viernes, 23 de octubre de 2009

18/10/2009 Indochine en Toulouse - Review

Después de maravillarme y deleitarme con Toulouse, me dirigí a la zona del concierto. El Zénith está a las afueras de la ciudad, al lado de un pabellón donde se hacen pruebas de vuelo. Yo me equivoqué de dirección de cabo a rabo y entre recular y reorientarme tarde casi una hora. T_T

PÚBLICO
Cuando llegué a la cola del concierto eran las 3 de la tarde y había unas 500 personas. A primera vista me decepcionó, la verdad. La mayoría eran adolescentes o como mucho tenían 20 años... No era el público que yo me esperaba. Después de dudarlo mucho, decidí hacer cola durante cuatro horas y vi como poco a poco la gente iba llegando. A eso de las cinco debía de haber unas 3000 personas en el aparcamiento y a las siete perfectamente podrían rondar las 6000. Para entonces ya había percibido el tipo de gente que integraba el público.

- Adolescentes (hasta 20 años): Arregladas, maqueadas, vestidas de negro, con la cruz de Indo pintada y carteles con muchos corazones y "Boris" o "Nico" escritos por allí y por allá.
- Gente que tiraba por encima de los 25: Ahí estaba yo. La mayoría iba normalita vestida (vaqueros y camiseta) y se percibía muy buen ambiente. Era la gente que más charlaba, sin darse aires, y que más parecía disfrutar del entorno. Yo identifico este grupo con gente joven que ha integrado la filosofía de Indochine en su modo de vida. O Vida XD. Al menos se percibía esa vivacidad. Y sí, sólo veo lo que quiero ver. ¿Pasa algo?
- Señores y señoras de 40 para arriba: ¡Sí! ¡Los antiguos fans! ¡Y los había por doquier! Eran gente normal y corriente que un domingo por la tarde se fueron a hacer cola para pasar la tarde.
- Grupos mixtos: Padres e hijos, hijos y padres, abuelos-hijos-nietos. ¡En serio! Y lo más difícil era decir si el padre llevaba al hijo, o el hijo al padre. Porque ahí todo el mundo vestía camisetas con la cruz de mi mano y se sabía las canciones.

PREPARATIVOS
He notado que los Toulousenses son muy inteligentes para hacer colas. Sin empujones, sin estreses, con la calma. ¡Y bien armados! Llevan una mochila con bocatas, galletas, incluso tuppers con pizzas y bocatas. Yo tomo nota para la próxima vez, que con la tontería me pase 24 horas redondas sin comer.

EL RECINTO
A diferencia de lo que suelo hacer normalmente, esta vez opté por tirar hacia gradas. Y fue lo más inteligente que he hecho en todo el viaje. La gente joven que quería gritar y gritar se fue para el foso de los leones. El resto podía ver el concierto sentado y levantarse en los momentos clave. Estaba bastante arriba y aunque no veía bien al grupo, tenía una perspectiva perfecta del recinto. Era increíble cuando en canciones como L'aventurier (mítica, mítica, mítica) 6000 voces coreaban de pie llevando el ritmo con el brazo en el aire.

EL CONCIERTO.
M
O
R
T
A
L
¡No sé qué más decir! Se notaba que eran profesionales hasta la médula con una carrera de más de treinta años a sus espaldas. Si bien el lugar era demasiado amplio para estar en contacto con el grupo, el ambiente que se respiraba en las gradas los suplía con creces. El sonido era maravilloso y ay, madre, las canciones que cantaron. Aparte de promocionar el álbum nuevo, cayerón un montón de canciones del Paradize (Mao Boy, J'ai demandé a la lune, Marylin, Popstitute, Le Manoir, etc.) y grandes canciones míticas como Miss Paramount, Trois nuits par semaine, Troisième sexe, Tes yeux noirs, Des fleurs pour Salinger, Canary Bay, etc. Lo curioso es que del anterior disco sólo cayeran Alice et June y June. Y un trocito del Adora con una pequeña "sorpresa" por parte de Nico. En mi opinión se colaron uno de sus grandes clásicos, "SALAMBO". ¿¡Pero cómo no cayó esa maravillosa canción!? Cuando terminó el concierto me salió del alma: ¿¡Y Salambó!? La sorpresa es que el chico de al lado gritó lo mismo en el mismo momento. Incluso me dijo que bajara inmediatamente a preguntarle a Nico a ver por qué se la habían saltado, que seguro que me hacía caso XD.

