martes, 13 de octubre de 2009
Nunca hubiera dicho que mi tatuaje pudiera llegar a resultar tan práctico. Así acabo mi noche ayer, después de revivir uno de mis peores terrores con Freddy Krueger. Creo que la escena de intentar cerrar una puerta de doble hoja mientras asomaba la mano del malo (con bolis destapados a modo de cuchillas) va a quedar en mi mente para siempre. Y eso que estaba (y sigo estando) algo enferma.
Día que pasa y día que sigo pensando que debería empezar a comportarme como una persona de 26 años. Pero es que entonces no tendría nada que contar. Aunque dudo mucho que a alguien pueda interesarle esto @_@.
En fin, la culpa fue del cha-cha-cha.
Día que pasa y día que sigo pensando que debería empezar a comportarme como una persona de 26 años. Pero es que entonces no tendría nada que contar. Aunque dudo mucho que a alguien pueda interesarle esto @_@.
En fin, la culpa fue del cha-cha-cha.
Subscribe to:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Yo digo la "L"
¡Lo útil que me habría resultado durante la interminables clases durante la carrera! Pero, ja, ¡ahora soy licenciada! XD
Genial...
Siempre hubieras estado en los ojos del profesor que busca quien copia...
1.- Lo sé, molo cantidubi tío. No te volveré a cantar lo de "Yo para ser feliz quiero un camión".
2.- Jo, si ya lo estaba... No sé por qué, pero me gane varias enemistades con mis profesores. Más en secundaria que durante la carrera, eso sí. ¿Será porque siempre corregia al de matemáticas porque era imposible que tuvieras más duros que pesetas?
Publicar un comentario