todo XD.
Er... Sí, ayer una amiga me llamó por teléfono sólo para decirme que había leído el chiste. Está claro que así no voy a llegar a ninguna parte, excepto a conquistar el mundo matandoos de risa XD
Me alegra mucho de que hayas sacado la fuerza y encontrado el momento para expresar todo esto, que es algo tan tuyo. La introducción ha sido brillante, en serio. Sin embargo te diría que no gastaras esfuerzos de más en perderte por la arqueología. Como tú misma has dicho (si te he entendido bien) tu laberinto es reflejo de la psique. Lánzate sin miedo a tu propio ensayo. Me ha hecho tanta ilusión volver a ver reunidos a Kaya, a Dada a Bowie de nuevo *-* (vaaale, y a Jackman ^^ :p) Sé que hay más, mucho más. Pero tú diriges, señora de tu laberinto, y sólo tú permitirás salir a sus moradores cuando lo desees.
Vaya 2 entradas que me he perdido, eso me pasa por "prepararle la lección" al vecino BH XD
Yo creo que el personaje de Bowie (no recuerdo como se llama en la película) y similares masculinos son entes sujetos a las "reglas" del laberinto. Entes que lo sepan manipular y hasta conozcan mejor sus reglas "actuales" que el creador del mismo.
A las damas de las fotos las veo mas como las "dueñas" o hasta "madres" del laberinto. Ellas lo crearon, pero ahora el laberinto tiene vida propia. El laberinto es "SUYO", pero podría no comportarse como ella quiere.
Ahora las paranoias son mías XD pero si me pones esas fotos y me pides "piensa en la historia que hay detrás" se me vienen esos 'arquetipos'(no se si es correcto el término aqui) a la mente
Las mallas de David Bowie son lo más!!!!
c) Supongo que el verdadero laberinto siempre me lo guardo para mí. No sé si convivo con ello o es más bien que me muevo en él... porque a veces al toro encabritado le da por arrear coces y cuernazos. Jis, jis, jis.
Pero yo también me alegro de haber recuperado la fuerza suficiente para producir y por si fuera poco encima colgando. Hay una gran diferencia entre gritar para desahogarte y luego considerarte robada... Y hablar y contar tan solo lo que quieres decir. Supongo que a este respecto ha merecido la pena toda esta extraña historia.
Seguiré trabajando en misneuras y paranoias y en mi blog. Y estoy deseando contarte las nuevas historias que se me han ocurrido. Tengo guiones, ahora sólo me hace falta un poco de tiempo para redactarlas. No sé... Algún día. JIs, jis. Mientras me hacen compañía. (Jackman no podría faltar, gran parte de la culpa es de ese comentario que me soltaste una tarde en Sant Cugat XD)
d)Qué va, eso me pasa por colgarlas justo el fin de semana que es cuando nadie las lee.
Pues la verdad es que creo que has dado en un punto bastante clave. Si para dominar el laberinto un hombre tiene que ser ya medianamente andrógino/afeminado, eso quiere decir mucho sobre la mano que hay detrás creándolo. De hecho, en su origen el laberinto estaba consagrado a una extraña señora del laberinto relacionada (me parece) con el reino de los muertos. Tal vez incluso fuera una proto-perséfone. Hum... Me gustaría encarnar algún día a este tipo de personajes en fotos o algo. Tal vez desde dentro se obtenga alguna otra información de estas paranoias XD. Aysh, pero qué majos, que me seguís la corriente y todo. Hasta colaboráis. XD
e) ¡Las mallas de Bowie y los pantalones dorados y la camisa de leopardo de Jackman! ¡Petarda!
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