DESDE LA PARTE NEURÓTICA
Hasta aquí más o menos es cómo fue el concierto. Ahora contaré un poco cómo saltó el chip de mi cabeza. Hubo dos detalles que me mataron a lo largo del concierto:

Uno. Los tonos graves de la batería y el bajo. Cuando empezó el concierto y esas notas reverberaban, juro que pensé: Puedo descansar. Mi corazón podía dejar de latir y bombear sangre porque esos sonidos ya palpitaban por él. No sé qué tenían porque no sólo hacían palpitar mi corazón, sino que se me colaban por el cuerpo.

Dos. Vida. A estas alturas creo que casi todo el mundo que lee el blog (aunque seamos cuatro marramiaus) sabe de mi distinción entre vida y Vida. Pues bien, digamos que aquello fue Vida en estado puro. Con "V" mayúscula. Esos recuerdos que perduran cuando vuelves la vista atrás, mientras que el resto se vuelve opaco. Hacía años... Sí, años, que no me sentía así. Era como haber despertado después de pasar tanto, tantísimo tiempo dormida. De repente, todo era pequeño en comparación con esa sensación de 6000 personas gritando: Moi, je veux vivre encore plus fort! Juste envie d'aller faire un tour en enfer, Juste envie d'essayer un tour au paradis... Eso me dio mucho que pensar. Porque creo que he luchado tanto por mi vida, que he dejado mis momentos de Vida bastante abandonados.

Una vez hablaba con una amiga sobre el culto dionisiaco y las grandes bacanales. Generalmente, en los cultos antiguos sólo se introducía el alcohol y las drogas cuando el culto original ya no generaba el efecto deseado. Es decir, que tampoco sería de extrañar que el culto dionisiaco original no fuera exactamente la borrachera padre. Pero si a dicho culto le quitas el alcohol y las drogas, ¿qué te queda? Pues el rock 'n roll. Y ahí quería llegar, esa música era prua embriaguez de Vida dionisiaca. De placer y estallidos.

Y, francamente, me alegro de haberlo compartido el momento con los chicos que conocí. Me habría dado pena guardármelo para mí sola o cedérselo únicamente a 5999 personas, sin nadie más cerca. Pero estar al lado de alguien que gritaba lo mismo que tú con la misma fuerza fue un auténtico puntazo.

*Ejem* *Ejem*
Está claro que para mi no podía ser un simple concierto.

3 comentarios:

Black Hole dijo...

Pues que decir salvo que me alegro de que haya sido genial ^^

Cuando he ido a conciertos saturados siempre he acabado yendo a gradas o similares localizaciones. Son lo mejor dado que puedes obviar las leches del gallinero y observas/sientes tan bien como ellos :D

Pd. ¡¡¡MAAAAAL!! ¿Qué es eso de casi 24 horas sin comar? Mal, mal, mal ¬¬

Anónimo dijo...

Baje L'Aventurier y... aunque tocan bien, no el lo mio, y la voz del cantante no ayuda mucho a que me guste ^^UUU. Aun así espero la siguiente recomendación musical de otrso grupos.

¡Me parece muy bien que te lo pasaras estupéndamente!

Y te digo lo que el Sr. BH, hay que comer o acabarás Siddal perdida y no podras ver a los que aún andamos por gusto a este lado del espejo ^^

Unknown dijo...

'los tonos graves de la batería y el bajo' A mí también me impactan mucho de un tiempo para acá. Mientras lo veas como tú quieras simplemente estará bien, para eso forma parte de ti y de tu entramado mundo. Fuiste y recibiste tu bien merecida dosis de Vida... o al menos un buen cúmulo de emociones de verdad, que ya es mucho. Desde luego aquí no tenemos ya grupos que inspiren tanto, ni que reúnan tantísimos fans como para sentir que las gradas respiran con la música. No sabes cómo me gustaría poder ir a un deseado concierto con un buen asiento y sin empujones. Últimamente me echan tan para atrás los típicos garitos...
En fin. Espero que pronto puedas mostrarme más ^^

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