jueves, 13 de septiembre de 2012

Sobre la perfección: Beatriz vs. Ligeia


El príncipe encantador de Shrek. Bueno, y Jaime Lannister.
No hay nada más asociado a la perfección como el hecho de que no existe...

Un momento, frena, frena. Curiosa paradoja, ¿cómo puede tener asociaciones algo que no existe? Puede que el mundo real no tenga más perfección que la sucesión de Fibonacci en la naturaleza, pero en la mente del hombre es un concepto que ha existido, existe y siempre exisitirá. No tengo ni idea de ontología, pero debe de tratarse de un cierto grado de "existencia" aunque no de "realidad". El hecho de que un concepto solo exista dentro de nuestra cabeza puede llevarnos a confusiones, ya que creemos que en el mundo también tiene que estar presente y al final lo acabamos reflejando nosotros mismos. Así, por ejemplo, surge la imagen del príncipe azul, la idealización y muchas visiones hollywoodenses en las que todo es bonito y maravilloso (porque tú lo vales, reina). 

El fenómeno en masculino ya hablaré otro día (con vídeos de Katy Perry, si te descuidas), pero hoy quiero hablar del reflejo de la perfección femenina en la literatura con dos ejemplos completamente opuestos. El primero se ha repetido hasta la saciedad y lo vemos prácticamente en cualquier película, mientras que el segundo apenas ha tenido ejemplos desde el día de 1838 en el que vio la luz.

Dante y Beatriz, de Doré.
Beatriz Portinari fuera probablemente la chiquilla florentina más normal del mundo, pero la pluma de Dante la convirtió para siempre en un arquetipo de perfección. Se podría decir que la divina Beatrice encarna lo sublime, la elevación espiritual, la redención, la salvación, el amor idílico y todo lo que es bueno y puro. La mayoría de las protagonistas de las historias modernas han bebido de ella: son guapas, dulces y no son pocas veces sirven para redimir al protagonista. También es cierto que muchas de ellas son elementos pasivos de la trama que parecen recibir sus dones por gracia divina. Es decir, que son todo "lo bueno" sin esfuerzo, sin dificultad y sin dilemas éticos o morales. Por supuesto, todo es cuestión de gradaciones. Está la típica chica de la serie que te cae bien y el máximo exponente de la perfección: la Mary Sue (de la que, de verdad, tengo que hablar un día de estos).

Ligeia, de Harry Clarke.
Ahora bien, hay un segundo arquetipo de perfección que encarna valores muy diferentes y que suele pasar desapercibido. Me he estrujado las meninges en busca de más ejemplos, pero al final me he quedado como estaba. "Juro por mi alma que no puedo recordar cómo, cuándo ni siquiera dónde conocí..." Exacto, a lady Ligeia, de Edgar Allan Poe: un texto que expira y transpira perfección por los cuatro costados. Sin embargo, de la belleza de Ligeia no se dice que sea sublime, sino extraña (lejos de la regularidad clásica y con nariz aquilina). Se habla profusamente de su conocimiento (vasto en cualquier materia, jamás se la encontró en falta) y su carácter se resume en la frase: "La voluntad está allí yacente, mas no muerta. (...) El hombre no es vencido por los ángeles, ni siquiera por la muerte completamente, sino en razón de la flaqueza de su frágil voluntad." De hecho, la voluntad inquebrantable de sus ojos y la pasión de sus palabras/pensamiento son sus rasgos más distintivos. Vamos, que tenía los cojones tan bien puestos que se propuso regresar de la muerte y así lo hizo.  *sigh*

Al igual que Beatriz, Ligeia encarna lo ultraterrenal, lo más elevado, incluso la salvación y la redención para el narrador (puesto que sin ella cae en el caos). Se hace alusión a su naturaleza cautivadora, a su majestuosidad, a la dulzura de su voz, a su caminar ligero y a otras tantas virtudes que comparte con la imagen de Beatriz. Muy bien, pues allá va mi pregunta de hoy: ¿por qué no hay ningún otro ejemplo de lo que encarna Ligeia (¿acaso Hipatia? ¿Ada Lovelace, la hija de Lord Byron?) y para colmo el fluir del tiempo la ha convertido en una femme fatale? ¡De verdad! ¿¡Qué tiene esta mujer de femme fatale!? ¡Si se pasó la vida dedicada al estudio y a las paranoias metafísicas!

1 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Ejemplo de Ligeia = Yuuko de xxxHolic? Aunque esta si que exhibe un físico bello/exhuberante (de "madamme"). Bella, bruja, sabia y que tiene como papel la guia/redencion/aparicion del protagonista y hasta ..


SPOILER MUY GORDO
lo referido a la muerte en tu texto en este caso como redentora del prota y sus "yos"
FIN SPOILER



¿Qué le veis a Hipatia? Me parece un personaje histórico totalmente sobrevalorado, el icono erróneo en el que mirarse o aspirar. Marysuicas pelis hipatianas aparte.
Hedy Lamarr (Dalila en cine, entre otras) aparte de actriz muuuy bella (y vida intensa con dos guerras mundiales) fue ingeniera de teleco y cuyas patentes tienen mucho que ver con el Wifi.
¿Veis? La figura de Hipatia sobra...

Y lo mismo con la asociación fibonacci, números aúreos y demás a "divina perfeccción". Otro día os cuento como hacen negocio en base a tontos con pasta, una espiral y tacos de madera. Creo que hasta a Karstiel se la conté XD

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