viernes, 15 de mayo de 2009
Empiezo a creer que nadie en su sano juicio se va a creer que esto es cierto.
Los operarios han venido a arreglar de una vez por todas el dichoso baño de las narices. Pasaré por alto el retraso de media hora / hora y media entre ayer y hoy porque no tiene ni punto de comparació con lo que viene después. No necesito más para escribir mis memorias, este baño ya da para una trilogía de fantasía épica.
La cuestión se resume en... Dos días trabajando y el balance es el siguiente:
-Me conectan el tubo del inodoro perfectamente y me lo asientan como es debido en el suelo.
Y hasta aquí las noticias buenas, ahora las malas:
-Como no tenía un cable alargador se ponen a cortar baldosas en el baño. Recordemos que la puerta no cierra, así que tenemos la casa teñida de un color tierra adorable. Ni Pompeya, vamos.
-Me ponen por fin todas las baldosas, me voy a mirar cómo ha quedado después de que se larguen y cual es mi sorpresa al descubrir... ¡Que son de otro color! Aquí ya he perdido los nervios y me he puesto a gritar por toda la casa como una banshee. Teniendo en cuenta que la semana que viene me vuelven a enguarrar todo el piso, ¿para qué limpiarlo?
-Así que llamo por teléfono a la agencia y me dicen que la secretaria ha salido, que contactará conmigo por la tarde (juas, juas, juas, sigo esperando). En vistas de que por ahí nada, llamo al obrero... "Ya, ya, son de otra tonalidad, pero vamos a pedir una caja de las buenas para ponértelas la semana que viene o cuando lleguen." ¿¡Y a qué esperan para decírmelo, a que no me dé cuenta!?
-Mi compi de piso, intentando animarme después del ataque verbal contra la nada me dice: "Tranquila, que la cisterna ya funciona". Así que toda feliz me dirijo a reestrenar el baño... Aprieto el botón de la cisterna. Y nada. Nada. ¡Pero nada!
-Al ver que la borada se ha vuelto a levantar al lado de la ducha, no se les ocurre otra cosa que poner más silicona. Han hecho lo mismo cinco veces y ni una sola ha funcionado. Con un aviso de: "No utilizar el plato de ducha hasta mañana". Cuando les había dicho que para la una y media los quería a todos fuera porque me tenía que duchar antes de ir a trabajar.
-Y lo mejor... Llego del trabajo y encuentro a mis compañeras de piso temblando: "Tenemos una mala noticia". Resulta que cortando las baldosas esta mañana, me han hecho un rajote de narices en una de las baldosas del suelo con el radial.
En un día lo iban a solucionar. Llevan dos y lo único que han hecho ha sido poner la taza del váter. Y a todo esto con mi vecino llamando a la puerta y diciendo: "¿Otra vez de obras? No me afectará, ¿verdad?" Ahí ya quería morderle la cara. ¡Y para colmo me trae una factura de 200 euros de pintura de la pared que se cargaron y que la empresa no arregló porque pasaron olímpicamente del tema y que ahora me tocará pagar a mí! Y ya para rematar la faena se presenta el señor de la luz y me dice: Habéis hecho cambio de voltaje, ¿verdad? pues tienes que pagar 350 euros en un mes.
Ahí ya he explotado y me he vuelto loca a pesar de las 5 valerianas. No será para tanto, debe de ser que soy una exagerada, neurótica e histérica como parecía apuntar el jefe de la empresa.
Los operarios han venido a arreglar de una vez por todas el dichoso baño de las narices. Pasaré por alto el retraso de media hora / hora y media entre ayer y hoy porque no tiene ni punto de comparació con lo que viene después. No necesito más para escribir mis memorias, este baño ya da para una trilogía de fantasía épica.
La cuestión se resume en... Dos días trabajando y el balance es el siguiente:
-Me conectan el tubo del inodoro perfectamente y me lo asientan como es debido en el suelo.
Y hasta aquí las noticias buenas, ahora las malas:
-Como no tenía un cable alargador se ponen a cortar baldosas en el baño. Recordemos que la puerta no cierra, así que tenemos la casa teñida de un color tierra adorable. Ni Pompeya, vamos.
-Me ponen por fin todas las baldosas, me voy a mirar cómo ha quedado después de que se larguen y cual es mi sorpresa al descubrir... ¡Que son de otro color! Aquí ya he perdido los nervios y me he puesto a gritar por toda la casa como una banshee. Teniendo en cuenta que la semana que viene me vuelven a enguarrar todo el piso, ¿para qué limpiarlo?
-Así que llamo por teléfono a la agencia y me dicen que la secretaria ha salido, que contactará conmigo por la tarde (juas, juas, juas, sigo esperando). En vistas de que por ahí nada, llamo al obrero... "Ya, ya, son de otra tonalidad, pero vamos a pedir una caja de las buenas para ponértelas la semana que viene o cuando lleguen." ¿¡Y a qué esperan para decírmelo, a que no me dé cuenta!?
-Mi compi de piso, intentando animarme después del ataque verbal contra la nada me dice: "Tranquila, que la cisterna ya funciona". Así que toda feliz me dirijo a reestrenar el baño... Aprieto el botón de la cisterna. Y nada. Nada. ¡Pero nada!
-Al ver que la borada se ha vuelto a levantar al lado de la ducha, no se les ocurre otra cosa que poner más silicona. Han hecho lo mismo cinco veces y ni una sola ha funcionado. Con un aviso de: "No utilizar el plato de ducha hasta mañana". Cuando les había dicho que para la una y media los quería a todos fuera porque me tenía que duchar antes de ir a trabajar.
-Y lo mejor... Llego del trabajo y encuentro a mis compañeras de piso temblando: "Tenemos una mala noticia". Resulta que cortando las baldosas esta mañana, me han hecho un rajote de narices en una de las baldosas del suelo con el radial.
En un día lo iban a solucionar. Llevan dos y lo único que han hecho ha sido poner la taza del váter. Y a todo esto con mi vecino llamando a la puerta y diciendo: "¿Otra vez de obras? No me afectará, ¿verdad?" Ahí ya quería morderle la cara. ¡Y para colmo me trae una factura de 200 euros de pintura de la pared que se cargaron y que la empresa no arregló porque pasaron olímpicamente del tema y que ahora me tocará pagar a mí! Y ya para rematar la faena se presenta el señor de la luz y me dice: Habéis hecho cambio de voltaje, ¿verdad? pues tienes que pagar 350 euros en un mes.
Ahí ya he explotado y me he vuelto loca a pesar de las 5 valerianas. No será para tanto, debe de ser que soy una exagerada, neurótica e histérica como parecía apuntar el jefe de la empresa.
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5 comentarios:
Ostras, que chapuceros, no lo puedes denunciar? :O Creo que Benito y compañia lo hubieran echo mejor.
Animos!
¡Y qué razón tienes, preciosa! ¡Y qué razón tienes! Yo me armo de valor y paciencia y he decidido acosarlos hasta que todo quede perfecto. Que me griten si quieren... ¡Que yo como una auténtica señora!
Gracias por los ánimos.
Pufffff, la verdad es que esa empresa ya se ha pasado hace tiempo de los límites permitidos...
Quizás la única opción al final será hablar con un abogado e iniciar acciones legales contra ellos, porque sino al final te dejarán sin piso :S
No sabía nada... qué fuerte, me sabe fatal.
Qué fuerte...
Esto leelo aquí... porque cuando nos veamos en directo hay miles de cosas más (y en su mayoría buenas) de las que preferiría estar hablando.
Me alegro tantísimo de verte por aquí. Te echaba de menos ^3^
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