domingo, 7 de septiembre de 2008

Pesadilla en Elm Street 1

Creo que después de esto, más de una persona estará deseando arrearme una colleja o reventarme la cabeza con una maza oxidada. Para gustos los colores. Pero sí... ¡La he vuelto a ver! Si padeces de miedo irracional, empieza con toda la saga de Freddy Krueger.

En realidad, hubiera preferido hacer esto en compañía... ¿Pero cómo pillas a tus amigos y les dices: ¡Quedada en mi casa para ver a Freddy Krueger!? Vale que todo el mundo sabe que soy cutre como nadie, pero esto ya roza lo enfermizo. Porque encima me asusto como cuando tenía seis años. Y paso de que, riéndose de mí, la gente me estropee la atmósfera.

En fin, al grano, que ya me voy por las ramas. La primera película de esta saga fue rodada en 1984 (yo tenía un añito *_*) y sí, esta es la famosa película en la que aparece Johnny Depp con 19 tiernas primaveras. Que lo ves y dices: Qué carita tan bonita. Aunque Krueger gana, no cabe duda.

En esta primera parte vemos lo que serán las bases para la saga. La realidad, los sueños y la manera en que interactúan entre sí. Es decir, cómo una víctima atacada o zarandeada en sueños se mueve también en la realidad. También hay otros recursos que se utilizarán y reutilizarán hasta la saciedad en los siguientes filmes. Por una parte, el grotesco (donde la película lo borda incluso con medios malos como no hay otros) y por otra, el terror de pesadilla (esa sensación de correr y no moverte, que alguien que está detrás de ti aparezca de repente delante, etc.) Sólo falta "el doble sueño", que me parece que sale en la segunda parte. Es decir, despertarte de un sueño, creer que estás en la realidad pero continuar durmiendo. Ñami, ñami.

La prota no está mal. Mueve el trasero y se las hace pasar canutas al buen Freddy. Descubre quién es, adivina las dinámicas, traza la posteriormente clásica estrategia de tener a alguien al lado para que te despierte, arrastra al señor de los cuchillos hasta la realidad y le tiende una trampa. Quitando cierta escena final que parece sacada del Coyote y el Correcaminos yo estoy encantada. Otro de los puntos a su favor es que las cafeteras y las pastillas para no dormir la vuelven loca. Ves cómo va cayendo en una espiral hasta que finalmente pierde casi completamente la cabeza. Está bien... sobre todo por el enfoque de que cuanto menos cuerda, más cara le planta a Krueger ya hasta las narices de todo.

Frases para el recuerdo:
-Yo puedo ahorrarte el trabajo, estás como una cabra. Pero yo te quiero (A Lizzy y a mí nos ha fascinado *_*)
-Te quito toda la energía que te he dado. No eres nada.

Ahora en serio. Mucha gente se pregunta por qué Krueger. ¿Qué sucede con este hombre que me fascina tanto? Es el TERROR. Yo siempre he sido muy miedica, he tenido miedo de todo y todos, y Krueger lo encarna a la perfección. A lo largo de toda la saga, adopta la forma que más puede aterrar a aquellos que lo sueñan... Por eso no es un monstruo, sino el terror personificado. No importa lo que sea, la forma muta, pero la sensación de miedo siempre está ahí. Y eso hace que, a su vez, tu realidad también se transforme y te acabas por sumir en una extraña espiral... En la que ya no distingues lo que es real y lo que no, y te traes tus propios temores del ámbito de la paranoia a la realidad. Por eso me gusta Freddy.

De hecho, creo que me marcó tanto su imagen que mi querida Madame Tarántula proviene en gran parte de ahí. Ella también tiene cuchillas en la mano izquierda y también sabe cómo usarlas. Sabe qué es lo que más desea la gente, pero también lo que más teme... Sí, sin duda Krueger es una de las mayores influencias. Pero sólo en parte. Porque Madame Tarántula mola muchísimo más y si hicieran Freddy vs. Madame Tarántula estaría claro que ganaría ella por goleada. Es que es mucho más mona.

P.D. La cuestión ahora es a ver cómo duermo yo hoy. Puf, porque encima los sueños con fiebre son todavía más paranoicos @_@ Me veo a Krueger y Madame Tarántula marcándose un tango y pasando de mí.

Krueger: Yo a esta no la quiero, te la regalo.
MT: Si ya es mía, hombre. Anda bonita, vete con el adivino, que dice que necesita serpientes.
Yo: Pero... Esto es mi sueño... ¡Si no estoy yo pierde la gracia!
Lizzy: ... <=recordemos que es muda
Jed: ¿Nos vamos a Salinas?
Ansèlm: ¿Alguien me ha llamado?
Yo: ¡Fuera de mi mente todos! ¡YA!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Weja¡¡¡
En primer lugar decir que no he visto una peli de Freddy desde que tenía 10 años, yo ando más familiarizado con la parodia de los Simpsons XD Aunque hay que reconocer que tiene un argumento curioso.

Mi problema con las pelis de terror, es que no suelen darme miedo, si acaso breves momentos de tensión y además siempre acabo viendo el lado cómico de la situación(si no lo hay me lo invento)XD

Pd: Un día tienes que explicarme quien es Madame Tarántula

Pd2: No se puede negar que tienes imaginación ^^

Anónimo dijo...

...
dime de Freddy le patearía el culo a Sadako
porque soy unapersona "adulta" pero a mi la renacuaja de la tele me parte de miedo.

Y no recuerdo tenerle un especial terror a Freddy más bien me daba más miedo el Alien de mi armario (verídico señores eso pasa por ver Alien a la edad que toca ver Pesadilla en Elm street ¬¬)

Pero, oh pero... el argumento de los sueños, el momentazo: "pues ahora no duermo" como bien dices son los grandes ejes de la película y hacen de ella algo más que una chorrada (ahora es una chorrada, los años han pasado por encima de ella miserablemente^^u)

...
ahora bien
desde mi sueño en donde el San Sebastian y la dependieta llevan un café teatro con gatitos te digo que es muy "triste-divino" que ni Freddy te quiera... el chico del jersey a rayas no sabe de mentes

Anónimo dijo...

Tengo la maza por aquí preparada :P

La verdad es que en el territorio de los sueños, los más fuertes de verdad son los que marcan el territorio...

¡Así que a marcarlo!

Anónimo dijo...

Pues yo habría asistido sin dudar a una quedada para ver Freddy, Alien o cualquier otra película de terror que me marcara en la infancia... ¡Si todavía me gusta Bela Lugosi, aunque Bauhaus me recuerden a diario que está (no-)muerto! Y es que a esa edad, de jovenzuelos, todo se disfruta más. Cosas de la inocencia e ignorancia; las películas tenían más magia, amén de que solían tener más transfondo que las actuales a pesar de sus característicos efectos especiales. Y recordar todo eso nunca está de más.

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