martes, 17 de abril de 2007

Nombres

El otro día estaba traduciendo una escena en la que hablaban dos personajes sin nombre. No, no quiero decir que fueran dos personajes anónimos cuyo nombre no había salido en la conversación. Me refiero a dos personajes que no tenían nombre. Nadie se lo había dado.

En la escena, uno de los personajes le regalaba un nombre al otro y después hacía lo mismo consigo mismo.

Visto así tampoco es gran cosa, pero a mí me llamó la atención. El lenguaje es una cosa que lo queramos o no, nos ayuda a definir y organizar la realidad. Por ejemplo, nosotros entendemos como "violeta" una cosa (un color) en este mundo. Lo vemos y lo reconocemos de inmediato como "violeta". En otras culturas tienen el "violeta" partido por la mitad. La de la izquierda se llama A y la de la derecha B. Y cuando ven "A" o "B" en la realidad lo encajan en su casillita mental de "A" o "B". "Violeta" no existe para ellos porque no tiene casillita mental.

Es la crueldad de no dar un nombre. Al negarle una denominación a algo, es como si estuviéramos intentando negarle la existencia. Si no lo llamamos así, ese "concepto" sigue existiendo, claro... Pero se desdibuja tanto que casi no lo conseguimos ver. Pasa desapercibido a la mente... sí, sí... Porque no tiene casillita mental.

Parece una tontería sacada de mi cabecita demente (palmaditas con cariño), pero una vez que encuentras ejemplos que lo sustentan, ves que algo sí que hay. Aunque siga siendo una tontería. ¿Quién no ha visto La historia interminable? La emperatriz infantil estaba muriendo porque se había quedado sin nombre y necesitaba uno nuevo XDD No, nunca he soportado a ese personaje ¬_¬

En la literatura hay también mucha tendencia a poner nombres que reflejen la personalidad de los personajes. No sé... desde Severus Snape en Harry Potter hasta Sybil Vane en El retrato de Dorian Grey.

A mí lo que me da rabia es estar asociada a mi nombre que significa Amor. Vale, que es muy bonito pero tampoco tiene mucho que ver conmigo >_<. No sé, preferiría un Helena (como ese maravilloso estado del anima que dijo Jung), una Elizabeth (que las hay interesantes en la literatura...) No sé... estar asociada a otras ideas más... Interesantes :P

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah... el terrible poder de los nombres verdaderos

Y el placer de ponerlos y otorgarlos! Qué cara de tontorrones satisfechos se nos tiene que quedar cuando ponemos nombre nuestra mascota, o incluso a un objeto querido...

Vitoria ... país vasco ... nombre ... amor/amada ... "Maite"?

Anónimo dijo...

Sí... Maite. Para bien o para mal, Maite *ehem* *ehem* Ahora... errr... mira el péndulo... cuando cuente hasta tres lo habrás olvidado... :P Bah, tampoco es para tanto pero jo, por hacer la gracia.

Pues sí... pero cuando le damos nombre a algo (la mayoría de las veces, vamos), es porque le queremos dar mayor existencia a ese objeto. Mi ordenador se llama Mao Boy, mi DS Lillie Charlotte y mi PSP Miss Carmilla. ^^U

Doy miedo, lo sé ju ju

Anónimo dijo...

Jo... la verdad es que cuando yo doy nombre a algo pues... pufff, generalmente se tiene que echar a temblar, dado que mi primer intento siempre es el de llamarlo lo que es y nada más xD

Anónimo dijo...

jejeje
¿En serio? O_O No me lo esperaba O_O
:P

La verdad es que mientras estaba escribiendo el texto me acordaba mucho de ti ju ju. Aish, si es que ves? Todas mis hipótesis por los suelos :P

jejeje

Estoy en clase v_v STEB inversa *snif* *snif*

Anónimo dijo...

¡¡¡Si es que soy un tirador de teorías profesional!!!

Ahhh... ñeeeeeee

Anónimo dijo...

¡Mala persona! ¡Pagarás por tus felonías!

Template by:
Free Blog Templates